Este 2021, hemos dado comienzo no solamente al año de la recuperación de la pandemia del COVID-19, sino también a una nueva década, que, sin duda, será clave en la lucha contra el cambio climático. La recuperación ha de realizarse con criterios sostenibles, pues en cierto modo, podría considerarse la pandemia como un simulacro de lo que serán los efectos del cambio climático si no se alcanzan los objetivos del Acuerdo de París: crisis global, pérdida de vidas, disrupción de suministros, contracción económica y gran incertidumbre.
A finales de año se celebrará la COP26, donde, además de resolver los temas pendientes de la COP25, se espera que los países alcancen importantes compromisos en materia de adaptación y descarbonización. Esta COP, además, viene con una creciente ambición climática: regiones y países que hoy en día representan el 65% de las emisones de carbono, y más del 70% de la economía global, tienen fecha para la carbono neutralidad: la Unión Europea, Chile y Costa Rica en 2050, Uruguay en 2030, o China y Brasil en 2060. A todos estos países se suman, además, esfuerzos sectoriales como el de la construcción, la aviación y la industria automovilística (incluyendo el sector del camión).
El rol de las ciudades en la lucha contra el cambio climático
Las ciudades juegan un papel principal en la lucha contra el cambio climático ya que no sólo son responsables de hasta el 76% del consumo energético, sino que, además, son especialmente vulnerables al cambio climático. A esto, en 2021 se suma la recuperación económica y social tras la pandemia. En el caso concreto de América Latina y el Caribe (ALC), la recuperación sostenible viene acompañada de tres desafíos latentes:
- Reducir la alta informalidad urbanística en barrios y viviendas
- Solucionar la falta de planeación urbana
- Mejorar la informalidad en el empleo y el acceso a servicios
Las ciudades de la región deben articular sus políticas y proyectos sin olvidarse de estos retos para reactivar su economía con una perspectiva de sostenibilidad a largo plazo. Precisamente, con esta serie de blogs, se quiere contribuir a que la región no se quede atrás en esta recuperación, y destacar las cinco principales tendencias de sostenibilidad urbana en ALC para este 2021:
La adaptación a los efectos del cambio climático es un elemento de trabajo transversal en toda la región. Las ciudades no son una excepción, y además, se enfrentan con la dificultad adicional de gestionar y planificar estos eventos en el marco de un entorno urbano altamente informal. En el próximo blog de la serie analizaremos cuáles son los principales retos y tendencias en la implementación de sistemas de prevención de riesgo, alerta temprana y gestión de desastres para prevenir y mitigar eventos climáticos como las crecidas de los ríos, los incendios, las sequías, las tormentas tropicales y las marejadas.
2. Electrificación y transición energética
Tanto la electrificación de los sectores, como la descarbonización de las redes eléctricas son piedras angulares del Acuerdo de París. Un tercio de la producción energética global proviene ya de fuentes renovables. Esta tendencia afecta a las ciudades, principalmente, en sus dos sectores de mayor consumo energético: el transporte y los edificios. En el blog dedicado a la electrificación y descarbonización se abordarán las principales tendencias en la región, y se ilustrará cómo la recuperación de la pandemia ofrece una oportunidad única para avanzar en una electrificación y descarbonización de nuestras ciudades.
La economía circular se presenta como una alternativa al modelo lineal de producir, usar y tirar. Las ciudades, como centros de consumo, empleo, innovación, y generación y manejo de residuos son el corazón de la economía circular. Las ciudades de la región pueden generar empleos verdes y solventar problemas críticos en la gestión de residuos impulsando este tipo de iniciativas. Municipios como Providencia (Chile), Cuenca (Ecuador) y Hermosillo (México) ya han hecho algunos avances en la generación de la innovación necesaria para articular este tipo de estrategias. En el blog dedicado a la economía circular se abordarán cuáles son los sectores clave a movilizar a nivel municipal para acelerar esta transición.
4. Superficies y soluciones basadas en la naturaleza
Limitar la expansión de las ciudades es una prioridad en términos ecológicos, pero también es necesario entenderlas como parte de los ecosistemas de su alrededor, particularmente en la región que alberga las zonas más biodiversas del mundo. Se espera que la biodiversidad y las Soluciones Basadas en la Naturaleza sean dos de las principales iniciativas para conseguir la resiliencia urbana. El blog dedicado a superficies y soluciones basadas en la naturaleza abordará las principales tendencias en la planificación urbana teniendo en cuenta resiliencia basada en la naturaleza y el uso del suelo y superficies, como la gestión de isla de calor mediante el uso de vegetación nativa en parques, calles y techos, o el uso de superficies claras.
Los edificios y el transporte, temas críticos para las ciudades, suponen el 48% de la emisión total de los denominados bonos verdes, sociales o sostenibles. Pese al reducido tamaño del mercado regional de estas innovaciones financieras, el potencial es inmenso con Brasil, México, Colombia y Chile emitiendo bonos climáticos, y Costa Rica, Perú y Uruguay innovando en este tipo de etiquetas. El aumento de este tipo de instrumentos fortalece el mercado, del cual los gobiernos municipales todavía no han podido beneficiarse de manera autónoma. Sin embargo, la maduración del mercado permitirá a los municipios abrir nuevos canales para promover iniciativas de sostenibilidad local.
Esta serie pretende ser de especial utilidad para aquellas ciudades de la región interesadas en buscar nuevas soluciones para mejorar sus estrategias encaminadas a prevenir los efectos del cambio climático. Mientras tanto, los invitamos a seguir nuestra actividad en nuestras cuentas de Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn .
Créditos imagen: Max Böttinger publicado en Unsplash, 2017
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