En diciembre de 2022, Kate Brodeur, profesora asistente de la Universidad Estatal de Bowling Green, la principal institución de formación de maestros en Ohio, le presentó una idea al director de la escuela primaria Crim, Zeb Kellough: ¿estaría interesado en que 57 estudiantes de esa institución trabajaran como tutores en su escuela?
Zeb no lo dudó. Había visto las pérdidas de aprendizaje entre sus estudiantes durante la pandemia y creía que las tutorías podrían ayudar. La primaria Crim está a unas cuantas cuadras de Bowling Green, y es la escuela de más bajo rendimiento en la ciudad. Casi el 90 por ciento de los estudiantes viven en o por debajo de la línea de pobreza.
Durante mucho tiempo, los estudiantes de educación de Bowling Green han realizado prácticas en las escuelas públicas locales como parte de los requisitos de enseñanza práctica. Sin embargo, los estudiantes de Bowling Green que llegaron a Crim tuvieron un papel muy diferente tras la pandemia: servirían como tutores brindando instrucción en grupos pequeños a una selección de estudiantes, en sesiones de 30 minutos, tres veces por semana.
Gracias a esta experiencia, la decana de la Facultad de Educación y Desarrollo Humano de Bowling Green, Dawn Shinew, pudo ver cómo las tutorías de verano y extraescolares beneficiaban tanto a los estudiantes universitarios como a los jóvenes que recibieron las tutorías. Fue por esto, que le dio luz verde a su equipo para reelaborar los requisitos de graduación de Bowling Green, exigiendo que cada estudiante pasara al menos un semestre trabajando como tutor.
Si este modelo se extiende a nivel nacional podría mejorar en gran medida la experiencia de la capacitación para los aproximadamente 500.000 estudiantes que planean convertirse en maestros, en los 1.500 programas nacionales de formación inicial docente. Como beneficio adicional, o tal vez el principal, el despliegue de estudiantes de educación habilitaría una vasta fuente de tutores de alta calidad para las escuelas.
Los distritos escolares han implementado tutorías como su principal respuesta académica a la pandemia: aproximadamente la mitad de todas las escuelas públicas en Estados Unidos han ofrecido uno o más programas de tutoría a sus estudiantes. Las tutorías representan un beneficio mutuo, ya que puede mejorar los resultados de los estudiantes y preparar mejor a los futuros maestros para las aulas en las que la tutoría desempeñará un papel clave.
Tutorías en acción

Grace Kirk, estudiante de educación en la Universidad Estatal de Bowling Green, se involucra con un grupo de estudiantes en una sesión de tutoría en la Escuela Primaria Crim como parte de su capacitación docente.
En el otoño de 2024, durante el segundo año completo del programa, 60 estudiantes de educación de segundo año dedicaron tres días a la semana a dar clases particulares en una de las seis escuelas de los distritos cercanos. Este año, otros 90 están dando clases particulares en las escuelas. Como tutores, no reciben remuneración, pero las horas de tutoría cuentan como horas de práctica para poder graduarse y constituyen una parte obligatoria de los cursos de pedagogía de educación primaria que deben tomar.
Los planes de lecciones de tutorías que deben presentar sirven como parte de sus cursos universitarios. En cada trimestre de 12 semanas, deben someterse a observación, al menos dos veces, durante sus tutorías.
Muchos han valorado la experiencia de la tutoría. Una estudiante dijo que aprendió mucho sobre el propósito y la importancia del monitoreo de las intervenciones pues reportar el progreso de varios estudiantes durante el trimestre profundizó su conocimiento conceptual y su conocimiento práctico de por qué y cómo esa parte de la enseñanza es importante. Otra tutora dijo que la oportunidad de crear planes de clase y probarlos con los estudiantes le servirá cuando tenga su propio salón de clases y deba planificar las lecciones todos los días.
Los tutores de Bowling Green dicen que valoran cómo la tutoría facilita su camino para trabajar con los estudiantes. “Es mucha presión sentir que podría perder el tiempo de los niños o del maestro”, me dijo un estudiante durante la clase semanal sobre la instrucción de matemáticas elementales que también cubre prácticas efectivas de tutoría. “Pero la tutoría se siente como una forma menos riesgosa para obtener experiencia de la que realmente puedo aprender”. Tanto los profesores como los estudiantes de educación de Bowling Green se han convencido de que las tutorías son esenciales para construir una base sólida para la enseñanza. Ven la tutoría no como un reemplazo de la enseñanza tradicional de los estudiantes, sino como un puente entre observar y liderar un aula.
Un trabajo en curso
El equipo de Bowling Green está trabajando para ajustar el programa de tutorías a medida que aprenden. De acá al 2026, planean que los estudiantes de primer año tomen el curso de instrucción de fonética requerido por la universidad, que actualmente no se ofrece hasta el segundo año, para que los tutores tengan ese material en su haber antes de comenzar a ayudar a los estudiantes en Crim y en otros lugares con la lectura.
No todos los maestros del programa adoptan la definición de “tutoría de alto impacto”: algunos no siempre les dan a los estudiantes de Bowling Green la ventana completa de 30 minutos, y algunos les piden a los tutores que trabajen con diferentes estudiantes de una sesión a otra, a pesar de que el estándar para la tutoría de alto impacto exige asignar a los estudiantes al mismo tutor. También es posible que el diseño actual del programa no permita suficiente tiempo para obtener los máximos beneficios: para dar a los estudiantes tutores la oportunidad de trabajar tanto en matemáticas como en lectura, cada uno pasa seis semanas dando clases particulares de una materia y luego cambia para las segundas seis semanas. La mayoría de las investigaciones sobre tutorías recomiendan 10 semanas de tutoría o más.
Aun así, los primeros resultados son alentadores: los puntajes de las pruebas de Crim en la evaluación de lectura del estado aumentaron de 53 por ciento en la primavera de 2022 a 65 por ciento de competencia en 2024. Algunos maestros de Crim ahora solicitan dos o tres tutores de Bowling Green cada semestre. Kellough dice: “Ni siquiera puedo imaginar lo que haríamos si no tuviéramos estos tutores. Nuestros beneficios comenzarían a desaparecer”.
Más escuelas de formación docente se unen al movimiento
Otros 27 programas de preparación para educadores y organizaciones sin fines de lucro, junto con Bowling Green, se unieron a la Red de aspirantes a maestros como tutores lanzada en 2023 por la organización nacional sin fines de lucro Deans for Impact. Todos los miembros de esta colaboración están trabajando para que más maestros en formación actúen como tutores.
EduTutorVA, uno de los socios sin fines de lucro, coloca a estudiantes universitarios como tutores virtuales en las escuelas públicas de Virginia. La cohorte actual de 150 tutores representa a 14 instituciones de educación superior, desde colegios comunitarios hasta la universidad estatal. Alrededor del 20 por ciento de los tutores de este año se especializan en educación, pero la directora ejecutiva de EduTutorVA, Meredith Fortner, espera que esa proporción aumente a medida que más decanos de escuelas de educación reconozcan el valor de las tutorías como experiencia de campo previa al servicio.
Willis Walter, decano de la facultad de educación de la Universidad Estatal de Virginia (VSU, por sus siglas en inglés), es uno de esos decanos. Varios estudiantes de educación de VSU están trabajando este año como tutores de EduTutorVA en las Escuelas Públicas de Richmond, y Walter está empujando a su escuela en la dirección de Bowling Green, con la esperanza de hacer que la tutoría sea un requisito de grado. También está liderando una conversación entre otros decanos de escuelas de educación de Virginia sobre el papel que debe desempeñar la tutoría en la formación de maestros.
Walter dice que sus estudiantes de VSU disfrutan las tutorías. “Todos quieren ser parte de la vida de las personas y quieren ayudar a los estudiantes. Es por eso que muchos de ellos se dedicaron a la educación en primer lugar”. Al igual que Shinew en Ohio, Walter quiere que sus estudiantes entiendan completamente lo que implica la enseñanza antes de comprometerse con un puesto en el aula.
Michael Routhouska, director de la Escuela Primaria William Ramsay en Alexandria, Virginia, dice que la tutoría ha tenido un impacto real. El año pasado, los estudiantes que recibieron tutorías saltaron de un 28 por ciento de competencia a un 70 por ciento de competencia en la evaluación estatal de lectura. A diferencia de los estudiantes de Bowling Green, es posible que estos tutores no estén inscritos en un curso que ofrezca apoyo explícito, pero trabajan con un entrenador proporcionado por EduTutorVA. El entrenador se relaciona con todos los tutores asignados a una escuela determinada, observando múltiples sesiones de tutoría y proporcionando retroalimentación.
“Los tutores están muy abiertos a los comentarios”, dijo la entrenadora Brenda Tarquinio, ex maestra de las Escuelas Públicas de Alexandria City. “Nunca he tenido uno solo que se oponga a nada de lo que comparto, y a menudo me dicen lo útil que es esto. Realmente quieren hacer un buen trabajo”. Fortner dice que varios tutores han compartido con ella que están cambiando sus carreras a la educación después de pasar el año dando tutoría.
Los estudiantes universitarios son una fuente natural de tutores, y la oferta podría crecer drásticamente si más escuelas de educación adoptaran el enfoque de Bowling Green, incorporando un semestre o más de tutoría de alto impacto en el curso de estudio del aspirante a maestro. Las escuelas de educación también podrían aprovechar el enfoque de EduTutorVA para crear oportunidades significativas de tutoría virtual.
Otras organizaciones, como Teach for America, también están utilizando a estudiantes universitarios como tutores. Su beca TFA Ignite paga a los estudiantes universitarios un estipendio para dar tutorías a un pequeño grupo de estudiantes cuatro días a la semana en sesiones de 30 minutos durante 10 semanas. Más de 2.200 estudiantes universitarios se han desempeñado como becarios Ignite de TFA desde 2020, y un número creciente de ellos se han unido al Cuerpo de TFA como maestros después de graduarse.
Si una cuarta parte de los estudiantes de formación docente de Estados Unidos trabajaran como tutores cada año, dando tutoría a tres grupos de estudiantes tres veces a la semana (dedicando alrededor de seis horas a la semana, incluido el tiempo de planificación), alrededor de un millón de estudiantes estadounidenses podrían experimentar tutorías de alto impacto, y muchos futuros maestros adquirirían las habilidades y la confianza para desempeñar su función como docentes de manera efectiva, una victoria para los estudiantes, los maestros y el país en su conjunto.
Si queremos que los maestros del mañana estén preparados aprovechar adecuadamente la tecnología en rápida evolución y comprender las necesidades de los estudiantes del siglo XXI, quizá solo sea sentido común pedirles que dediquen tiempo a participar en prácticas que producen resultados probados para mejorar el aprendizaje de los estudiantes, como las tutorías. Y tal vez esta innovación presente una oportunidad para reimaginar la educación, las escuelas y la preparación de los maestros.
Nota: Esta es una versión traducida y abreviada del artículo “Colege Students as Tutors: An Innovation with an Impact”, que se publicó originalmente en la revista Education Next y está disponible en: College Students as Tutors: An Innovation with an Impact – Education Next
Sobre la autora: Liz Cohen es vicepresidenta de políticas de 50CAN, investigadora en el Instituto de Política Educativa de la Universidad Johns Hopkins y autora del libro de próxima aparición The Future of Tutoring: Lessons from 10,000 School District Tutoring Initiatives (Harvard Education Press). Reportó este artículo en su antiguo papel como directora de políticas en FutureEd, un centro de investigación de la Escuela de Políticas Públicas McCourt de la Universidad de Georgetown.
Desde el BID hemos apoyado el desarrollo de programas de tutorías para acelerar aprendizajes fundacionales en varios países de la región. Si quires aprender más sobre tutorías y aceleración de aprendizajes te invitamos a leer otro de nuestros blogs acá y a descargas nuestra publicación acá.
