¿Se pueden integrar, simplificar y mejorar las prácticas gerenciales en la prestación de servicios? El caso de Minas Fácil, en Brasil.
En América Latina, al igual que en el resto del mundo, hay cada vez mayor conciencia del alto costo que tienen los ciudadanos y las empresas en su relación con el gobierno.
Estos costos de transacción afectan principalmente a los ciudadanos más vulnerables, quienes dependen más de los servicios públicos, utilizan menos los canales virtuales de servicio y no tienen acceso a los atajos burocráticos informales.
De igual forma, estos costos afectan especialmente a las pequeñas y microempresas. Por ejemplo, según un estudio del Centro Interamericano de Administración Tributaria, el costo administrativo anual del cumplimiento de las obligaciones tributarias en Brasil para las pequeñas y microempresas, medido como porcentaje de sus ingresos, es de 3 a 15 veces mayor de lo que corresponde a las grandes empresas.
La carga burocrática incrementa los costos de producción nacional y compromete la competitividad económica de los mercados que están cada vez más integrados y más exigentes. Según el ranking 2016 del Doing Business, publicado por el Banco Mundial, que proporciona una medición de las facilidades para la actividad empresarial en 189 economías, los países de América Latina alcanzan una puntuación media correspondiente a la posición 104, mientras que la puntuación media de la OCDE corresponde a la posición 25. Además, un reciente informe del Foro Económico Mundial muestra que los factores más problemáticos identificados por los empresarios de todo el mundo para hacer negocios son la burocracia gubernamental ineficiente y la corrupción.
Los dividendos económicos potenciales de la simplificación administrativa son enormes. Desafortunadamente, en Latinoamérica y el Caribe, está poco diseminada la medición de los costos administrativos generados por los trámites gubernamentales. Sin embargo, el Programa de Reducción de Cargas Administrativas llevado a cabo por la Unión Europea entre el 2007 y 2011, estima que el ahorro de costos logrado por sus 27 países-miembros en 13 áreas alcanza cerca de 30.8 mil millones de euros por año.
En este contexto, muchos gobiernos están implementando iniciativas para mejorar los reglamentos, plataformas tecnológicas y modelos de gestión aplicados a la prestación de servicios. Desde inicios del 2015, el BID ha documentado casos ilustrativos de estos esfuerzos y sus lecciones aprendidas, consolidando este conocimiento en la serie de publicaciones titulada: “Innovaciones en la prestación de servicios públicos.” Estos estudios han permitido identificar tres vectores clave para catalizar la innovación aplicada a la prestación de servicios: la integración, la simplificación y las prácticas gerenciales.
Articular iniciativas de simplificación regulatoria, gestión de riesgo y modernización tecnológica, alineadas bajo un modelo de gestión de servicios enfocado a generar resultados para la sociedad, es siempre difícil. Sin embargo, esta articulación es un atributo común en programas exitosos que transformaron la entrega de servicios, como lo son Service Canada, ChileAtiende y el Modelo Colima, de México. La complejidad aumenta cuando la iniciativa abarca diferentes niveles de gobierno, exigiendo mayor coordinación interinstitucional para alcanzar objetivos comunes y superar diferencias estratégicas y políticas.
La coordinación interinstitucional es quizá la característica más llamativa de una experiencia del Gobierno del Estado de Minas Gerais, Brasil, que captó la atención del BID. El programa Minas Fácil movilizó la colaboración de los gobiernos a nivel federal, estatal y municipal con el fin de facilitar la apertura de empresas en el estado, obteniendo resultados como la reducción del tiempo de registro de un negocio, de 45 días en 2006 a 6 días en 2014.
La publicación del BID recién lanzada Descomplicar para avanzar: El caso Minas Fácil presenta un estudio realizado por el experto en gestión pública Caio Marini, que presenta y analiza la dinámica y la coordinación que hicieron estos resultados posibles. Esta publicación corresponde a la primera edición en portugués de la serie Innovaciones en la prestación de servicios públicos y al tercer número, precedido por ¿Pueden los centros de atención telefónica 311 mejorar la entrega de servicios? Lecciones de New York y Chicago? y Los servicios en línea como derecho ciudadano: El caso de España.
La nueva publicación ayuda a entender la complejidad de los contextos donde se implementan acciones de simplificación. Este conocimiento es importante para que las lecciones aprendidas sirvan de insumos a nuevas iniciativas. Simplificar puede ser más complicado de lo que nos gustaría, pues requiere visión estratégica, capacidad técnica, persistencia y capital político, pero los beneficios pueden ser compensadores.
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