Vivimos un tiempo en el que abunda el ruido. La dinámica de las redes sociales y de nuestras comunicaciones interpersonales mediadas por la tecnología nos impulsa a hablar, escribir y opinar a toda hora, por el simple hecho de formar parte de la conversación. Y aunque parezca que hay diálogo, este es un tiempo en el que poco nos escuchamos con atención. En este escenario, más que nunca que las personas necesitamos desarrollar la habilidad de escuchar.
¿Qué es la escucha activa?
La periodista Kate Murphy, que contribuye en el diario The New York Times y es autora del libro “No estás escuchando. Lo que te estás perdiendo y por qué importa” (en inglés: You are not listening. What you are missing and why it matters) dice que “Solo al escuchar nos involucramos, entendemos, empatizamos, cooperamos y nos desarrollamos como seres humanos. Es fundamental para cualquier relación exitosa: personal, profesional y política”.
Dado que la escucha activa se centra en la empatía y la comprensión, esta incluye tres elementos esenciales:
• La participación no verbal de los oyentes.
• La reflexión de los oyentes sobre los mensajes de los hablantes hacia el hablante.
• Las preguntas de los oyentes al orador para fomentar su elaboración y mayores detalles.
Escuchar es una de las capacidades y habilidades básicas para la vida, fundamental para el éxito en la vida personal, académica y en el ámbito laboral. De hecho, escuchar activamente trae enormes beneficios, tanto en contextos personales como profesionales. De hecho, esta habilidad puede transformar la calidad de la comunicación y fortalecer los lazos entre las personas.
Sin embargo, lograrlo no es tan simple y requiere de entrenamiento. La buena noticia es que se puede enseñar y es una de las habilidades que necesitan conocer los niños, niñas y adolescentes para prosperar en este Siglo XXI.
¿Por qué es importante la escucha activa? 4 beneficios de la escucha activa
No se trata solo de oír lo que dicen los demás, sino de comprender sus puntos de vista, sus emociones y sus necesidades. Escuchar activamente implica prestar atención, mostrar interés, hacer preguntas y evitar interrumpir o juzgar. Por eso, aquí te presentamos cuatro de los principales beneficios, incluidos en la publicación “Habilidades para la vida: escuchar” (en inglés: “Skills for Life: Listening“).
1. La escucha activa mejora la comunicación.
Uno de los beneficios de saber escuchar de forma activa es que logramos entender qué piensa, siente y quiere transmitir el otro. Cuando prestamos atención no solo a sus palabras sino también a sus gestos, es decir, a su lenguaje corporal, obtenemos una comprensión mucho más profunda y esto nos permite evitar malentendidos y errores de comunicación. En otras palabras, la escucha activa puede mejorar nuestras relaciones interpersonales y la comunicación efectiva. Además, al escuchar demostramos interés y respeto por el otro, lo que favorece un clima de confianza y colaboración, lo que es clave por ejemplo en el ámbito laboral. Investigaciones de Izchakov y Kluger (2018) encontraron que desarrollar una cultura de comunicación basada en la escucha genera que los trabajadores se sientan más relajados, más conscientes de sus fortalezas y debilidades y más dispuestos a reflexionar de forma no defensiva, lo que redunda en una mejora en la comunicación.
2. La escucha activa aumenta el aprendizaje.
Otra ventaja de saber escuchar es que ayuda a aprender información relevante y a asimilar conocimientos de diferentes fuentes. Por ejemplo, las habilidades auditivas permiten a los niños acceder a información que pueden procesar (Jalongo, 2010). De hecho, los primeros tres años de vida son críticos para desarrollar conexiones auditivas y neuronales en el cerebro, y las experiencias auditivas tempranas son piedras fundamentales para construir las habilidades necesarias para la alfabetización. La habilidad de escuchar puede mejorar la comprensión lectora, el aprendizaje y el rendimiento académico.
3. La escucha activa estrecha vínculos entre personas.
Mantenemos nuestras conexiones con otros mediante la escucha. Por lo tanto, la escucha activa promueve las relaciones sólidas o, dicho de otra manera, es una habilidad fundamental para cualquier relación exitosa. Escuchar promueve la resolución de conflictos y permite desarrollar otras habilidades que se vinculan con nuestra inteligencia emocional como la empatía, lo que lleva a un mejor entendimiento y colaboración entre pares. Además, demuestra respeto, interés y confianza hacia el otro.
4. La escucha activa mejora la salud mental.
Saber escuchar también tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional. Al escuchar a otras personas podemos sentirnos acompañados, comprendidos y apoyados en momentos difíciles. Esto nos ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Una investigación de Umphrey y Sherblom (2017) evidencia que escuchar “no solo nos conecta” sino que también “facilita la autorreflexión y nos ayuda a comprender y desarrollar nuestras formas de pensar y sentir”.
¿Cuáles son las características de la escucha activa? El proceso de escuchar, paso a paso.
Los investigadores suelen explicar el complejo proceso de escuchar como una serie de etapas de comunicación entrelazadas.
- Recepción: el proceso de escucha se centra en los mensajes que recibe el oyente. Se trata de un proceso que implica todos los sentidos y no solo la audición. De hecho, gran parte de la escucha se produce mediante el contacto visual: el lenguaje corporal de un hablante puede transmitir más que su mensaje verbal
- Atención: el foco de atención del oyente está en el centro de este proceso. Como oyentes, procesamos cognitivamente mucho más rápido que el ritmo típico de conversación, por lo que se requiere concentración disciplinada para permanecer conectados con el hablante.
- Percepción: la recepción del mensaje se ve afectada no sólo por el nivel de atención del oyente sino también por sus filtros perceptivos. Los oyentes aportan toda una vida de experiencia cognitiva, afectiva y conductual a cada interacción comunicativa, y esa experiencia influye en cómo interpretan el mensaje recibido.
- Interpretación: una vez recibido, atendido y percibido el mensaje, el oyente pasa a la etapa de interpretación.. Esto requiere encontrar “coincidencias” cognitivas y sensoriales en la memoria. Si no hay coincidencia, el proceso de comunicación puede detenerse, porque el oyente no puede hacer nada con el mensaje. Sin embargo, si hay alguna forma de interpretar el mensaje, entonces el contacto visual y la interpretación auditiva y sensorial permite al oyente dar sentido claro a lo que ha recibido. Idealmente, este mensaje es consistente con la intención del hablante, estableciendo congruencia entre la comprensión del oyente y del hablante.
- Respuesta: las respuestas al mensaje interpretado ocurren tanto interna como externamente. Internamente, el oyente almacena el mensaje recibido para recuperarlo y utilizarlo en otro momento. Externamente, el oyente proporciona retroalimentación con su lenguaje verbal o no verbal al hablante para promover los objetivos de comunicación del encuentro.
Aprender a escuchar: relevante desde la primera infancia y hasta la adultez
A pesar de la importancia de la escucha activa y aunque los estudiantes pasan entre el 50% y el 75% del tiempo en clase escuchando a sus profesores, pares o materiales audiovisuales, la habilidad de escuchar no es priorizada en los currículos escolares (Jalongo, 2010).
Esto tiene consecuencias para la vida adulta también. Para el momento en que una persona es adulta, necesita saber escuchar para prosperar en el mundo laboral. Un estudio reciente sobre las habilidades que los empresarios buscan en los recién contratados sitúa a la comunicación en el primer lugar (Carnevale et al., 2020). Es que escuchar es clave para comunicar de manera efectiva y también para la toma de decisiones.
Dada la importancia de esta habilidad en el Siglo XXI, ¿Cómo desarrollamos la capacidad de escucha activa en las nuevas generaciones?
¿Cómo se desarrolla una buena escucha activa? 4 pasos para lograrlo
1. Prepararse para escuchar
Determina cuál es el objetivo de la escucha y haz coincidir tu objetivo con las metas de quien habla. Además, prepara un entorno físico y emocional para facilitar esa escucha. Eso implica dejar de lado pensamientos y preocupaciones para concentrarse en el hablante.
2. Involucrarse en la escucha activa
Esto significa concentrar la energía en el proceso de escuchar, centra la atención y concentración en quien habla, tratar de entender el lenguaje verbal y no verbal de la otra persona y grabar su mensaje en la memoria.
3. Hacer preguntas
Puedes animar a quien esté hablando mediante la formulación de preguntas abiertas y la entrega de retroalimentación apropiada, tanto verbal como no verbal.
4. Deconstruir la experiencia de escucha
Reflexiona sobre cómo escuchaste, qué funcionó y qué no, para mejorar de cara a futuras experiencias de escucha.
¿Quieres saber más sobre cómo desarrollar la habilidad de escucha activa para avanzar en tu desarrollo personal y profesional? ¿Crees que es una habilidad que debería enseñarse en la escuela? ¡Déjanos tu comentario! Si quieres saber más sobre habilidades transversales, lee este blog. Y si quieres conocer más sobre las Habilidades del Siglo XXI, visita nuestro sitio web.
Ester Legisos Puas dice
Gracias por su aporte, soy psicóloga y me desempeño en dos áreas tanto en clínica como consultor de empresas abordando Desarrollo Organizacional. He detectado que uno de los temas mas importante es “La comunicación”, El poco tiempo que dedican a practicar la escucha activa y por supuesto la desconstrucción de la escucha. Un tema apasionante para evitar el mal clima laboral.
Dulce Andres Hernandez dice
La información aportada es de gran ayuda para aquellos que requieren saber del tema mas a fondo y de manera sintetizada,ya que aquellos temas que tienen que ver con la escucha no es muy deficiente.
MARIA ENID GARCIA dice
soy profesional de psicología y estoy encaminada a desarrollar la empatía y la compasión y tomo como elemento fundamental y central escuchar ,fue de gran importancia para mi este gran articulo muy agradecida.
Respecto a la pregunta, si esta habilidad debería enseñarse en la escuela? ¡ estoy totalmente de acuerdo, la escucha activa permite avanzar en el desarrollo personal y profesional, La escucha activa es la base de la adecuada comunicación humana.