por Lourdes Rodriguez-Chamussy
“En mi familia nunca se había visto eso de dejar a los niños en un centro preescolar. Pero tuve que empezar a trabajar, y ¿con quién iba a dejar al bebé? Ni mi mamá, ni mi hermana me lo podían cuidar. Había visto un preescolar privado que se llama “Mundo de colores”, pero era muy caro. Hasta que me enteré que podía conseguir una beca en otro, “Mundo Mágico”, y pues lo llevé y empecé a darme cuenta de que ahí iba a estar bien”.
La experiencia de Susana ciertamente resuena para mí y para muchas mujeres. La incorporación al trabajo remunerado está directamente ligada a la decisión de cuidado y educación de nuestros hijos. ¿Tenemos un mundo mágico o un mundo de colores disponible y adecuado para nuestros pequeños? De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en México, 54% de las mujeres entre 24 y 45 años de edad que están fuera del mercado laboral reportan que la razón por la que no buscan un empleo es porque no tienen quien cuide a sus hijos.
Un dato curioso es que “Mundo Mágico” es el nombre más común entre las nueve mil estancias infantiles del programa de subsidio público de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) en México. Otros de los nombres que más se repiten son “Mundo feliz”, “Mundo de juguete”, “Chiquitines” y “Mis primeros pasos”. Entre las guarderías privadas no podemos saber si estos nombres son igualmente frecuentes puesto que no hay un registro disponible.
Existe en México una variedad de instituciones y programas que apoyan el cuidado infantil y la educación temprana: ISSSTE, IMSS, DIF, SEDESOL y SEP. Más allá de las diferencias y similitudes en el nombre de los establecimientos, ¿cómo se comparan estos centros de cuidado infantil entre ellos?, ¿cuántos niños atienden?, ¿en qué horario funcionan?, ¿cómo varían en costo y calidad?, ¿cómo se financian? Esta información a nivel nacional, incluyendo los centros privados, es clave para la planificación, el monitoreo y la evaluación de los servicios que prestan.
La Ley General de prestación de servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral infantil (conocida como “Ley de Guarderías”) y su reglamento publicado el 22 de agosto de 2012 establecen la creación de un registro unificado de información para todos los centros de modalidad pública, privada o mixta donde se prestan servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral de niñas y niños desde los cuarenta y tres días de nacidos.
El Registro Nacional de Centros de Atención se alimentaría de 32 registros estatales con el objetivo de generar información sistemática y actualizada cada seis meses sobre los centros de atención en cualquiera de sus modalidades. Como lo plantea este documento de análisis sobre los desafíos institucionales de conectar familia y trabajo, generar los diagnósticos y evaluaciones que también manda esta ley depende de que en el corto plazo se le de contenido al mandato de tener el registro.
Pensando en Susana y su hijito, ¿Qué implica concretamente la Ley de Guarderías para centros infantiles como “Mundo Mágico”? La implementación de las medidas de seguridad que marca la ley ciertamente implica mejoras en las condiciones para los niños. Sin embargo, la evidencia en otros países nos dice que es importante prever que los costos de adecuar y poner en marcha los requerimientos podrían implicar el cierre de centros de atención, especialmente aquellos que sirven a poblaciones de menores recursos. Para seguir atendiendo a esta población, sería importante considerar un acompañamiento a los centros existentes en su proceso de adecuación.
La ley respondió a un problema real asociado con la seguridad de los centros; en otros aspectos probablemente se ha quedado corta, por ejemplo no se plantean estándares de calidad y no contiene reglas claras para una coordinación interinstitucional efectiva. ¿Existe una ley similar en tu país que pueda ser tomada como ejemplo para atender a la niñez? Cuéntanos en Twitter o en la sección de comentarios abajo.
Lourdes Rodriguez-Chamussy es consultora en el Banco Interamericano de Desarrollo.
veronica rometo dice
En la Argentina existen varios lugares así. Yo trabajo en uno en la ciudad donde vivo. Son llamados C.A.F. Es decir centro de acción para la familia y otros C.C.I. Centro de cuidado infantil.
Víctor C. Bautista R. dice
La Educac. Pre-escolar es un derecho. En Latinoamérica un porcentaje de estos niños no lo ejecutan. Los gobiernos recién van incluyéndolos. Las Naciones Unidas deben supervisar estos desajustes.