Este blog fue escrito en conjunto con Leonardo Ortiz Villacorta quien es Vicepresidente de Alianzas Internacionales en Code.org.
Code.org es una organización sin fines de lucro, dedicada a expandir el acceso a las ciencias de la computación a todos los estudiantes de todas las escuelas, con énfasis en aumentar la participación de mujeres y grupos subrepresentados.
Hoy en día, las economías y sociedades se encuentran más interconectadas que nunca por la tecnología digital. Lo vemos en nuestra vida cotidiana en la forma en que nos comunicamos, aprendemos, trabajamos, nos divertimos o interactuamos con el gobierno y las empresas. Las implicaciones del progreso de la economía digital y de un mundo laboral que se transforma de manera acelerada son, por tanto, muy relevantes para las decisiones de política pública.
En los últimos 20 años los sistemas educativos han hecho un gran esfuerzo por insertarse en la transformación digital, equipando escuelas con computadores y acceso a internet, incorporando la alfabetización digital en el currículo y utilizando la tecnología para los procesos de enseñanza. Si embargo, aún son pocas las escuelas en el mundo que están enseñando a los estudiantes a ser creadores de tecnología y no solo consumidores de ella.
La pandemia dejó en evidencia la exclusión educativa y el conjunto de desigualdades (económicas, sociales y educativas) presentes en todos los países de la región. Probablemente una de las brechas que más ha golpeado al sector educativo fue la que tiene que ver con el acceso a tecnología, conectividad, y recursos tecnológicos en América Latina y el Caribe. La crisis en educación ha sido tal, que la búsqueda de soluciones para brindar mayor conectividad a internet, acceso a recursos tecnológicos, diseminación de prácticas y propuestas pedagógicas se ha vuelto urgente para los sistemas educativos.
¿Por qué entonces, en la mayoría de las escuelas de América Latina y el Caribe los docentes enseñan las mismas asignaturas que se enseñaban hace 100 años? El debate sobre el futuro de la educación tiene no sólo que centrarse en la transformación de cómo enseñamos sino en repensar qué enseñamos. Y en un mundo donde los empleos se automatizan rápidamente y las habilidades para los nuevos empleos requieren habilidades digitales avanzadas, cualquier discusión sobre el futuro del trabajo debe ir acompañada de una discusión sobre el futuro del currículo escolar.
Por esta razón, el proyecto “Código para el Caribe” busca formar capital humano en los países de la región con un enfoque innovador basado en las ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemática (STEAM por sus siglas en inglés). Este proyecto busca fortalecer las habilidades digitales, de vida y de emprendimiento de los estudiantes, para que estén mejor preparados al integrarse al mercado laboral. Buscamos expandir este enfoque innovador a toda la región, pero empezamos por el Caribe por el nivel de rezago en que aún se encuentra en estas áreas. Por ejemplo, la matrícula en ciencias en secundaria es baja: las tasas de matrícula actuales oscilan entre el 2% y el 7%, en comparación con un promedio del 10% en los países de la OCDE y del 13% al 18% en economías sólidas de investigación e innovación como Alemania.
Para garantizar que se cree la capacidad requerida en las escuelas para impartir estas asignaturas, este proyecto capacitará a un grupo de entrenadores de educación terciaria que a su vez enseñarán a los estudiantes de secundaria ciencias de la computación. Este piloto dotará a estudiantes de secundaria de habilidades críticas como el pensamiento computacional, resolución de problemas, inteligencia artificial y otras que, combinadas con habilidades blandas y de emprendimiento, les ayudarán a ser más exitosos en el mercado laboral del futuro.
Para poder llevar a cabo un proyecto de esta escala, el BID está trabajando junto con Code.org para hacer una evaluación regional en el Caribe que permitirá entender la infraestructura, sistemas educativos, y nivel de interés de parte de instituciones públicas para implementar un currículo que incluya las ciencias de la computación. Este proyecto cuenta con el financiamiento de la Fundación Porticus y del Fondo Japonés para el Desarrollo.
Al colaborar con una institución con una visión holística como Code.org, el proyecto se beneficia de una vasta experiencia de implementación en cerca del 50% de las escuelas en los Estados Unidos y más de 400 horas de currículo que ya está siendo utilizado por sistemas educativos en todos los continentes. También se beneficia de una visión global que capitalice iniciativas existentes y genere mayor interés para escalar.
¿Y tú, estás interesado en conocer más sobre el proyecto y sobre los contenidos de Code.org? No dejes de visitar su sitio web y aprende más de tecnología junto a ellos y con la construcción de este proyecto. Y comparte con nosotros tu opinión sobre programas enfocados en las ciencias de la computación en la sección de comentarios o en Twitter mencionando a @BIDEducacion #EnfoqueEducacion.
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