¿Sabías que cada año los préstamos para el desarrollo del BID generan en promedio 30.000 contratos para el suministro de bienes, servicios, obras civiles y consultoría? Esto significa que, anualmente, canalizamos alrededor de US$ 10 billones a través de las compras que realizamos para nuestros proyectos. Por otro lado, en los países de la región, el presupuesto destinado a las compras públicas llega a alcanzar hasta un 15% del producto interno bruto (PBI) lo que equivale a aproximadamente 800 billones de dólares.
El enorme poder de las compras las convierten en una herramienta estratégica que puede ser utilizada para promover objetivos socioeconómicos y alcanzar el desarrollo sostenible, incluyendo el cuidado del medio ambiente, el incremento en la participación de pequeñas y medianas empresas y la inclusión de grupos en desventaja.
Imagínate el impacto que podríamos tener si somos capaces de garantizar que a través de las compras invirtamos en acciones más sostenibles con el medio ambiente, incorporando el uso de materiales e infraestructura resilientes al cambio climático y priorizando aquellos servicios que impliquen menores emisiones de gases de efecto invernadero. ¡Estaríamos realmente contribuyendo a mejorar vidas y a un desarrollo sostenible de la región de América Latina y Caribe!
Esto es justo lo que llamamos compras verdes. Un enfoque estratégico que busca que, mediante las adquisiciones, se pueda incidir en generar un menor impacto ambiental, y a la vez que se pueda ganar eficiencia y generar ahorros.
Con el objetivo de fomentar las compras verdes dentro del Banco, en octubre del año pasado publicamos “Comprando Verde ¿Cómo fomentar las compras verdes en los proyectos financiados por el BID?”, un documento que muestra cómo es posible considerar aspectos ambientales en el ciclo del proyecto, con un enfoque particular en el proceso de adquisiciones, analizando los elementos que se deben considerar para diseñar y realizar una compra verde.
La incorporación de criterios y requerimientos ambientales en las adquisiciones no implica necesariamente un costo mayor, sino que implica un cambio de perspectiva, en donde una inversión puede ser más eficiente en un mediano plazo, generando una oportunidad de ganar-ganar para los países.
La incorporación de consideraciones ambientales no requiere abarcar a la totalidad de las adquisiciones del proyecto, sino que puede ser realizado de manera gradual y desde formas muy simples. Por ejemplo, comprando bienes a granel, para reducir la cantidad de empaquetados o transportes de distribución, o incluyendo algunas medidas de ahorro energético en los proyectos de infraestructura, o también, fomentando la digitalización para reducir el uso del papel.
Comprando Verde surge del trabajo colaborativo entre la Oficina de Gestión Financiera y Adquisiciones para las Operaciones, la División de Cambio Climatico y la Gerencia de Infraestructura. Una de las cosas que hemos aprendido elaborando el documento es que todos tenemos algo que contribuir para conseguir que se lleve a cabo una compra verde, desde el jefe de equipo de un proyecto al organismo ejecutor, pasando por los especialistas de adquisiciones y los jefes de operaciones. De hecho, hay un capítulo específico explicando los roles y acciones concretas que pueden llevar a cabo.
¡Te animamos a leer el documento, a “ponerte la camiseta verde” y a poner en práctica alguna de sus recomendaciones en la próxima operación en la que participes!.
Puedes descargar la publicación en este link.
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