Si alguna vez vieron la Tierra desde la Luna, al menos en foto o con ayuda de Google, podrán distinguir una maravillosa esfera de colores, donde los azules de los océanos se funden en armonía con los verdes de los bosques y los tonos marrones de las montañas. Sin embargo, si comenzamos a acercarnos, emergen los continentes, luego los desiertos, las ciudades, y en las ciudades aparecen edificios, calles y personas; cada componente distinto de los demás. Lo que parecía una esfera de colores integrados y coherentes es realmente la suma de una infinidad de diferencias: una amplia variedad de elementos donde domina lo heterogéneo.
Esta cuestión de perspectiva se repite en múltiples casos y el sector productivo no es la excepción. Usualmente se considera a las empresas de un país como un conjunto relativamente homogéneo, con características similares. Pero si las vemos con mayor detalle nos damos cuenta que las mismas difieren profundamente en términos de tamaño, organización, gerencia, tecnologías y comportamiento innovador, incluso si operan en el mismo país y sector. Y esto conduce a diferencias en términos de su productividad, es decir en su desempeño y resultados.
Por ejemplo, en Estados Unidos las empresas consideradas como “las más productivas” son en promedio dos veces más productivas que “las menos productivas”. Tomando el caso de las firmas del sector textil, esto significa que usando la misma cantidad de telas, máquinas de coser, diseñadores y vendedores, “las más productivas” obtienen el doble de piezas que “las menos productivas”. Este fenómeno es incluso más pronunciado en América Latina y el Caribe, así como en China e India, donde las diferencias llegan a ser de diez veces entre “las menos” y “las más” productivas (ver infografía).
Un economista diría que solo las firmas más productivas deberían permanecer en el mercado. Pero esto no se da en la realidad y empresas con distintos niveles de productividad coexisten. Esta situación podría ser explicada por el mal funcionamiento de los mercados, pero también por las dinámicas de comportamiento y las estrategias de cada empresa en particular.
En un nuevo libro nos enfocamos en explicar cómo las empresas de América Latina y el Caribe (ALC) difieren en una serie de características y decisiones, lo que termina influenciando su desempeño. La investigación presentada en la publicación está basada en datos individuales de empresas y abarca una gran cantidad de países de la región, muchos de ellos analizados por primera vez en estudios de este tipo.
¿Qué nos dicen los datos?
En este estudio se encuentra que cuanto más invierten las empresas en innovación, son más productivas. Este resultado se confirma también para las pequeñas economías del Caribe cuyas empresas nunca habían sido estudiadas con este nivel de detalle. Sin embargo, el impacto de la innovación en la productividad varía según el nivel de productividad, siendo mucho mayor para las empresas que ya son más productivas.
De manera consistente a lo que se conoce de otros países, también se muestra que para la región, el acceso a conexiones de banda ancha y a tecnologías de la información y la comunicación (TIC) fomenta la productividad de las firmas, pero solo en aquellas que dan un buen uso a estas tecnologías. Es decir, en aquellas empresas que usan las TIC no solo como herramienta de comunicación, sino para actividades complejas tales como la investigación.
Además, contrariamente a lo que se esperaría, la capacitación laboral en América Latina produce mejoras de la productividad solo en las grandes empresas y en las empresas que realizan esfuerzos de capacitación en conjunto con la inversión en investigación e innovación.
Igualmente, el estudio demuestra que el acceso al crédito también se asocia a la productividad en las empresas. Sin embargo, el crédito en la región usualmente va a las grandes empresas, lo que contribuye al aumento de la brecha de productividad con respecto a las empresas más pequeñas.
Las empresas con acceso a los mercados internacionales, las que reciben inversión extranjera y las que participan en cadenas de valor globales (CVGs) también poseen niveles de productividad más elevados. La relevancia del nuevo fenómeno de las CVGs se confirma en nuestro estudio al mostrar que la productividad mejora tanto por la participación en estas cadenas como por la posición que tienen las empresas a lo largo de ella.
¿Nos debemos preocupar?
¿Deberíamos preocuparnos por esta heterogeneidad, entender sus fuentes y la manera como las políticas pueden afectarla? Sí, estos niveles de heterogeneidad en la productividad son de hecho un problema serio. Si los recursos fuesen utilizados eficientemente, estos resultarían en retornos más altos y en mayor beneficio para la economía en su conjunto. En otras palabras, con este nivel de inequidad en la distribución de productividad, una economía producirá mucho menos de lo que potencialmente podría producir y, por lo tanto, se perderá una oportunidad de desarrollo.
Las políticas tienen que ser diseñadas a la medida de las necesidades de cada tipo de empresa y deben apuntar a las mejoras en las dinámicas internas de las empresas. Las reformas macroeconómicas en América Latina y el Caribe no han sido suficientes para promover mejoras de productividad y el crecimiento económico a niveles satisfactorios. Es por ello que estas políticas deberían ser complementadas con políticas microeconómicas, como por ejemplo ofrecer servicios de extensionismo tecnológico a las empresas de baja productividad, y conjuntamente implementar programas para incentivar la investigación en las empresas de mayor productividad.
Aunque se trata de una vista magnífica y única, solo mirar la Tierra desde la Luna nos haría perder su amplia y fascinante variedad. De igual manera, solo mirar las economías desde una visión macro nos haría perder una cantidad de detalles fundamentales para entender realmente las diferentes aristas del desarrollo.
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- Libro: “Firms Innovation and Productivity: The Engine of Economic Develpoment”
Generalmente los estudios en la región sobre innovación y productividad son a nivel macro. Este libro nos muestra lo que está pasando a nivel micro, en la empresa y en los sectores económicos de América Latina y el Caribe. Conoce más sobre como la innovación afecta la productividad en América Latina y el Caribe, y el rol que tienen el acceso a financiamiento, el capital humano, las TIC y la conexión con mercados internacionales, en estas dinámicas.
En la página web del libro podrás descargar de manera gratuita:
• Un resumen del libro (español e inglés )
• Infografías temáticas (español e inglés
• El libro completo (inglés)
Ricardo Monge González dice
Debido a la alta dispersión de la productividad entre las diferentes empresas y los diferentes sectores dentro de un mismo país en AL, es importante plantearse la pregunta de ¿cómo proceder a mejorar las condiciones de estas empresas considerando que las mismas son miles, sino millones en muchos casos? En otras palabras, ¿cual es el enfoque a utilizar para ir logrando avances significativos, así como el apoyo político a las iniciativas que se emprenden? En la mayoría de los casos las políticas tendientes a mejorar la productividad de las empresas son de corte transversal o demasiadas laxas como para tener un impacto verdadero. Al leer los hallazgos del libro me surge la pregunta ¿qué están haciendo en la India y China que reduce la brecha de productividad entre las empresas y que no se esta haciendo en AL?