Los empleadores latinoamericanos no encuentran los trabajadores que necesitan. Los trabajadores no tienen las competencias adecuadas, pero carecen de tiempo y recursos para formarse. Las microcredenciales -un tipo de credenciales alternativas- podrían ser una solución, ya que pueden aumentar el número de trabajadores con una competencia concreta. Pero, para que las microcredenciales sean una solución real, todavía hay retos que afrontar. ¿Cómo están abordando estos retos otros países?
Desajuste entre empleadores y trabajadores
Casi el 70% de los empleadores latinoamericanos tienen dificultades para encontrar los empleados adecuados. Las empresas necesitan competencias digitales o transversales, que pueden ser difíciles de encontrar o evaluar.
Por otro lado, casi el 60% de los adultos latinoamericanos no participan en la formación. El coste, seguido de la falta de tiempo, se encuentran entre las barreras más citadas para participar en educación o formación para adultos, junto con la falta de información.
¿Qué pueden ofrecer las microcredenciales al mercado laboral?
Las microcredenciales son una solución potencial para corregir los desequilibrios del mercado laboral, ya que:
- Pueden desarrollarse e implementarse rápidamente.
- Pueden ofrecer una solución en casos en que un posible empleado tenga un déficit en una determinada competencia requerida.
- Pueden ser útiles para hacer emerger y señalar competencias existentes.
- Permiten a los profesionales seguir formándose en pequeñas cantidades, mitigando el riesgo de obsolescencia de sus competencias.
- Podrían aumentar la participación en formación al reducir su coste en países donde la educación formal es cara, como en algunos países de América Latina, y el tiempo necesario para completarla.
Las microcredenciales están muy extendidas en algunos campos pero podrían utilizarse de forma más amplia
Muchos gobiernos y empresas, como Google o Microsoft, ya ofrecen microcredenciales para desarrollar competencias digitales. En Francia, por ejemplo, la iniciativa Pix es un servicio público en línea para evaluar, desarrollar y certificar competencias digitales. También se han desarrollado credenciales alternativas de este tipo en los ámbitos de la enfermería, la enseñanza y la recuperación medioambiental durante la pandemia en países como Dinamarca y Australia.
Las competencias transversales y las competencias básicas también podrían desarrollarse y certificarse mediante microcredenciales. La certificación de las competencias transversales sería especialmente útil para jóvenes que no estudian ni trabajan y para adultos que ya hayan abandonado el sistema educativo.
Algunas herramientas en línea, como la Herramienta de Perfiles de Habilidades de la OCDE, evalúan y visibilizan competencias transversales existentes, pero no ofrecen certificación.
Por otro lado, el desarrollo de competencias básicas a través de microcredenciales podría beneficiar a adultos que carecen de los niveles de alfabetización y aritmética necesarios para entrar o avanzar en el mercado laboral. Por ejemplo, migrantes y refugiados puedan carecer de capacidades lingüísticas en el idioma del país de acogida.
Sin embargo, para que las microcredenciales alcancen su potencial, es necesario resolver algunos retos.
Las microcredenciales deben ser:
- De alta calidad.
- Reconocidas en el mercado laboral.
- Apilables, con la opción de ser combinadas en credenciales de mayor nivel.
- Portátiles, permitiendo a sus titulares que sus microcredenciales sean reconocidas por instituciones distintas a la que las otorgaron.
- Conocidas y utilizadas por adultos.
Los países que están avanzando en regular las credenciales alternativas
Para afrontar algunos de estos retos, varios países están regulando las credenciales alternativas como por ejemplo las microcredenciales. Sin embargo, el marco regulatorio adecuado depende de las especificidades de cada mercado de formación.
En 2018, la Autoridad de Cualificaciones de Nueva Zelanda creó un sistema de garantía de calidad para las microcredenciales, definió una normativa específica y estableció estándares de calidad. En Nueva Zelanda, los programas de microcredenciales se definen como una oferta educativa independiente y cuentan con la participación obligatoria de empleadores, lo que garantiza el reconocimiento de las microcertificaciones por parte de estos.
En junio de 2022, el Consejo de la Unión Europea (UE) adoptó la Recomendación relativa a un enfoque europeo de las microcredenciales para el aprendizaje permanente y la empleabilidad, gracias a la cual las microcredenciales se desarrollarán, utilizarán y compararán de forma coherente en los Estados miembros de la UE entre los diferentes actores, sectores, ámbitos y fronteras.
Esta normativa establece un enfoque europeo y hace hincapié en el uso potencial de las microcredenciales para la mejora de las competencias, destacando la importancia de su portabilidad y apilabilidad.
El desafío de dar a conocer las microcredenciales
La portabilidad y la aplicabilidad siguen siendo un problema para las credenciales desarrolladas exclusivamente por el sector privado. En consecuencia, las credenciales alternativas deben construirse colaborativamente entre los empleadores privados (como proveedores y usuarios de credenciales) y las instituciones educativas.
Esta colaboración, además, tiene el potencial de garantizar una buena alineación del contenido de las microcredenciales con las necesidades del mercado laboral y aprovecha los beneficios que implica la participación de las instituciones educativas: poder articular las microcredenciales en créditos para programas académicos e integrar rápidamente nuevos conocimientos en programas educativos.
Por último, para que las microcredenciales sean útiles, trabajadores y buscadores de empleo deben conocer su existencia y su valor en el mercado laboral. Para ello, la orientación profesional es un instrumento político crucial.
Mediante la orientación profesional, se puede identificar las carencias de competencias de los adultos y las oportunidades para cubrir estas carencias, por ejemplo, utilizando las microcredenciales.
Los trabajadores también pueden conocer las microcredenciales existentes a través de catálogos informativos de cursos, tales como el catálogo del sistema de la Compte Personnel de Formation francesa (cuenta individual de formación). Además del catálogo de cursos, este catálogo proporciona una evaluación del nivel de competencia del adulto a través de información autodeclarada.
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Las microcredenciales podrían ser una solución para apoyar el aprendizaje permanente y ayudar a los empleadores a encontrar las competencias que necesitan. ¿Cómo se utilizan las credenciales alternativas en tu país? ¡Háznoslo saber en la sección de comentarios más abajo!
Evelyn López Zárate dice
Excelente artículo e información, la utilizaré en mi trabajo y de seguro me entregará nuevas herramientas para mejorar nuestros servicios educativos.
Laura Molina dice
Muy buen artículo Me abrió la cabeza para identificar las distintas aristas que tiene este valioso instrumento de las microcredenciales. En el Instituto Tecnológico Universitario (UNCUYO) hemos tenido una experiencia piloto de inicio en el 2022. Hay muchas cosas para ajustar, estamos encaminados.