América Latina es un continente con abundantes recursos naturales, y los sectores extractivos han influido a menudo en el desarrollo económico de la región. Casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe procede del sector extractivo, una cifra equivalente al valor generado por la agricultura. Las exportaciones mineras representan más del 50% del total de las exportaciones en algunos países (por ejemplo, Chile y Perú) y se espera que crezcan aún más en un futuro próximo, ya que ninguna transición energética será posible sin la mayor disponibilidad de muchos más minerales, especialmente el cobre y el litio. La publicación sobre Políticas de desarrollo productivo en la cadena de valor de la minería, profundiza en el tema.
Algunas nuevas investigaciones de un proyecto realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en colaboración con la Universidad de las Naciones Unidas UNU-MERIT, muestran que el sector, aunque tradicional, se ha caracterizado por cinco nuevas dimensiones notables en los últimos años. Veámoslas en secuencia.
1. El sector minero se ha vuelto más y más innovador.
A pesar de que a menudo se lo asocia con una imagen antigua y tradicional, el sector ha estado empleando nuevas tecnologías a un ritmo superior al de otros sectores. La proporción de la minería en el total de familias de patentes ha crecido notablemente desde el año 2000, y las publicaciones científicas se centran cada vez más en temas relacionados con la minería (Fig. 1 y 2)
2. ¿De dónde viene toda esta innovación?
No proviene de los países de producción minera, sino principalmente de los países avanzados con un sector industrial sofisticado y extremadamente diversificado. Solo China y Estados Unidos representan más del 10% tanto de la producción como de la innovación mundial. Esto contrasta con las cifras de Japón, que genera más del 10% de la innovación mundial pero genera menos del 0,1% de la producción de minerales. Sin embargo, lo importante no es únicamente dónde se genera la innovación relacionada con la minería, sino también cómo se importa y utiliza la innovación en otros lugares. Los países latinoamericanos son buenos importadores y usuarios de tecnologías e innovaciones generadas en el extranjero, lo cual es útil para aumentar su capacidad de innovación.
3. Las crisis del Covid-19 y del clima podrían aumentar los incentivos de las empresas líderes para deslocalizar algunos insumos y comprar a proveedores locales.
Pese a ello, investigaciones recientes (véanse las referencias al proyecto de investigación BID-UNU-MERIT) han demostrado cómo los proveedores mineros locales siguen sufriendo notables barreras para entrar en las cadenas de valor de la minería. Por nombrar solo algunos, la gobernanza de la cadena de valor no favorece el acceso debido a la inercia, la asimetría de información y poder y la aversión al riesgo de las empresas mineras líderes. Los contratos que regulan las relaciones con los proveedores son muy pobres e imprecisos, los proveedores no suelen tener la oportunidad de ensayar sus soluciones tecnológicas en yacimientos propios y el compromiso con el desarrollo conjunto de bienes y servicios con las empresas líderes es notablemente escaso.
4. Existen diferentes maneras de entrar a las cadenas de valor
Además, existiría un benificio de dicho acceso, innovando y captando mayores segmentos de las cadenas de valor que están a disposición de los proveedores mineros. La investigación ha demostrado que las siguientes ventajas han ayudado a acceder a las cadenas de valor en varias circunstancias:
- Localización: la proximidad entre las empresas mineras líderes y sus minas ofrece seguridad, flexibilidad, calidad y rapidez de interacción y respuesta.
- Ninguna mina es idéntica a otra: las especificidades del lugar son importantes, y las empresas mineras exigen soluciones a medida para problemas locales específicos. Esto representa una barrera de entrada, pero al mismo tiempo obliga a los proveedores a aprender e innovar, a buscar soluciones tecnológicas adecuadas.
- Las nuevas áreas del conocimiento científico y tecnológico: estas han adquirido un uso generalizado en el sector minero y abren nuevas oportunidades para los proveedores. Es el caso de la biotecnología, los nuevos materiales, las TICs y la automatización, como se mostró en el blog Puntos sobre la i (Pietrobelli y Calzada, 2018). Los proveedores que combinan estas competencias con las capacidades de entrar y establecer relaciones útiles dentro de los distintos niveles de la cadena de valor están aprovechando este potencial.
- La demanda de soluciones tecnológicas y organizacionales sostenibles está creciendo muy rápidamente:. La minería del futuro debe respetar todas las condiciones de sostenibilidad social. Las comunidades locales (y nacionales) están reaccionando con fuerza ante las amenazas que pesan sobre su entorno social y natural (fauna y flora) y han adquirido mucha ingerencia en los temas que los afectan. Estas amenazas han frenado notablemente las exploraciones e inversiones mineras en los últimos años en Perú (Bamber y Fernández-Stark, 2021), Brasil y otros países. Por ejemplo, ya en 2018, la federación chilena de las grandes empresas mineras (Consejo Minero) había reconocido que, la “licencia social” era considerada por el 43% de sus empresas afiliadas como el aspecto más crítico de la producción minera, muy por encima de otros puntos, y destacaba cómo el objetivo más estratégico sería la generación de confianza entre las empresas mineras y las comunidades locales (Consejo Minero,2018). El diseño y la implementación de prácticas que cumplan con la “licencia social” ofrecen oportunidades tanto a los proveedores locales como a las comunidades.
5. La demanda de actividades mineras ambientalmente sostenibles está aumentando rápidamente
La sostinibilidad dentro del sector pronto se convertirá en una condición obligatoria. Además, la transición energética exigirá más minerales, pero muchos de ellos son minerales con altas emisiones de carbono que requerirán tecnologías adecuadas para limitar su impacto ambiental. Los desastres medioambientales registrados en los últimos años (Navas-Aleman y Bazán, 2021) no pueden seguir tolerándose. Los planes de “descarbonización” ejercen cada vez más presión sobre las empresas mineras. La fase de exploración ha sido tradicionalmente una de las etapas de la cadena de valor que más innovación ha requerido (Figura 3). No obstante, un área que ha crecido más rápidamente es la de las patentes en tecnologías medioambientales (línea verde). Cada vez se producen más tecnologías para hacer frente a los crecientes retos medioambientales, como el tratamiento de aguas residuales, el tratamiento biológico del suelo, la eliminación de residuos y las tecnologías medioambientales relacionadas con el procesamiento de minerales y metales. Se trata de un área que también ha sido declarada como la más importante por las comunidades locales, donde tiene lugar la extracción minera y el refinado. Los proveedores capaces de ofrecer este tipo de soluciones y de cumplir con estos requisitos medioambientales disfrutarán de una notable ventaja competitiva.
En resumen, estas nuevas investigaciones confirman que la innovación y la capacidad de las empresas líderes y de los proveedores para responder a los retos de la sostenibilidad social y medioambiental determinarán el futuro de este sector en América Latina.
Otros títulos relacionados:
Innovación y competitividad en las cadenas de valor mineras: El caso de Argentina
Innovación y competitividad en las cadenas de valor de la minería: El caso de Brasil
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