Apostar por un mejor futuro para los niños es posible a través de acciones clave que promueven buenas pautas de crianza y estimulación temprana de manera integral e impulsen el desarrollo infantil.
¿Alguna vez te dijeron que aprender un segundo idioma es mucho más fácil siendo niño? Esto se debe a la particular elasticidad que presenta el cerebro en los primeros 5 años de vida, característica que no se repite en ninguna otra edad del ser humano. En esta etapa, el cerebro crece más que en cualquier otro momento y por ello, lo que sucede en ese momento es determinante para toda la vida.
Los primeros años de la vida de un niño representan una oportunidad única para sentar las bases de su desarrollo psicosocial. Promover su estimulación cognitiva y afectiva es especialmente relevante en la ventana de cero a tres años en países donde se concentran altas tasas de desnutrición y morbilidad infantil y donde gran parte de la población de menores inicia su carrera educativa sin las competencias adecuadas.
Para obtener resultados a largo plazo, es necesario tener un enfoque integral, en donde no solo se atienda al niño, como receptor del servicio, sino también se trabaje con los jardines de infantes, las familias y los centros de salud. Esto solo se logra a través de políticas que promueven el desarrollo integral de los niños menores incorporando nutrición, estimulación temprana y adopción de nuevas prácticas de crianza afectiva.
Para lograr este desarrollo integral, hay tres áreas clave:
1. Lactancia Materna y nutrición infantil
La lactancia materna tiene numerosos beneficios para la salud de los niños, la de sus madres y la interacción entre ambos. Entre los niños que se benefician de la lactancia materna exclusiva se registran mayores posibilidades de supervivencia y menor mortalidad infantil. Además, estos niños corren un menor riesgo de contraer enfermedades crónicas e inmunológicas y su desempeño es mejor en pruebas de inteligencia. En tanto, las madres que practican lactancia materna tienen 7% menor probabilidad de tener cáncer de seno invasivo y 30% menor probabilidad de sufrir cáncer de ovario si ha amamantado durante más de 12 meses.
La Organización Mundial de la Salud recomienda iniciar la lactancia dentro de la primera hora de vida y adoptar la lactancia exclusiva por los primeros seis meses. Se promueve la lactancia exclusiva hasta los 6 meses, la ingesta de alimentos saludables en cada etapa de la niñez, la vacunación y la prevención y atención a enfermedades prevalentes en la primera infancia, entre otras iniciativas.
2. Visitas domiciliarias
Cuando cuentan con un visitador adecuadamente capacitado, las visitas domiciliarias pueden fortalecer prácticas parentales favorables al desarrollo infantil de manera eficaz y costo efectiva. Durante la cita, el visitador observa las actividades que padres y cuidadores practican con los niños, y busca apoyarlos y reforzar su capacidad de juego e interacciones receptivas para estimular el desarrollo de sus hijos, además de proponer actividades y juegos adicionales.
En países donde se ha apoyado esta modalidad, las visitas mejoraron la capacidad de los padres y madres para enseñar a los niños habilidades de comunicación, habilidades interpersonales y psicomotoras. De hecho, padres y madres que han participado de programas de visita afirman que ahora pasan más tiempo jugando con sus niños.
3. Centros de Desarrollo Infantil
Estos centros promueven el desarrollo de los niños y sus capacidades. Pero no sólo son espacios de aprendizaje. Usualmente estos centros sirven como espacios de protección social, brindando acceso a servicios de salud, salud mental y emocional, y alimentación. Además, estos centros posibilitan que el tiempo que las madres pasan asumiendo tareas de cuidado lo destinen trabajando fuera del hogar, contribuyendo al ingreso familiar y aumentando la participación laboral femenina. Todos estos factores son fundamentales para romper la transmisión intergeneracional de la pobreza, al proveer un ambiente seguro y divertido donde los niños reciben estimulación, aprendizaje y una buena nutrición, preparándolos para su educación primaria.
Muchos centros han interrumpido los servicios presenciales durante la actual pandemia de COVID-19. Si bien algunos programas de desarrollo infantil se han adaptado para apoyar a las familias a distancia, al ser estos centros referentes de salud y alimentación, es fundamental discutir la reapertura progresiva y segura de estos centros.
Pensar en el desarrollo infantil y la salud y diseñar políticas públicas para ofrecer servicios de calidad beneficia a las poblaciones para poder pensar en un futuro más prometedor.
¿Cómo se trabaja en tu comunidad para desarrollar a los niños más pequeños? ¿Qué aspectos clave tienen en cuanta para impulsar el desarrollo infantil? Cuéntanos en la sección de comentarios abajo o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Leave a Reply