Con frecuencia en este blog hemos escrito sobre la calidad de los servicios de desarrollo infantil como una variable crítica para que éstos no solo tengan impactos positivos sobre los niños sino, incluso, para que no perjudiquen aspectos específicos de su seguridad, bienestar y desarrollo. Dentro de la conversación sobre calidad de este tipo de servicios, hemos enfatizado lo importante que es la calidad de los procesos, es decir la calidad de las interacciones entre adulto y niño. Una interacción de calidad se caracteriza por ser frecuente, cálida, rica en lenguaje, receptiva y sensible a los intereses y necesidades de los niños.
Las interacciones entre las personas son una condición necesaria para que los servicios sociales operen con calidad. Por ejemplo, un trabajador social que genera una relación de confianza y empatía con la familia a la cual atiende podrá ser más efectivo en los apoyos que brinda. Un cuidador de un jardín infantil que conoce las personalidades, rutinas e intereses de los niños a quienes atiende tendrá mayor capacidad de anticipar sus necesidades y responder a ellas, construyendo un ambiente que brinde seguridad afectiva a los menores.
Los recursos humanos en los servicios para la infancia
Si los servicios de desarrollo infantil son intensivos en recursos humanos y su calidad descansa principalmente en ellos, ¿por qué conocemos tan poco sobre las personas que trabajan en este sector y sobre sus condiciones de trabajo en América Latina y el Caribe?
La fuerza laboral del desarrollo infantil comprende tanto a los maestros de prescolar, como a cuidadores que trabajan bajo esquemas de voluntariado en jardines de cuidado, operados en espacios comunitarios o en sus propios hogares. Incluye también a promotores y facilitadores que trabajan con las familias, sea a través de visitas domiciliarias o de modalidades grupales.
Este grupo de personas enfrenta múltiples desafíos; entre ellos, salarios comparativamente menores a los de otros empleados con calificaciones o experiencia similares, jornadas largas y elevada carga de trabajo, desplazamientos frecuentes, contratos de muy corto plazo y de renovación incierta, escasas perspectivas de desarrollo profesional, y pocos incentivos o reconocimiento.
Una fuerza mayoritariamente femenina
Hace unos meses exploramos las encuestas de empleo de varios países de la región para caracterizar empíricamente a la fuerza laboral del desarrollo infantil temprano (DIT). Un primer esfuerzo nos permitió hacerlo apenas en tres países: Brasil, Ecuador y México. Encontramos que, al igual que en el resto del mundo, esta es un área en la cual la fuerza laboral es mayoritariamente femenina. En estos tres países, más del 95% de los proveedores de servicios de DIT son mujeres. Su edad promedio es cercana a los 35 años.
Estos datos llaman la atención a una realidad que no puede desconocerse. La rápida expansión de la cobertura de servicios de desarrollo infantil en contextos en los cuales sus proveedores trabajan en condiciones de empleo informal e inestable (por ejemplo, bajo esquemas de voluntariado), puede tener una consecuencia no intencionada: la precarización del empleo femenino. Su trabajo transcurre en diversos entornos (hogar, centros) y en la economía formal e informal, remunerada o no.
Condiciones laborales
El personal que trabaja en el sector educativo tiene, en términos relativos, mejores condiciones de empleo que otros grupos de proveedores de servicios de DIT. Por ejemplo, las maestras del nivel inicial poseen, en promedio, entre 15 y 16 años de educación y perciben salarios que representan entre 1,8 y 3,5 salarios mínimos. En cambio, las cuidadoras, se encuentran en las peores condiciones en el espectro de la calidad del empleo. En los tres países para los cuales pudimos sistematizar estos datos encontramos que las cuidadoras, en promedio, tienen entre 9 y 10 años de educación y sus remuneraciones representan entre un 0,8 y 1 salario mínimo.
Estudios internacionales revelan que los trabajadores del cuidado tienen bajos niveles salariales y peores condiciones laborales en comparación con otros trabajadores sociales, lo que repercute en la calidad de los cuidados que proveen. El personal de los servicios de DIT rota con mucha frecuencia debido a estas condiciones y, en consecuencia, los programas pierden continuamente la inversión realizada en capacitación y formación. Perú es uno de los pocos países que ha cuantificado este problema, y ha encontrado que alrededor del 50% del personal del Programa Nacional Cuna Más rota anualmente. Estas tendencias constituyen obstáculos estructurales al fortalecimiento de la calidad.
Pasos hacia adelante
Para intentar analizar cómo opera la economía de la fuerza laboral en el sector público y por qué es diferente a aquella del sector privado, un artículo indagó sobre cómo el diseño de tres aspectos específicos puede resultar en servicios públicos de mejor calidad: la selección del personal, los esquemas de incentivos y los procesos de supervisión y monitoreo. También identificó algunas áreas en las cuales la tecnología puede mejorar la eficiencia y la rendición de cuentas y reducir espacios de discrecionalidad.
El estudio concluye con una reflexión con la cual coincido: hay mucho que aprender sobre cómo se pueden organizar mejor los procesos de selección, los esquemas de compensación y la supervisión y monitoreo en los servicios públicos para lograr mejores resultados que beneficien a los ciudadanos. Yo añadiría que los servicios sociales, y entre ellos los servicios de desarrollo infantil, son un excelente laboratorio para probar diferentes esquemas y sistematizar aprendizajes, no solo porque se trata de un sector que requiere urgentes cambios en sus políticas de recursos humanos, sino también porque es uno cuya calidad descansa, sobre todo, en las personas.
¿Conoces a la fuerza laboral para la infancia en tu país? ¿Qué retos y oportunidades enfrentan? Cuéntanos en los comentarios o menciona a @BIDgente en Twitter.
La construcción de un cerebro inteligente, que debe convertirse posteriormente en un adulto creativo y productivo, se hace en la primera infancia. Por tanto, no es entendible que la atención de los niños esté en manos de personal con poca formación académica y mal pagos. Los gobiernos y las entidades responsables de los menores deben entender que el crecimiento económico de un país está en las manos de este personal.
Un buen análisis de resultados. La atención a la población infantil, sobre todo en los primeros 3 años es crucial para su desarrollo posterior, por lo que se requiere personal capacitado y sensible para la atención infantil.
Realmente muy interesante, es una realidad que también se vive en mi país, el salario de las educadoras como las llamamos es muy bajo, son contratos muy cortos (10 meses) y no tienen ningún otro beneficio social. Y todavía se hacen diferencias entre las contratadas por la municipalidad (Les pagan un poco mas y tienen beneficios sociales) y por el área de gestión social de la Gobernación. Tienen una mínima capacitación, manejan grandes grupos de niños y niñas por salas. No cuentan con el material educativo necesario, para realizar una atención de calidad y calidez.
Ojala esta situación se mejore con el tiempo y nuestras autoridades le den la importancia necesaria a esta etapa tan importante en el desarrollo de un individuo. Soñar, no cuesta nada….
Excelente artículo.
En nuestro contexto Nicaragua, también trabajamos con CDT o CDI (Centros de Desarrollo Infantil) que cada año son menos utilizados por la implicancia que tiene para las educadoras los bajos salarios que ofrecen por lo que también se ha promovido el voluntariado para atención de estos centros y los criterios de selección no incluyen su nivel académico. Este es un aspecto que incide directamente en el desarrollo esperado de las niñas y niños.
En Venezuela, la atención infantil presenta múltiples problemas pero la más resaltan te es las condiciones económicas y sociales de las docentes de esta área, a ello se suma la crisis que se vive en el país. Los cambios en las políticas educativas deben ser el pilar fundamental para mejorar estas condiciones a las docentes y personal de este nivel.
La situación de las cuidadoras y formadoras de nuestros pre escolares, siempre ha sido muy precaria, en su gran mayoría son tratadas por las instituciones y en los espacios donde se desempeñan como trabajadoras de servicio doméstico y como tales no se les reconoce su aporte social y hacen parte de la servidumbre que en nuestra sociedad aún pervive con mucha fuerza en todos los niveles.
Por supuesto no reciben ni la remuneración ni las prestaciones sociales que merecen y a las cuales tienen derecho, mucho menos hacen parte de un equipo profesional de trabajo que analice las experiencias trae planes de mejoras y tengan un proceso de mejora continua que de por sí ya sería un avance inmenso y peor aún no tienen un plan de formación para superar las deficiencias que este sentido tienen y además que vayan aprendiendo nuevos métodos, conocimientos como el bilingüismo que en esta edad es la más propicia para hacerlo.
Todo es fruto de una situación totalmente programada de mantener el bajo nivel de formación y educación de nuestros niños y jóvenes para que sean ciudadanos más manipulables políticamente. Por esto es que no se destina presupuesto para este rubro, llevamos décadas quejándonos de lo mismo, lamentándonos de las consecuencias de la desatención de los niños en su primera infancia y la situación en lugar de mejorar empeora; así también empeoran los indicadores sociales, aumenta el delito, aumenta la pobreza, crece el número de cárceles, aumenta el hacinamiento, aumenta el desempleo, aumenta el subempleo y por la parte contraria, disminuyen el número de ricos multimillonarios y los ricos cada vez son más ricos, la corrupción es la madre de la llamada democracia, todos los poderes corrompidos. Así que qué podemos esperar par nuestros niños, si hasta se mueren de hambre y los políticos se roban el escaso presupuesto que se da para la alimentación.
Es hora de que instituciones como el BID condicione el apoyo a los paíse a la reducción de la corrupción y atención a la primera infancia; esto es más importante que la innovación y cualquier otra cosa; es más, si mejoramos esto, mejorará la primaria, el bachillerato y la universidad y por supuesto la famosa innovación.
Los gobiernos tienen gran incidencia en el proceso educativo, a traves de la ofertas y motivaciones para la fuerza laboral, en mi pais Colombia son muy mal remunerados los docentes pedagogicos a nivel publico ya que los que trabajan en instituciones privadas de renombre son los que cuentan con buenas prestaciòn,, es importante conocer las expereicias en otros gobiernos y sus inciativas, excelente material.