Quizás recuerdan la localidad de Esperanza que les presentamos en la primera entrega de esta serie. Esperanza es el telón de fondo de las historias que ilustran los riesgos que aborda la Norma de Desempeño Ambiental y Social 9 (NDAS 9). Esta norma, que forma parte de nuestro nuevo Marco de Política Ambiental y Social (MPAS), reconoce que los riesgos de violencia sexual y de género, explotación, discriminación y abuso hacia los niños, las niñas, las mujeres y las personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género son un problema global prevalente.
En el segundo blog, conocieron a través de nuestros videos al jefe de obra, Gilberto; a la dueña del puesto de comidas, Sandra; a la soldadora, Güendy; y al trabajador del proyecto, Gallito, quien compartía fotos obscenas con sus colegas hombres.
Esta vez, te traemos la conmovedora historia de Mélani, hija de Gloria, empleada de limpieza del proyecto. Como menor de edad, Mélani termina siendo víctima del capataz del proyecto, Ramón. Lamentablemente, no es una situación atípica, pues las niñas son especialmente vulnerables al abuso sexual y la explotación.
El abuso sexual es parte de la violencia sexual y de género (VSBG) que constituye una violación a los derechos humanos, una forma de discriminación, un obstáculo a la equidad, y un riesgo de salud. Un estudio reciente realizado por la Organización Panamericana de la Salud compara la prevalencia a nivel global y regional de la violencia sexual, y muestra cómo la violencia sexual es mayor en América Latina y el Caribe. Las principales víctimas son niñas y adolescentes y, en la mayoría de los casos, los victimarios son personas que estas niñas conocen, usualmente quienes les prestan alguna forma de cuidado.
Es necesario tener presente este contexto al momento de diseñar e implementar proyectos de desarrollo en la región, puesto que un proyecto puede exacerbar los riesgos y las desigualdades de género ya existentes. Por ello, para prevenir la VSBG en los proyectos, se deben tomar acciones concretas y aplicar el principio de tolerancia cero en cuestiones de violencia basada en el género.
¿Cómo prevenir los riesgos asociados a la violencia sexual y de género en los proyectos?
- Identificar y evaluar cualquier riesgo del proyecto que exacerbe la VSBG en la comunidad, lo que incluye la trata de personas y el acoso, la explotación y el abuso sexuales. Si se identifican casos, trabajar con los servicios de apoyo disponibles para las personas sobrevivientes de violencia basada en el género, incluyendo servicios de salud, apoyo psicosocial, asesoría legal, vigilancia policial y refugios.
- Definir e implantar medidas para prevenir y abordar los riesgos. Por ejemplo, exigir a las empresas contratistas políticas claras en materia de acoso sexual y verificar que los trabajadores conozcan y respeten los códigos de conducta.
- Mantener una comunicación estrecha con las comunidades, informándoles sobre los riesgos de violencia basada en el género relacionados con el proyecto, las medidas de prevención y mitigación, los mecanismos para presentar denuncias de violencia basada en el género y los detalles del proceso en términos de procedimientos y resultados posibles, así como los servicios de apoyo disponibles para las personas sobrevivientes de violencia basada en el género.
- Responder con celeridad a cualquier indicio o verificación de un incidente de VSBG, velando por que las personas que lo hayan sufrido tengan acceso a diversas formas de apoyo y servicios.
- Asegurar la disponibilidad de mecanismos de reclamación eficaces que minimicen la carga de denuncia que recae sobre las víctimas, ofrezcan servicios con sensibilidad en materia de género y minimicen el riesgo de represalias. Esos mecanismos deberán contener procedimientos específicos para la VSBG, incluida la denuncia de manera confidencial con documentación segura y ética.
En definitiva…
Un proyecto puede agravar las desigualdades de género ya existentes. Por ello, el análisis de género permite definir las medidas adecuadas con el fin de impedir, reducir, mitigar y/o compensar dichos riesgos, protegiendo a las poblaciones más vulnerables, como lo son las niñas, los niños y las adolescentes.
Como parte de su proceso de evaluación de riesgos e impactos ambientales y sociales, los proyectos deben ser revisados para identificar lo más tempranamente posible los riesgos e impactos potenciales que pueden afectar desproporcionadamente a las niñas y adolescentes, como en el caso de Mélani, y a las mujeres y poblaciones LGBTQI+. Para ello, es esencial que el proyecto mantenga una comunicación abierta y constante con la comunidad y que brinde mecanismos de reclamación que permitan alertar sobre estos casos de forma confidencial y segura.
Las acciones para evitar, minimizar y mitigar los impactos negativos identificados y brindar compensación con mecanismos que promuevan la igualdad de género pueden incrementar la participación inclusiva a lo largo de un proyecto, reducir los diferentes tipos evitables de violencia sexual, y fortalecer tanto la responsabilidad social como la respuesta institucional.
Este blog hace parte de una serie sobre los casos de violencia sexual y de género que se pueden presentar en el contexto de un proyecto. Si te perdiste las dos primeras entregas, las encuentras aquí:
Igualdad de género: gestión de riesgos con múltiples matices
Las distintas caras de la violencia sexual basada en género en los proyectos de desarrollo
Y si quieres saber más sobre la NDAS 9 del nuevo Marco de Política Ambiental y Social, no te pierdas nuestro curso autoguiado.
Al Moro dice
Por favor, tan simple como tratar a una mujer igual que a un hombre, o a un hombre como a una mujer, si eres patrón, contratar a la mujer con el mismo pago que a un hombre y hacérselo saber si es que no hay especialidad, tratar a todos por igual, libera todos los sentidos y tú amor propio.
PAOLA dice
traten a las mujeres bein dejen de critiarnos por ser gordas o flacas
Joss dice
Pienso que los derechos tanto de los hombres como de las mujeres deben de ser respetados sin importar la género, deben de existir más Fiscalías en donde verdaderamente se hagan respetar las opiniones de ambos,las personas deberían levantar la voz para que esté tipo de discriminaciones paren y que podamos tener una convivencia sana y igualitaria sin necesidad de llegar a un conflicto.