A medida que la pandemia de Covid-19 cobra su cuota de vidas humanas y deja a los países con graves dificultades económicas, los gobiernos en América Latina y el Caribe se han apresurado a aumentar el gasto fiscal, incluso mientras los ingresos caen. Pero solo unos cuantos países podrán acceder a créditos y mercados sin sacrificar su sostenibilidad fiscal después de la pandemia. La mayoría tendrá que identificar ineficiencias tanto en los ingresos como en los egresos. Ahí es donde las intervenciones del comportamiento podrían jugar un papel fundamental para mejorar las devastadas finanzas públicas de los países de América Latina y el Caribe.
En nuestro resumen de políticas “Observaciones del comportamiento para impulsar las finanzas públicas con miras al futuro”, analizamos la evidencia de intervenciones que aplican observaciones del comportamiento para mejorar la eficiencia del gasto público y aumentar el cumplimiento del pago de impuestos. pueden resultar sumamente útiles en estos momentos tan difíciles.
Observaciones del comportamiento para las finanzas públicas
Un área importante es la infraestructura. Las observaciones del comportamiento pueden mejorar eficiencias en materia de infraestructura con intervenciones que alienten a las personas a conducir de forma más segura, a ahorrar agua y energía, y a pagar sus facturas de servicios públicos. Un ejemplo de ello es suministrar a los hogares información y retroalimentación individualizada sobre su consumo de agua y energía. También se ha demostrado que los mensajes basados en normas, que informan a la gente sobre normas no escritas que rigen el comportamiento dentro de una sociedad, las comparaciones con pares, y los dispositivos de planificación, entre otros recursos, reducen el consumo de agua y energía, ahorrando así dinero en subsidios energéticos a los gobiernos.
En la agricultura, las cuentas de ahorro restringidas, en las que las personas restringen voluntariamente sus retiros, pueden ayudar a dar un empujoncito a los agricultores para que ahorren a fin de que puedan comprar y utilizar fertilizantes de manera oportuna. Eso puede reducir el dinero que los gobiernos deben pagar en subsidios para fertilizantes.
Las intervenciones exitosas que fomentan el ahorro voluntario para la jubilación y la seguridad social significan un menor gasto gubernamental en pensiones a largo plazo. El BID las ha usado en República Dominicana, Chile, Colombia, Brasil y México para ayudar a la gente a tomar mejores decisiones de ahorro. Por ejemplo, en Brasil, los folletos enviados por correo a los trabajadores autónomos con recordatorios para pagar sus contribuciones a la seguridad social lograron aumentar el cumplimiento.
Las intervenciones del comportamiento también pueden mejorar los resultados educativos al incrementar el nivel de asistencia de maestros, directores y estudiantes, estimulando así la motivación de los estudiantes y reduciendo el desperdicio de gastos y tiempo de instrucción. Todas estas mejoras hacen que la educación sea más rentable.
Economía del comportamiento para una mejor salud
Por último, las observaciones del comportamiento pueden ayudar a reducir los costos de la salud pública mediante el fomento de la atención médica preventiva, que va desde las recomendaciones de higiene personal y distanciamiento físico durante la pandemia de COVID-19, hasta las vacunas y mejores dietas. Se han utilizado dispositivos de compromiso — recompensas o castigos autoadministrados por ciertos comportamientos — para aumentar el nivel de ejercicio en adultos y hacer recordatorios oportunos que han demostrado ser eficaces para aumentar el cumplimiento de los tratamientos. Por ejemplo, en una intervención diseñada por el BID para Guatemala, trabajadores comunitarios de la salud recibieron mensualmente listas de los niños que debían ser vacunados. Esto ayudó a dichos trabajadores a enviar oportunamente recordatorios a las familias de los niños y aumentó la tasa de finalización de la vacunación entre 2,2 y 4,6 puntos porcentuales de manera eficiente en costos. Actualmente, estamos proporcionando información sobre las recomendaciones de salud, simplificando esa información, apelando a las normas sociales, como la necesidad de un comportamiento recíproco, entre otros recursos, para ayudar a los gobiernos de toda la región a mitigar la curva de infección, ya que el aislamiento obligatorio es cada vez más relajado.
Impulsar la recaudación de impuestos
Usar observaciones conductuales para aumentar el cumplimiento tributario para aumentar ingresos fiscales después de la pandemia, podría resultar particularmente difícil. Los “empujones” (o nudges en inglés) son herramientas de política diseñadas para combatir sesgos, hábitos y barreras cognitivas que nos impiden tomar decisiones en pro de nuestro propio interés. En el contexto del cumplimiento de las obligaciones fiscales, se parte del supuesto de que las personas tienen suficiente dinero para pagar sus impuestos, pero que sesgos de comportamiento y obstáculos cognitivos le impiden hacerlo, por ejemplo, por creer en normas sociales distorsionadas o calcular erróneamente la probabilidad de pagar sanciones. Dichos sesgos y barreras pueden reducirse mediante la introducción de mensajes y recordatorios en las facturas de impuestos que proporcionen, simplifiquen y destaquen la información pertinente y hagan énfasis en la disuasión, con detalles sobre las multas y las consecuencias legales. Lo mismo pueden lograr los mensajes que le informan a la gente lo que hacen sus pares o lo que la sociedad aprueba o desaprueba (comportamiento descriptivo y normativo), apoyando, en el proceso, la moral y el cumplimiento fiscal. Sin embargo, las intervenciones del comportamiento tendrán poco efecto si los ciudadanos tienen dificultades financieras.
Hay muchos otros ejemplos en las esferas de gestión y reciclaje de residuos, ahorro, incentivos para los empleados, y otros que pueden utilizarse para aumentar los ingresos del gobierno. Y no olvidemos que la mayoría de estas intervenciones son extremadamente costo-efectivas (puede encontrar una estimación económica por sector en nuestro informe de políticas).
El campo de la economía del comportamiento tiene importantes contribuciones que aportar. Usarlas al diseñar políticas en América Latina y el Caribe puede conducir a mejores resultados y mejorar la vida de los ciudadanos. En estas circunstancias tan difíciles, necesitamos toda la ayuda posible.
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