Con la colaboración de Manuel Cortés Bonilla
Un estudio realizado a un grupo de embarazadas en México demostró que únicamente el 5% identificaba que su dieta era mala y el 45% que su dieta era regular. La prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad durante el embarazo y el puerperio están entre las intervenciones que más pueden contribuir a reducir el grave problema de las enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión. El efecto positivo de estas intervenciones es de largo plazo y se observa en dos generaciones: la madre y su hijo.
Las soluciones para el problema del sobrepeso y la obesidad durante el embarazo son viables y consisten en proporcionar información y control prenatal de alta calidad que incluya dieta, ejercicio físico, promoción de lactancia materna exclusiva y seguimiento postparto.
La prevención es la medida más importante para reducir la problemática derivada del sobrepeso y la obesidad en las mujeres embarazadas. El esfuerzo para lograr un peso adecuado se debe hacer antes del embarazo y no durante la gestación. La dieta de la madre durante el embarazo ejerce un efecto importante en la salud de su hijo al nacer y en edades posteriores.
Las intervenciones más efectivas son aquellas que promueven la alimentación saludable y el ejercicio físico durante el embarazo, además de la promoción de lactancia materna exclusiva. Los análisis de múltiples estudios en mujeres embarazadas han reportado que quienes tienen una dieta saludable y realizan ejercicio físico tienen una menor ganancia de peso durante el embarazo y también pierden peso más rápidamente durante el puerperio.
La dieta de reducción de peso en mujeres embarazadas con sobrepeso y obesidad no está indicada. Es muy importante mencionar que la restricción alimentaria durante el embarazo puede aumentar los riesgos de complicaciones para la madre y el bebé. Se ha documentado que incluso se incrementa el riesgo de preeclampsia. A la fecha, no hay estudios diseñados para evaluar la seguridad de perder peso en mujeres embarazadas obesas.
Los estudios en países en desarrollo han reportado que la alimentación exclusiva al seno materno y la introducción oportuna de alimentos de alta calidad nutritiva (micronutrientes y grasas esenciales) contribuyen a reducir el riesgo de obesidad. Se ha demostrado que esto protege contra la obesidad en edades posteriores.
Las recomendaciones alimentarias y el ejercicio deben ser indicados y supervisados por personal de salud entrenado para brindar este tratamiento durante el embarazo y el posparto. De la misma forma, la oferta de servicios debe ser congruente con el contexto social de la mujer. El Instituto de Medicina de las Academias Nacionales, en los Estados Unidos reconoce que la creación de las guías de práctica clínica puede ser generalizada, si bien su aplicación debe ser individualizada. Algunas propuestas importantes son: conocer el peso y estatura pre-gestacional, graficar la ganancia de peso durante el embarazo y compartir estos resultados con la mujer de forma que están informadas de su avance y también del progreso para lograr una ganancia de peso apropiada.
Es crítico incrementar la oferta de servicios de salud enfocados a la prevención y promoción de una buena nutrición y a la ampliación de la oferta de servicios de salud preventivos y de atención al sobrepeso y la obesidad desde los establecimientos de atención primaria dirigidos a mujeres jóvenes, en particular adolescentes que se embarazan. ¿De qué otra forma podría concientizar a las mujeres sobre el daño que el sobrepeso y la obesidad causan en ellas y sus bebés?
Manuel Cortés Bonilla es médico ginecobstétra con más de 30 años de experiencia profesional, ha dirigido distintos programas de salud reproductiva y atención prenatal para la Seguridad Social en México.
Alfie dice
Por más dietas que proseguía jamás podía sostener mi peso, bajaba ciertos y los volvía a
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