Los países siguen invirtiendo en un desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima, reduciendo la probabilidad de que surjan nuevas crisis ambientales y sociales en un futuro previsible. El BID sigue utilizando financiamiento concesional y asistencia técnica para impulsar la acción climática y apoyar a los países de América Latina y el Caribe (ALC) que se enfrentan a la crisis climática. La región de ALC se beneficia del acceso a los recursos de los donantes para abordar los retos del cambio climático en sus economías, encontrar formas de aumentar la ambición y buscar soluciones para hacer frente al cambio climático.
Según una publicación del BID “durante los últimos diez años, los programas y proyectos del Grupo BID han canalizado US$1.100 millones de recursos concesionales. Se ha complementado con US$1.800 millones de inversión del Grupo BID y otros US$3.780 millones de otras fuentes, totalizando más de US$6.700 millones”. Estos van desde cooperaciones técnicas y operaciones en proyectos de energía renovable y eficiencia energética hasta conservación de bosques, transporte y ciudades, y prácticas de resiliencia climática.
Un fondo en particular está transformando la forma en que los países miembros del BID identifican, planifican, diseñan y gestionan inversiones resilientes al clima y sostenibles en infraestructura, agricultura y gestión del uso de la tierra. Esta es la historia del NDC Pipeline Accelerator (ACL).
Cómo surgió el ACL
El ACL se creó en 2017 y es el fondo más importante para proporcionar apoyo a los países de la región con asistencia técnica en la fase inicial para proyectos bajos en carbono y resilientes al clima mediante la movilización de inversiones públicas y privadas alineadas con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) al Acuerdo de París. El género y la diversidad están en el centro del Fondo y van de la mano con las consideraciones y acciones climáticas. El ACL es el instrumento más importante del BID para financiar la acción climática con actores de los sectores público y privado y atraer fuentes adicionales de capital. Los recursos del Fondo permiten a los ciudadanos de América Latina y el Caribe reducir su vulnerabilidad al cambio climático y vivir en ciudades más resilientes.
Desde su lanzamiento, el trabajo previo y el enfoque multisectorial del ACL han sido extremadamente exitosos. Hasta la fecha, el ACL ha recibido 25 millones de dólares de donantes como el Fondo Nórdico de Desarrollo (NDF, por sus silgas en inglés), el Ministerio de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo de los Países Bajos, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia, el Ministerio Federal de Finanzas de Austria y, más recientemente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia. El ACL ha comprometido recursos para 47 proyectos de cooperación técnica por valor de 31 millones de dólares. Desde su creación, por cada dólar invertido en el ACL se han movilizado 125 dólares de recursos y se han desbloqueado 874.000 millones de dólares de mercados para 2022.
ACL en acción: Movilidad eléctrica, economía azul y bonos verdes
Nuestros proyectos en la región van desde ayudar a un canje de deuda por naturaleza en Barbados hasta apoyar la creación del primer fondo regional para la Movilidad Eléctrica y el Hidrógeno Verde en ALC. Profundicemos en tres proyectos destacados.
- Avanzar en la revolución de la electromovilidad: la cuota de mercado de los vehículos eléctricos está aumentando exponencialmente. La tecnología y las prácticas están evolucionando muy favorable y rápidamente. Por ejemplo, el precio de las baterías ha disminuido considerablemente en las últimas décadas, los fabricantes de automóviles comercializan ahora los vehículos eléctricos de forma eficaz y la adopción de estos vehículos está aumentando vertiginosamente. El papel del ACL fue fundamental para sentar las bases de la expansión de la electromovilidad en la región. Proporcionó un apoyo clave para desarrollar los modelos de negocio específicos del país, conocimientos y capacitación para los agentes públicos y privados; evaluaciones de las barreras institucionales y operativas; y desarrollar un mercado de trabajo para el sector de las tecnologías limpias, incluidas las mujeres conductoras. Esto contribuyó a la creación del primer fondo regional para promover la movilidad eléctrica y el hidrógeno verde en ALC y movilizó 200 millones de dólares de fondos concesionales del Fondo Verde para el Clima que beneficiaron a países como Barbados, Chile, Colombia, Costa Rica, Jamaica, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
- Los bonos verdes son una gran oportunidad para canalizar los mercados de capitales nacionales e internacionales. Los Bonos Temáticos Soberanos han surgido como una oportunidad interesante para que los países de ALC canalicen de manera eficiente los mercados de capitales nacionales e internacionales hacia inversiones sostenibles. Desde 2018, el ACL ha ampliado el Programa Regional de Bonos Verdes, lo que dio lugar a nuevos emisores y nuevos mecanismos sostenibles para promover las finanzas verdes. El programa proporciona la asistencia técnica necesaria para identificar los gastos presupuestarios nacionales y subnacionales que podrían ser elegibles para bonos verdes y de sostenibilidad, promoviendo diálogos interministeriales para priorizar los activos, asignar los ingresos y garantizar la alineación de los bonos con los compromisos de los países en virtud de su NDC y SDG. Por ejemplo, el ACL ha ayudado a emisores soberanos a identificar gastos verdes y sociales en sus presupuestos, crear mecanismos de gobernanza para desarrollar y gestionar programas soberanos sostenibles. A continuación, en apoyar a los tesoreros en la preparación de documentos marco, en la obtención de opiniones y certificaciones de segunda parte y en la emisión de los bonos en marcadores internacionales y nacionales. Estos esfuerzos han dado como resultado la emisión de más de 30.000 millones de dólares en bonos verdes, sociales y de sostenibilidad.
- Apoyar planes de financiación innovadores para respaldar la conversión de deuda por naturaleza . En Barbados, una conversión de deuda por naturaleza (bono azul) ayudará al país a proteger el espacio marino y fomentar el enfoque de la economía azul, al tiempo que mejora la resiliencia del país. Esta transacción contó con una garantía de 100 millones de dólares del BID y 50 millones de dólares de Nature Conservancy. Este acuerdo único también incluyó una cláusula sobre huracanes y pandemias, lo que permitió una mejor comprensión del contexto del país. Los ahorros permitieron destinar unos 50 millones de dólares al “Fondo de Sostenibilidad Medioambiental de Barbados” (BESF, por sus siglas en inglés) para acciones de sostenibilidad y la designación de un 30% de zonas marinas protegidas. Barbados tiene una visión de desarrollo sostenible a largo plazo, “Roofs to Reefs Programme” #R2RP, que orienta la integración de la resiliencia en diferentes sectores y guía las inversiones sostenibles. El ACL financió una cooperación técnica para apoyar al Gobierno en su papel de miembros de la Junta del BESF, asesorar en la puesta en marcha del BESF y, lo que es más importante, financiará el capital humano y la evaluación que serán necesarios en el marco del proceso de Planificación Espacial Marina, un hito clave de la transacción de Deuda para la Naturaleza.
El ACL continuará transformando la acción climática en resultados medibles en América Latina y el Caribe. El BID agradece las contribuciones del Fondo Nórdico de Desarrollo (NDF), Países Bajos, Suecia, Austria y Finlandia.
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