La crianza, como la vida, es dinámica y exige adaptación constante. Pensemos, por ejemplo, en la infancia de nuestros padres: ésta fue muy diferente a la nuestra, y la de un niño nacido en 2025 será más distinta todavía. Muchos de los desafíos que la región debe abordar en torno a la primera infancia han ido cambiando a lo largo de los años. Pero también existen otros retos que no son nuevos y que igualmente requieren nuevos enfoques y abordajes. Es por eso que la creatividad y la innovación son esenciales para identificar las mejores maneras de apoyar a los más pequeños desde el comienzo de sus vidas.
A lo largo de ocho años, el Fondo de Innovación para el Desarrollo Infantil Temprano (Fondo DIT) impulsó 24 proyectos en 10 países con un objetivo: encontrar soluciones innovadoras que brinden a cada niño y cada niña las oportunidades que necesitan para un futuro mejor.
Innovación y creatividad al servicio de los más pequeños y sus cuidadores
Desde el Fondo DIT entendemos la innovación como aquellos proyectos que abordan desafíos en el ámbito del desarrollo infantil temprano (DIT) o respondan a necesidades locales, mediante el uso de herramientas, servicios o procesos operacionales nuevos o mejorados. También consideramos innovadoras aquellas iniciativas que adaptan intervenciones existentes a nuevos contextos o poblaciones, y a aquellos proyectos que se centran en analizar intervenciones a gran escala, así como en evaluar su impacto en el desarrollo y la calidad de los servicios. Aquí les traemos algunos de ellos:
Innovación social en Uruguay: teleasistencia y IA al servicio de la crianza
En Uruguay, por ejemplo, se apoyó la innovación a través del Acompañamiento Familiar en el marco del Programa Uruguay Crece Contigo—una estrategia del gobierno para apoyar a familias en situación de vulnerabilidad—, que impulsó el desarrollo de un innovador sistema de teleasistencia para ampliar el alcance del programa. Combinando llamadas telefónicas, mensajes, un chatbot y herramientas de inteligencia artificial, este servicio permitió acompañar a familias con niños de 0 a 3 años para brindarles pautas de crianza, fomentar el desarrollo del lenguaje y ofrecer asistencia personalizada para acceder a beneficios gubernamentales. A partir del análisis de mensajes de voz, el programa brindó respuestas adaptadas a las necesidades de madres y padres. El resultado: más estimulación en el hogar, menos estrés en los cuidadores y mayor acceso a apoyos sociales.
Reach Up and Learn en Jamaica: aprendizajes de una intervención híbrida
En Jamaica, el programa Reach Up and Learn, que busca fortalecer las habilidades parentales a través de visitas domiciliarias estructuradas, debió adaptarse durante la pandemia de COVID-19. Ante las restricciones de movilidad, se implementó un modelo remoto que combinó llamadas telefónicas (para reemplazar las visitas), envío de mensajes de texto y un manual con actividades. En base a los aprendizajes de la experiencia remota, luego de la pandemia, se buscó testear una intervención combinada, basada en visitas domiciliarias alternadas con llamadas y envío de mensajes de texto. Con apoyo del Fondo DIT, se evaluó la modalidad híbrida. Resultados del estudio señalan potenciales mejoras en las actitudes de los cuidadores y áreas de mejora para guiar una expansión del programa. También apuntan al potencial de las modalidades híbridas para contribuir a cerrar las brechas de cobertura de servicios de DIT.

Cuidados compartidos: el modelo Gane Tr3s en Costa Rica
En Costa Rica, el proyecto Gane Tr3s impulsó un modelo de corresponsabilidad entre empresas, familias y el Estado para ampliar el acceso a servicios de cuidado infantil. A través de esquemas de copago y alianzas estratégicas entre los actores involucrados, los 22 centros que participaron en la iniciativa recibieron acompañamiento técnico y capacitaciones para mejorar la calidad. Resultados preliminares de esta experiencia indican que, cuando distintos actores suman esfuerzos, es posible generar beneficios compartidos: más niños con acceso a cuidados adecuados, mayor participación laboral femenina y un compromiso empresarial con impacto social.

Más allá de los proyectos en particular, el Fondo DIT fue en sí mismo una innovación: una forma novedosa de trabajar para mejorar la vida de niños en la región.
En 2025, el Fondo DIT finaliza su ciclo, pero su legado permanece. Estamos trabajando en una nota que resume los logros y aprendizajes de estos años de trabajo, para que, más allá del impacto logrado en cada uno de los proyectos, quede para la región un legado que refleje los conocimientos y experiencias adquiridos.
Si quiere saber cómo el Fondo DIT está transformando el cuidado infantil en América Latina y el Caribe, visite la página web:https://desarrollo-infantil.iadb.org/es/innovations/ecd_fund
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