A nivel mundial, las ciudades se han convertido en el centro del desarrollo económico y social. A medida que la población crece, el nivel de urbanización se acelera y la falta de planificación ha ido llevando a la proliferación de áreas informales que no cuentan con una adecuada provisión de infraestructura y viviendas. Esto ha resultado en la creación de zonas de exclusión social sin servicios esenciales como agua potable, saneamiento y recolección de residuos sólidos. Sumado a la pobre planificación, el cambio climático ha tenido un gran impacto sobre estas zonas, donde la baja adaptabilidad a los riesgos de inundación e impactos climáticos crea pérdidas económicas, repercusiones sociopolíticas, y puede incluso resultar en pérdida de vidas.
Asunción, la capital del Paraguay, no es ajena a esta situación. La ciudad cuenta con asentamientos informales ubicados en la zona ribereña a orillas del río Paraguay, cerca de su confluencia con el río Pilcomayo. A esta zona, rodeada por arroyos urbanos, se le conoce como “bañados”, y sus asentamientos actualmente representan casi el 20% de la población urbana de Asunción. Estos asentamientos son también una amenaza a los ecosistemas de las áreas naturales adyacentes al río Paraguay, en el cual se alberga gran parte de la biodiversidad local, fundamental para el desarrollo sustentable de la ciudad.
En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estamos ayudando a mejorar las vidas de esta población expuesta al riesgo de inundación y cambio climático a través de dos operaciones: el Programa de Rehabilitación y Vivienda del Bañado Sur-Tacumbú y el Programa de Mejoramiento de Vivienda y del Hábitat. Ambos programas tienen como objetivo mejorar la calidad de vida y las condiciones habitacionales de la población expuesta a riesgos de inundación y cambio climático mediante soluciones habitacionales y socioeconómicas y mejoras a los hábitats de los bañados.
Para entender con mayor precisión los riesgos y escenarios de desastre y cambio climático en los bañados, el BID apoyó en la elaboración del estudio “Riesgo de inundación en bañados de Asunción: efectos del cambio climático.” Esta evaluación y su propuesta de mitigación se basan en la metodología de evaluación del riesgo de desastres y cambio climático para proyectos del BID, que está encapsulada en la Norma de Desempeño Ambiental y Social 4 (NDAS 4) del Marco de Política Ambiental y Social (MPAS) del Banco. La NDAS 4 ofrece una mirada a través de la cual podemos abordar las intervenciones de transformación urbanas, ya que hace hincapié en evitar o minimizar los riesgos e impactos que las actividades relacionadas con un proyecto puedan suponer para la salud y la seguridad de la comunidad y, en particular, para los grupos vulnerables.
Análisis de riesgos hidrológicos y soluciones estructurales
Los bañados de Asunción sufren de dos tipos de riesgos hidrológicos: las inundaciones pluviales y las inundaciones fluviales. Las inundaciones fluviales se deben a las crecidas del río Paraguay, el cuerpo hidrográfico más importante de la ciudad. El río Paraguay nace en Brasil y escurre en dirección sur a través de las marismas del Gran Pantanal hasta llegar a la ciudad. A su vez, los bañados están rodeados por arroyos que atraviesan la ciudad y desembocan en el río Paraguay, utilizando parte del área como una planicie de inundación. Cuando las lluvias urbanas son muy intensas, los arroyos desbordan. Debido a la alta ocupación de áreas informales, la impermeabilización de los suelos y la pobre infraestructura pluvial, las lluvias crean eventos extremos de inundación en los bañados, cada vez con más frecuencia.
Aunque los bañados son afectados por las crecidas del río Paraguay, que son naturales y cíclicas, el aumento del cambio climático puede crear distorsión en la frecuencia y la intensidad. Para entender los posibles impactos que el cambio climático podría tener sobre los bañados, se ha propuesto un análisis probabilístico del riesgo de inundación, considerando tanto las inundaciones pluviales como las fluviales, las amenazas, la exposición y la vulnerabilidad de los asentamientos para llegar a los riesgos. Se ha identificado que una gran superficie de estos bañados presenta un alto riesgo de inundación, incluso para períodos de retorno muy bajos.
A través de la implementación probabilística de diferentes escenarios hidrológicos, se modelaron los impactos hidráulicos y contabilizaron los costos y beneficios de diferentes soluciones estructurales propuestas. Luego se utilizó la metodología de análisis costo-beneficio (ACB), método cuantitativo de análisis y selección de escenarios, y de programas de medidas para la reducción de riesgos en particular, basado en evaluar su eficiencia económica, representada por algún parámetro de rentabilidad financiera.
Con base en los resultados, se crearon mapas comparativos donde se demostraron los calados máximos en cada escenario de intervención, señalando la efectividad de las medidas de reducción de riesgos propuestas. Los escenarios considerados incluyeron inundaciones fluviales y pluviales bajo las condiciones climáticas actuales, así como inundaciones pluviales bajo cambio climático, todos con un periodo de retorno de 100 años. El análisis permitió destacar que el riesgo real asociado a las alternativas de intervención dependerá de la correcta ejecución, mantenimiento y evolución del entorno urbano y que las soluciones propuestas no pueden eliminar completamente el riesgo. Además, factores como el diseño subóptimo de las obras, eventos extraordinarios, evolución no controlada de la ocupación del suelo y riesgos operativos pueden contribuir a un riesgo residual.
La evaluación de los escenarios de intervención sirvió como insumo para la creación de Planes de Gestión de Riesgo de Desastre (PGRD) para los bañados, con el fin de implementar las medidas de reducción del riesgo de inundación que presentaron los resultados más favorables. Las medidas propuestas se dividen en dos grandes categorías: medidas estructurales, entendidas como actuaciones de modificación del espacio físico mediante obras de diversa naturaleza, y medidas no estructurales, que agrupan un conjunto variado de herramientas de carácter “blando”. Las medidas estructurales y no estructurales son complementarias y deben llevarse siempre a cabo de forma coordinada.
Con la aplicación de un enfoque de evaluación y mitigación de riesgos de desastre y cambio climático, pudimos analizar la exposición y vulnerabilidad de los asentamientos informales y la efectividad de distintos escenarios de intervención. De esta forma, logramos mejorar el diseño de las intervenciones en los bañados de Asunción para aumentar los impactos positivos sobre las vidas de las poblaciones vulnerables ubicadas en la zona.
Si quieres conocer más sobre este estudio, te invitamos a descargar la publicación:
*La imagen principal de este blog fue tomada de Fotociclo.
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