En Perú, el conocimiento de jóvenes y adolescentes cumpliendo una pena busca ser la base para inspirar el desarrollo y la implementación de ideas innovadoras para prevenir y combatir el crimen.
Seguramente todos hemos pasado por esta situación: sabemos que el problema existe, sabemos que deberíamos actuar, pero por alguna razón no logramos poner en práctica ese conocimiento. Es como cuando llegas a casa, ves el desorden y en vez de poner cada cosa en su sitio abres el armario, metes todo adentro y cierras la puerta. Listo, controlado el caos – por lo menos a primera vista. Y mientras esto puede ser una anécdota recurrente de nuestras vidas cotidianas, algo similar, pero a una escala mayor y con repercusiones mucho más alarmantes, está pasando cientos de veces cada día en nuestros países. Encerramos los problemas detrás de puertas y como sociedad preferimos cerrar los ojos ante uno de los retos más grandes de la región – la violencia y el crimen que permean nuestras ciudades y áreas rurales.
América Latina y el Caribe es la región con la más alta tasa de homicidios a nivel mundial, y para Perú las últimas cifras del Instituto Nacional Penitenciario dan cuenta que el país posee una población penitenciaria que supera las 85.000 personas, a las que se suman alrededor de 20.000 personas de medio libre que cuentan con permisos de salida. Es como si todos los habitantes de la ciudad de Pisco estuvieran cumpliendo una sentencia penal. Y estos son sólo los números de la población penitenciaria mayor de edad. Lo que estos números no muestran es la historia de aquellos jóvenes y adolescentes que están cumpliendo una pena en los centros juveniles.
Y esa es la historia que quisimos nosotros entender y contar a través del proyecto Liberando Ideas Lima, un programa implementado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en colaboración con el Ministerio de Educación y el Poder Judicial del Peru, con el apoyo de Alto Perú, CreativeLab, Red Ayni Perú. La iniciativa se diseñó partiendo de la idea de que estos jóvenes privados de libertad tienen un conocimiento único sobre el fenómeno de la violencia y la criminalidad, y al tener la oportunidad de compartirlo, este conocimiento puede servir como base para inspirar el desarrollo y la implementación de ideas innovadoras para prevenir y combatir el crimen.
Por eso, nos acercamos a ellos y usando metodologías de expresión a través del arte, el pensamiento de diseño y ejercicios basados en la creatividad y reflexión, durante varios meses facilitamos dinámicas con jóvenes y adolescentes de los centros juveniles de diagnóstico y rehabilitación de Lima y Santa Margarita. Buscamos entender mejor sus mundos, sus sueños y sus miedos, y usar estos relatos como punto de partida para identificar soluciones innovadoras a los principales retos identificados.
Niños y adolescentes son los que más sufren el círculo vicioso de la violencia, nacen y crecen en entornos que muchas veces les brindan pocas oportunidades y una vez que caen en la violencia y el crimen se les hace muy difícil salir. La supuesta libertad a la que vuelven una vez cumplidas sus sentencias al final muchas veces resulta ser más de lo mismo, no tienen acceso a redes más allá de las que lo llevaron a delinquir en un principio. Es un tema muy complejo y delicado. No se trata de pintar los ofensores como víctimas del sistema y tampoco es que no existan ya varias iniciativas públicas y privadas que buscan atender el problema en sus raíces. Pero lo que está claro es que tenemos aquí un tema que está lejos de ser resuelto y que nos concierne a todos. Cerrar los ojos antes esa realidad no es ninguna solución.
Lo que necesitamos, y lo que busca promover el concurso Liberando Ideas – Lima, son soluciones innovadoras para prevenir y reducir el crimen y la violencia juvenil, atendiendo alguno de los cinco retos previamente identificados por los jóvenes y adolescentes de los centros juveniles. Como resalta un estudio reciente del BID, las estrategias más prometedoras impulsadas por varias ciudades de la región, han logrado una combinación de medidas preventivas y de control que se basan, entre otros, en la priorización de acciones de prevención enfocadas en los grupos más vulnerables, una mayor participación del sector privado y de las mismas comunidades, y un uso estratégico de las nuevas tecnologías. ¡Y eso es lo que buscamos!
Concurso “Liberando Ideas Lima”
Liberando Ideas Lima es un concurso de innovación social que busca identificar y potenciar soluciones innovadoras enfocadas en prevenir la violencia juvenil. Las propuestas deben responder a los retos previamente identificados:
- Fortalecer las capacidades para los cuidadores de niños y jóvenes para asegurar una orientación adecuada.
- Transformar los barrios urbano-marginales en comunidades seguras, recreativas y saludables.
- Fomentar la exploración personal de talentos e intereses en niños y jóvenes en barrios en contexto de vulnerabilidad.
- Apoyar la reinserción en la sociedad de los/las jóvenes a su salida de los centros Juveniles.
- Facilitar el cambio a través de la capacitación e inserción profesional
¡Revisa en la web más detalles sobre los cinco retos del concurso y mándanos tu idea innovadora sobre cómo abordarlos! Las propuestas pueden estar en fase de idea, diseño, prototipo o implementación, y venir desde cualquier región del Perú. Y si participas tienes la oportunidad de recibir un premio de hasta US$10.000 que incluye incubación personalizada para tu propuesta y capital semilla para que empieces a implementarla. En línea con el espíritu del programa daremos prioridad a las soluciones tecnológicas y a las que involucren a los beneficiarios en el proceso de innovación, ayudándonos así a ver la realidad con otros ojos.
Más info y postulaciones en la web: bit.ly/liberandoideaslima
Fecha límite para postular: 22 de diciembre de 2018
Ildefonso de Jesús Hernández Cervantes dice
Aquí en mi país, México, no ha existido por parte del Gobierno, ni tampoco por parte de la iniciativa privada y la ciudadanía en general, interés ni intención de evolucionar en lo que es creatividad tecnológica tendiente a resolver los problemas que nos afectan. Tal cosa, por costumbre, se le ha dejado a los “países desarrollados” que consideramos tienen la capacidad de hacerlo y que en algún momento quizá nos proporcionen las soluciones o remedios. Lo que hemos desarrollado y patentado, los mexicanos, queda como simple curiosidad. En mi caso, lo que he dado en llamar “Innovaciones YONTO” ni siquiera se ha divulgado. De esta manera no solamente no avanzaremos sino que nos quedaremos más y más atrás de todos los países en este mundo.