América Latina y el Caribe tienen las tasas más altas de violencia y asesinatos basados en identidad de género y orientación sexual. Muchas veces la relación entre acceso a servicios, bienestar y la discriminación basada en identidad de género y orientación sexual no es visible. La exclusión de la comunidad LGBTQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, queer y personas no binarias, entre otras identidades) y quienes son percibidos como tales es en gran medida una cuestión de desarrollo. Esto se debe a sus consecuencias sobre las vidas y los niveles de pobreza de todo un grupo, pero también a sus efectos adversos sobre las economías y las sociedades en general. Por ejemplo, produce altas de desempleo, subempleo y salarios más bajos entre personas LGBTQ+.
Entender cómo se producen las discriminaciones y cómo éstas se pueden transformar, permite fortalecer los esfuerzos hacia la igualdad de género. Existen diversas manifestaciones de la discriminación y distintas esferas de repercusión, que afectan la vida personal, social, laboral y política.
Para apoyar y orientar el diseño e implementación de proyectos de desarrollo, la Unidad de Soluciones Ambientales y Sociales (ESG) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha desarrollado una “Guía para apoyar el diseño e implementación de medidas para la prevención y atención de la discriminación por motivos de género y orientación sexual”. Esta guía pionera es la primera a nivel mundial que aborda y provee buenas prácticas y lineamientos para abordar intersecciones entre discriminación y prejuicios alrededor de la orientación sexual e identidad de género y fortalecimiento de la sostenibilidad ambiental y social en proyectos de desarrollo.
Guía SOGI
La guía forma parte de los insumos destinados a apoyar la implementación plena del Marco de Política Ambiental y Social (MPAS) del BID, particularmente la Norma de Desempeño Ambiental y Social de Igualdad de Género (NDAS 9). La NDAS 9, en su definición amplia, aborda los impactos que afectan desproporcionadamente tanto a las mujeres como a las personas LGBTQ+ como resultado directo de ejecución de operaciones. Es decir, aborda el género en toda su pluralidad y diversidad, visibilizando e incluyendo a las personas de las diversidades sexuales y de género, lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer y personas no binarias, entre otras identidades (LGBTQ+) como grupos vulnerables a la violencia sexual y a distintas formas de violencias de género y discriminación. La NDAS 9 implica desarrollar un análisis de los riesgos y potenciales impactos negativos en términos de equidad de género en su interseccionalidad. Adopta las medidas necesarias para evitarlos, minimizarlos, mitigarlos y compensarlos dentro del contexto de los proyectos a ser financiados por el BID. La guía es un insumo para incorporar una perspectiva amplia y plural de la equidad de género, una que incluye la orientación sexual y la identidad de género.
Las recomendaciones y prácticas aquí delineadas son recursos útiles para tener en cuenta en dos instancias fundamentales:
- En el análisis de riesgo de potenciales impactos negativos desproporcionados que puedan surgir como resultado de las operaciones de los proyectos financiados por el Banco para las personas LGBTQ+ y
- En el diseño de las medidas de prevención, mitigación y compensación necesarias.
¿Qué es SOGI y porqué es importante?
La guía también aborda una serie de términos que usualmente no son familiares. Por ejemplo, ¿Qué es SOGI? Estas siglas (del inglés, Sexual Orientation and Gender Identity) se refieren a la orientación sexual e identidad de género.
La guía incluye una serie de definiciones, utilizadas habitualmente por las organizaciones internacionales y otros actores a nivel global, que varían en función del contexto cultural. A menudo se entiende que el sexo, el género y la sexualidad se sitúan a lo largo de un espectro y son fluidos a través del tiempo.
Concepto | Definición |
Orientación sexual | La capacidad duradera de tener profundos sentimientos románticos, emocionales y/o físicos hacia una persona o personas de un sexo o género determinado, o de sentir atracción por ellas. Abarca la hetero-, homo- y bisexualidad y una amplia gama de otras expresiones de la orientación sexual. |
LGBTQ+ | La experiencia interna e individual del género que cada persona siente profundamente, que puede corresponder o no con el sexo que se le asignó al nacer o con el género que le atribuye la sociedad. |
Trans | La capacidad duradera de tener profundos sentimientos románticos, emocionales y/o físicos hacia una persona o personas de un sexo o género determinado, o de sentir atracción por ellas. La palabra cisgénero (o cis) es un término que se utiliza para describir a aquellas personas cuya identidad y expresión de género se alinea con las tradicionalmente asociadas con el sexo que le fue asignado al nacer (Human Rights Campaign). |
Identidad de género | La experiencia interna e individual del género que cada persona siente profundamente (por ejemplo, ser hombre, mujer, un intermedio, ninguna de las dos cosas o algo distinto), que puede corresponder o no con el sexo que se le asignó al nacer o con el género que le atribuye la sociedad. Incluye el sentido personal del cuerpo (que puede implicar, si se elige libremente, la modificación de la apariencia o la función a través de medios médicos, quirúrgicos o de otro tipo), y las expresiones de género, incluida la vestimenta, la forma de hablar y los gestos. Este sentido que cada persona tiene de sí misma es independiente del sexo asignado al nacer y no está relacionado con la orientación sexual. La identidad de género es interna y no es necesariamente visible para los demás. |
Intersex | Persona cuyo sexo asignado al nacer no coincide con su identidad de género. El término se utiliza a menudo cos su abreviatura “I”. Por ejemplo, LGBTIQ+. |
¿Qué podemos hacer a nivel de proyectos?
Algunas de las acciones que se pueden emprender son las siguientes:
- Diseñar una encuesta que integre variables e indicadores sobre poblaciones en condición de vulnerabilidad por orientación sexual e identidad de género.
- Entrenar a personas encuestadoras en diversidades sexuales y de género e interacción libre de estigmas y estereotipos.
- Desarrollar evaluaciones socioambientales que contemplen análisis de condiciones de discriminación de población debido a orientación sexual e identidad de género y su impacto en, por ejemplo, acceso a servicios y ser considerados como clientes.
- Realizar consultas a organizaciones y personas LGTBQ+ sobre sus necesidades en diferentes áreas sectoriales (como agua y saneamiento) y la identificación de prácticas de exclusión-discriminación desde la interacción con proveedores de servicios.
- Integrar medidas de prevención de violencia y discriminación hacia personas LGTBQ+ en proyectos de intervención.
- Implementar procesos de capacitación y fortalecimiento institucional a agencias ejecutoras y personal de instituciones de servicios que incluyan cómo se normalizan las prácticas de discriminación y el impacto en los negocios y el bienestar, y cómo evitarlas. Por ejemplo, a través de un Manual para Prestadores de Servicios.
La discriminación, muchas veces, no es intencional
Un aspecto relevante para considerar es que el impacto negativo que enfrentan las personas LGBTQ+ en su vida diaria y profesional no es intencional. Es decir, no siempre se debe a acciones explícitamente discriminatorias por parte de personas conscientemente en contra de las poblaciones LGBTQ+. Más bien, es el producto de inercias normativas, operativas y sociales que, al no tener en cuenta las necesidades del colectivo LGBTQ+ e incluirlas explícitamente, inadvertidamente resultan en su discriminación o exclusión.
Es decir, la discriminación es un comportamiento aprendido, nadie nace discriminando. Las formas de discriminación están basadas en ideas y categorías artificiales sobre lo que una sociedad ha categorizado como “aceptable” o “normal” conforme a parámetros ideológicos y culturales fabricados. Estos parámetros se convierten en verdades que, a su vez, son reiteradas por las instituciones sociales a cargo de educar y gobernar. Por ejemplo, por la familia, prensa, gobierno, escuela/colegio/universidad, o las redes sociales, entre otros.
Hay que considerar que Latinoamérica y el Caribe es una región de gran diversidad. Esta diversidad incluye las actitudes, comportamientos y reconocimiento de los derechos de las personas con diversidad sexual y de género. Por tanto, cualquier análisis de los riesgos potenciales de un proyecto para la población LGBTQ+ debe tener en cuenta esta variación y las especificidades del contexto local.
Con ello, no es posible disminuir la pobreza y promover la prosperidad compartida sin incluir a las personas LGBTQ+. La criminalización de la orientación sexual y/o identidad de género pueden reducir la productividad y el crecimiento económico. Las discusiones globales en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible reconocieron específicamente el principio de “no dejar a nadie atrás”. Es decir, se debe asegurar que ese desarrollo llegue a las personas más marginadas, lo que incluye a las poblaciones LGBTQ+. Precisamente en la nueva estrategia institucional del BID se reconocen esos vínculos entre las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la social y la ambiental.
Adoptar medidas para promover la inclusión de todas las personas en los proyectos del BID no solo garantizará la protección, el respeto y el cumplimiento de los derechos de todas las personas. Dichas medidas también aportarán beneficios a las sociedades, los países y las regiones en general.
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