En noviembre de 2015, 18 países miembros del BID se reunieron en Lima, Perú, para participar en un encuentro del Diálogo Regional de Política (DRP) y compartir sus experiencias sobre el proceso de licenciamiento ambiental y los desafíos comunes de asegurar medidas adecuadas de cumplimiento. Los funcionarios gubernamentales del área ambiental también discutieron sobre las formas de intensificar los intercambios a nivel técnico sobre monitoreo ambiental y procesos de cumplimiento de las reglas, y sobre buenas prácticas en los procesos de licenciamiento, incluyendo la posibilidad de crear una base de datos digital que registre los procedimientos de licenciamiento ambiental con el fin de reforzar las medidas ambientales y de cumplimiento en toda la región.
Los organismos ambientales de América Latina cuentan con sistemas de licenciamiento y cumplimiento para evaluar los impactos ambientales y los riesgos de las actividades económicas – en particular nueva infraestructura – en sus respectivos países. Mientras que estos sistemas se aplican a la mayoría de los nuevos desarrollos tantos en áreas urbanas como rurales, estos son particularmente relevantes para los desarrollos que tienen lugar en áreas sensibles o protegidas y allí donde pueden tener un fuerte impacto negativo sobre el medio de subsistencia de la gente. Sin embargo, cada vez con mayor frecuencia las autoridades se encuentran con desafíos a la hora de aportar mecanismos consistentes y efectivos de licenciamiento y cumplimiento.
El DRP
En los últimos años, los organismos ambientales se han visto en la necesidad de expandir su capacidad y simplificar las medidas de licenciamiento y cumplimiento como resultado del auge de las materias primas en la región y de un creciente número de complejos proyectos de infraestructura. El BID ha participado aportando apoyo a los países miembros, incrementando la colaboración interregional para ayudarlos a alcanzar esas metas. Tal como el DRP pudo comprobar rápidamente, estos organismos se ven ante la necesidad de hacer frente a una cantidad de desafíos ambientales singulares, ya sea relacionados con un proyecto de construcción corriente o con el comercio ilegal de especies amenazadas.
¿Cómo es esto? Tomemos el ejemplo de una nueva carretera financiada por el BID. En estos proyectos, el sistema de licenciamiento contribuye a identificar los impactos adversos, los riesgos y las soluciones adecuadas para la conservación y protección del ambiente. Normalmente, el sistema sería parte de un proceso de evaluación ambiental mediante el cual se otorga la licencia y la aprobación para seguir adelante con la construcción de la carretera, con ciertas condiciones para las etapas de construcción y operación, como por ejemplo restricciones para la remoción de tierra, estándares de ruidos y calidad del aire, o protección de alguna especie en peligro – como por ejemplo el guacamayo azul – que puede anidar en las inmediaciones.
El sistema de cumplimiento supervisa las actividades de implementación una vez que el proyecto – en este caso, una carretera – está en construcción, de acuerdo a los requerimientos del licenciamiento. Esto asegura que la empresa constructora y el auspiciante cumplan con las restricciones sobre remoción de tierra y con los estándares sobre ruidos y calidad del aire, y adopten medidas para mitigar los impactos de la construcción sobre el guacamayo azul.
Sin embargo, con lo que nos solemos encontrar es con que las medidas de licenciamiento y de cumplimiento no siempre están alineadas, lo que significa que puede ser necesario hacer ajustes durante la vida del proyecto. Las medidas de cumplimiento fuertemente alineadas pueden permitir una revisión y evaluación menos complejas por parte de nuestro propio personal ambiental abocado a evaluar el grado en que las medidas adoptadas cumplen con nuestras políticas y requerimientos de salvaguardias ambientales.
Compartiendo el éxito
En la medida en que cada uno de los países depura dichos procesos, foros como el DRP ofrecen una oportunidad invalorable de compartir las lecciones exitosas aprendidas. Los diálogos que hemos sostenido han demostrado que surgen muchos puntos en común debido a las similitudes en la geografía, la geología, el clima y los ecosistemas. Los organismos han expresado sus necesidades de desarrollo de capacidades, como también de inversiones en nuevas tecnologías con el fin de asegurar la presencia de un moderno y receptivo sistema de licenciamiento que pueda acompañar al desarrollo económico.
Los procesos de cumplimiento también han sufrido cambios dado el creciente número de licencias que fueron otorgadas a la luz del auge de las materias primeras en la última década. Para asegurarse de que las medidas de cumplimiento aborden las cuestiones ambientales adecuadamente, las soluciones tecnológicas han ayudado a estos organismos a identificar con mayor precisión las áreas de devastación ambiental, a monitorear más estrictamente las áreas protegidas, y a asegurarse de que las zonas en las que se desarrollan o explotan los recursos naturales sean manejadas de una forma más sostenible.
Asimismo, varios organismos ambientales han creado también sistemas integrados online con el fin de garantizar que las autoridades a cargo del cumplimiento aporten comentarios a las autoridades que se encargan del licenciamiento. Dichas iniciativas han contribuido a modificar las medidas de cumplimiento y proponen también nuevos e innovadores mecanismos para supervisar las actividades de mitigación y conservación.
El compartir estas lecciones entre los distintos países ayudará a que todos los actores involucrados puedan cumplir con las metas de lograr proyectos más amigables con el ambiente cuya revisión, licenciamiento, monitoreo y realización demanden menos tiempo y dinero. Y, tal como hemos podido observar, los beneficios de estos intercambios van más allá de los temas típicos de comercio y desarrollo, ya que han surgido excepcionales historias a partir de la necesidad de una mayor colaboración entre varios de los organismos regionales de cumplimiento.
Photo by Milton Jung / CC BY 2.0
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