Dos tercios de la población latinoamericana vive en ciudades y casi un 80% en zonas urbanas. Así es como América Latina se posiciona como la región más urbanizada del mundo en desarrollo. Lo que significa que para el año 2050, nueve de cada diez latinoamericanos vivirán en las ciudades de la región.
La rápida urbanización trae consigo oportunidades para los gobiernos subnacionales hacia un desarrollo sostenible. Los impactos del cambio climático son cada vez más evidentes y año a año se cobran numerosas víctimas y daños económicos. Las ciudades deben aprender a adaptarse a dichos impactos y reconocer que desempeñan un papel central en los esfuerzos globales para aumentar la acción climática. Veamos con mayor profundidad qué pueden realizar los gobiernos subnacionales para combatir el cambio climático en las ciudades.
- Transición energética: caminar hacia un modelo sostenible que reemplace la producción con fuentes contaminantes por energías limpias. Un estudio del BID, estima que la demanda primaria de energía para toda América Latina será un 80% más alta y su consumo será más eficiente. Los países de la región están preparando sus planes de descarbonización 2050 y pueden ayudar a las ciudades a contribuir con el cumplimiento del Acuerdo de Paris y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Transporte: En 2015, aproximadamente 180,000 personas de la región murieron prematuramente debido a enfermedades relacionadas con la contaminación del aire. De acuerdo con datos del WRI (2015) el sector transporte en la región emite gran parte de las emisiones totales (aproximadamente el 34%), en contraste con países de la OECD (aproximadamente 28%). Los gobiernos locales podrían motivar iniciativas como “Transporte Libre de Humos” o proveer transporte público eléctrico. En Uruguay, ya se han implementado estaciones de recarga eléctrica y cubren más de 300 km de las principales carreteras del país.
- Mejor planeación: Es imprescindible mejorar la planeación urbana para identificar zonas de riesgo y zonas de riesgo potenciales. La gestión del riesgo climático debe estar íntegramente relacionada con la planeación urbana. Las ciudades necesitan incorporar mejores sistemas de saneamiento, energía y transporte. Planificar para generar ciudades más sostenibles requiere adoptar una visión más holística del desarrollo. Dicho esto, la infraestructura sostenible aparece como un jugador esencial para el crecimiento y el desarrollo de las ciudades.
La buena noticia es que las ciudades de América Latina y el Caribe son conscientes del rol que cumplen frente al Acuerdo de París. Muchas de ellas fueron protagonistas en el gran evento que se llevó a cabo en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos. El BID, en colaboración con otras organizaciones como La Agencia Francesa de Desarrollo y Climate Policy Initiative (CPI, por sus siglas en inglés) desarrollaron un evento bajo el marco del Global Climate Action Summit con el motivo de destacar el impacto que están teniendo las ciudades latinoamericanas en la implementación de sus compromisos climáticos.
Los gobiernos de la región, en todos los niveles, han sido impulsores de acción climática durante años y están más comprometidos que nunca. Es fundamental que puedan ser capaces de integrar en sus políticas, herramientas y buenas prácticas, para que América Latina y el Caribe camine hacia un desarrollo sostenible, con ciudades inclusivas pensadas y desarrolladas para sus ciudadanos y el medio ambiente.
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