La inspiración viene a veces de las maneras más extrañas. Hace aproximadamente un año, estaba yo hablando con mi buen amigo Agustín en una fiesta -sí, este es el tipo de conversación con la que me distraigo cuando quiero socializar-. El me decía que “no estaba convencido aún” sobre el impacto de los seres humanos sobre el cambio climático.”Creo que [el cambio climático] es completamente debido a causas naturales“, me dijo en varias ocasiones mientras ambos bebíamos un poco de vino. Esta es la misma persona que apenas hace unos años decía que “no estaba convencido” de que el cambio climático era real. Sí, mis estimados lectores, ya sé lo que están pensando: ¿Qué haces con amigos como éste? Pero esperen, no juzguen tan rápido!
En primer lugar, tengo que comentarles que hago un esfuerzo por mantener una amplia gama de amistades, y valoro la amistad de Agustin tremendamente -no le digo esto porque se le podría ir a la cabeza. Pero cuando después me detuve a pensar con más claridad (ya el efecto del vino se había ido) acerca de esa conversación, me di cuenta que mi gran amigo había puesto el dedo en un punto muy relevante, que para mí enmarca una de las más importantes cuestiones en la ciencia y las políticas públicas de nuestros tiempos.
Por esto es que creo que Agustín dió en el clavo con su argumento.
Mucho antes de que el cambio climático apareciera en el panorama noticioso como uno de los grandes retos para nuestra sociedad, ya se reconocía ampliamente que la población humana estaba teniendo un impacto significativo en nuestro planeta, y que debíamos considerar el crecimiento demográfico como un factor importante en el desarrollo sostenible -este último un término que comenzó a sonar años antes de lo que ahora llamamos cambio climático. Nuestra comprensión de este concepto no es nuevo, de hecho, se remonta a más de dos siglos atrás a los tiempos de Thomas Malthus, y ha tomado diversas formas a lo largo de los años.
Sin embargo, nos ha sido difícil – y continúa siéndolo- decidir qué hacer al respecto. A modo de ejemplo, algunos de ustedes podrán quizás recordar las campañas de control de la natalidad que fueron promovidas y se hicieron populares en muchos lugares alrededor del mundo en la década de los 1970s, como una forma de reducir el crecimiento demográfico. Estas experiencias no dieron los resultados esperados y fueron abandonadas rápidamente. En retrospectiva, esto no debe sorprendernos, dado que el control de la tasa de natalidad en sí misma no es viable en nuestra sociedad por una diversidad de razones -no quiero meterme en ese tema en esta entrada para no alargarme, pero estoy seguro que se les puede ocurrir una serie de razones que van desde las libertades individuales, creencias religiosas e impactos socioeconómicos.
Uno de los esfuerzos oficiales más recientes en este sentido es la consideración del crecimiento poblacional en los escenarios de cambio climático que han sido publicados por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
En estos escenarios, la población humana se introduce como proyecciones demográficas que definen entonces la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera – lo que podríamos llamar el enfoque per cápita. En realidad, no hemos llegado todavía a un punto en el debate y en nuestro nivel de conocimiento en el que podamos responder, usando la ciencia y políticas públicas, a cómo el cambio climático en realidad puede afectar el comportamiento humano, la calidad de vida, y cómo ese cambio humano interactúa con el cambio climático.
Necesitamos que la ciencia nos informe cómo el clima y la población – dos variables muy dinámicas, cambian y, al hacerlo, cómo se retroalimentan entre sí. A la vez, los esfuerzos políticos deben abordar la manera de traducir esta información en acciones de adaptación y mitigación que sean política, económica, social y culturalmente viables. Y esto es precisamente lo que Agustín estaba tratando de decirme aquel día.
Obviamente, estas cuestiones de población y cambio climático son muy complejas, mucho más de lo que puede ser discutido en una sola entrada de este blog. Y aún cuando no puedo decir que vamos a resolverlas en el corto plazo, si diré que huir de un problema complejo es la peor forma de solucionarlo. En futuras entradas, voy a escribir acerca de muchas de las iniciativas en curso (entre ellas la mía propia) para comprender y actuar en lo que creo que es uno de los problemas sociales más importantes de nuestros tiempos: dilucidar la relación entre los seres humanos y el clima como un problema de desarrollo.
Siguiendo mi propio consejo, he empezado a trabajar en este tema como parte de un equipo de investigadores. Y tengo que darle las gracias a Agustín por ello 🙂
Lea una versión de este artículo en Inglés aquí.
Aníbal Martínez dice
Definitivamente existe una relación entre población y cambio climático, lo importante será averiguar en que magnitud se da la relación y cuáles variables tienen más significancia. Partamos del principio del equilibrio geoquímico del planeta, con el crecimiento de la población hay alteración de las cadenas de transformación de los elementos químicos. Luego viene la alteración de los estados de los minerales que ha sido alterado totalmente, el problema de la basura, la emisión de gases contaminantes que también alteran la composición del aire. La contaminación del agua, la cual está alterando su composición gradualmente a nivel mundial. La elevación de la temperatura acelerará las reacciones químicas en todos los estados de la materia que compone el planeta y todo tipo de vida existente, incluyendo al ser humana, cambiando de manera impredecible los genomas de las especies, generando mutaciones que no podemos imaginar por la deriva genética.
Cesáreo López Luría dice
Al leer tu artículo, y leer que lo inicias con el comentario de tu amigo Agustin el cual argumentaba que “no estaba convencido aún“ sobre el impacto de los seres humanos sobre el cambio climático. Comento que yo era de las personas que también estaba incredulo sobre la situación que se estaba viviendo en nuestro planeta y que los concepto “cambio climático y el impacto sobre el cambio climático”, eran unos conceptos o términos nuevos que los políticos y gobernantes estaban integrando a sus diccionarios y vocabularios para persuadir a las mujeres y hombres en razón de sus intereses políticos-personales, ante una sociedad desiluacionada de ellos. Pero desde septiembre del año dos mil diez, creo que el cambio climático y sus efectos son una realizadad y que a todo esto es consecuencia de mis actos negativos como ser humano hacia el medio ambiente. En esa fecha mi pueblo fue afectado por esa acciones negativas de no cuidar mi medio ambiente, sinceramente desde que tengo uso de razón jamas mi pueblo había sufrido alguna inundación y undimientos de tierra por tanta lluvía. A partir de esa experiencia me comprometí a mi, a mi familia a cuidar el agua, cuidar los árboles, cuidar el aire, es decir nuestro medio ambiente.
Cesáreo López Luría dice
El responsable de la página favor de eliminar el anterio comentario que envié(faltó revisión del texto)
• Al leer tu artículo, y leer que lo inicias con el comentario de tu amigo Agustín el cual argumentaba que “no estaba convencido aún“ sobre el impacto de los seres humanos sobre el cambio climático. Comento que yo era de las personas que también estaba incrédulo sobre la situación que se estaba viviendo en nuestro planeta y que los concepto “cambio climático y el impacto sobre el cambio climático”, eran unos conceptos o términos nuevos que los políticos y gobernantes estaban integrando a sus diccionarios y vocabularios para persuadir a las mujeres y hombres en razón de sus intereses políticos-personales, ante una sociedad desilusionada de ellos. Pero desde septiembre del año dos mil diez, creo que el cambio climático y sus efectos son una realidad y que a todo esto es consecuencia de mis actos negativos como ser humano hacia el medio ambiente. En esa fecha mi pueblo fue afectado por esa acciones negativas de no cuidar mi medio ambiente, sinceramente desde que tengo uso de razón jamás mi pueblo había sufrido alguna inundación y hundimientos de tierra por tanta lluvia. A partir de esa experiencia me comprometí a mí, a mi familia a cuidar el agua, cuidar los árboles, cuidar el aire, es decir nuestro medio ambiente.
Fernando Miralles-Wilhelm dice
Gracias por su amable comentario, y su cándidez personal. Quizás le doy el número telefónico de Agustín, y usted lo llama y lo convence. A mi todavía me cuesta convencer a mi gran amigo del alma 🙂
Hector M. dice
En los escenarios SRES (publicados en 2000) se usaron proyecciones de población muy particulares. Para los escenarios de la familia B2 se utilizó la Variante Media de las proyecciones demográficas de la ONU (Revisión 1998). Para los escenarios de las familias A1 y B1 se utilizó la variante baja, pero no la variante baja de la ONU sino la que fue utilizada en un estudio de Lutz (1996) cuyas cifras son superiores a las de la ONU Rev 1998. Para los escenarios A2 se usó la variante alta de Lutz 1996, que son a su vez superiores a la variante alta de la ONU-1998. No está claro por qué no se usaron las tres variantes de la ONU (excepto si uno sospecha que se usaron las de Lutz porque implicaban más población).
La ONU ha venido bajando gradualmente sus proyecciones desde los años 90: la última revisión disponible (2008) arroja cifras muy inferiores a las de 1998. Para el año 2050 las cifras de 2008 son -14% en la variante alta y disminuciones porcentuales un poco más bajas en las variantes media y baja. Estas proyecciones más recientes no han sido contempladas por el IPCC.
La ONU no ha publicado proyecciones más allá de 2050, pero aplicando los mismos parámetros usados hasta ese año se pueden extender las proyecciones hasta 2100 (algo que la ONU hizo con sus anteriores revisiones, pero no con las últimas dos).
La principal causa del descenso es que la ONU ha empezado a reconocer que la tasa global de fertilidad o TGF (hijos esperados por mujere) está bajando más rápidamente de lo esperado. Toda fertilidad inferior a 2.1 hijos produce eventualmente un descenso de la población pues no alcanza a reemplazar a la generación precedente. En las Rev. 2006 y 2008 la ONU supone (en su variante media) que TODOS los países converjan gradualmente, desde 2015, a una TGF de 1.85 hijos por mujer (es decir 0.93 hijas mujeres por mujer). A medida que esos hijos e hijas alcanzan la edad reproductiva, la nueva generación resulta más pequeña, y por lo tanto la población tiende a caer (menor mortalidad opera en sentido contrario, pero en mucha menor escala). Por consiguiente, la población mundial según las proyecciones de 2006 y 2008 alcanzará un máximo (entre 2050 y 2070 según las regiones) y comenzará a descender. A partir de esta variante media la ONU introdujo una variante Alta donde la fertilidad converge a 2.35 (con lo cual la población seguiría creciendo) y una Baja que converge a 1.35 (con lo cual comenzaría a decrecer antes (entre 2040 y 2060). La convergencia se supone que ocurre al mismo ritmo en todos los países (0.05 hijos por década). Algunos países tendrían que AUMENTAR su fertilidad para alcanzar la TGF fijada arbitrariamente por estas variantes.
Estas proyecciones se basan en un puro ejercicio demográfico sin considerar los factores que influyen en la fertilidad (y en la mortalidad y la migración), como el ingreso, la educación y la urbanización. Solo se asume un descenso exógeno dado de la fertilidad y mortalidad, y se supone algo sobre la migración, y de allí se deriva la proyección. Por eso se puede arbitrariamente hacer que la TGF se estabilice en cualquier valor (1.85, 2.35 o 1.35) en todos los países uniformemente. Esta no es la forma en que procede la fertilidad. Ella varía según el ingreso, la educación y la urbanización alcanzados. Por encima de unos U$S 12000 per capita (en dólares de paridad de poder adquisitivo, revisión 2005) la fertilidad desciende a un nivel en torno a 1.30 hijos (variando entre 1.2 y 1.5), donde permanece hasta niveles muy altos (por encima de U$S 45000) donde comienza a aumentar levemente (esto solo ocurre actualmente en algunos países muy ricos con alto desarrollo humano, como los escandinavos y algunos de Europa Occidental, y en menor medida USA y en este caso principalmente por la inmigración). No todos los países se comportan igual, ni cambian su TGF al mismo ritmo. En todo caso, solo la Variante Baja de la ONU (donde la TGF converge a 1.35) está más cerca de las tendencias observadas. La Variante Alta es puramente teórica, pues va totalmente en contra de las tendencias observadas desde hace al menos dos siglos, y la Var. Media también contradice los hechos y los mecanismos implícitos, y sumamente bien corroborados, en las teorias que explican los cambios demográficos.
Esto ya es muy largo, así que me detengo aquí. La única proyección demográfica de la ONU lejanamente realista es la Variante Baja de 2008. Falta examinar los otros supuestos de los escenarios SRES, que se basan en el ingreso per capita correspondiente a esa población projectada en los años 90. Esa es también una metodología errónea.
Esto no quiere decir que las proyecciones climáticas sean erróneas. Dado un cierto nivel de emisiones, ellas pueden ser generadas por una infinidad de combinaciones entre población, ingreso, y composición de la generación de energía. Tan es así que la nueva generación de escenarios del IPCC para su quinto informe no supone nada sobre ingreso o población, sino que solo postula varias trayectorias hipotéticas de las emisiones, y de ahí deriva cambios en el clima. Pero las proyecciones de población de los escenarios SRES son importantes si hay que calcular impactos en la alimentación y la agricultura, o en la demanda de energía y combustibles para los hogares, por ejemplo,
Fernando Miralles-Wilhelm dice
Gracias Hector de nuevo por estos datos tan buenos. De hecho, creo que un aspecto importante de lo que planteas es que el cambio climático puede ya estar afectando a la población humana de una manera muy significativa. Esas proyecciones de población que mencionas, y que han sido estudiadas ampliamente, demuestran que la dinámica de la población, está acoplada con la dinámica del resto del planeta de una manera significativa y medible! El efecto sobre la tasa de fertilidad es un proceso complejo que amerita estudios más detallados, y en el cual el clima ejerce efectos directos (sequías, inundaciones) e indirectos (seguridad alimentaria, impactos económicos). Gracias!
Hector M. dice
Los interesados en un tratamiento más extenso de estos temas para el caso de América Latina pueden consultar mi reciente artículo “El pan del futuro: Cambio climático, agricultura y alimentación en América Latina” (http://ssrn.com/abstract=1823645), y en forma aun más desarrollada y sistemática en el libro actualmente en prensa “Climate change, agriculture and food security in Latin America” (http://www.amazon.com/Climate-Change-Agriculture-Security-America/dp/1907132317/ref=sr_1_10?s=books&ie=UTF8&qid=1307717147&sr=1-10). Ambos se basan en las previsiones climáticas del IPCC, pero contienen detallados exámenes de la cuestión poblacional y sus implicaciones.
De todas maneras, vale la pena mencionar que aun con las absurdamente elevadas proyecciones del escenario A2 (donde la población del 2100 llega a 15000 millones de habitantes, cuando ahora se reconoce que como máximo alcanzará unos 9000 antes de comenzar a bajar) los modelos integrados de evaluación de la agricultura y la alimentación bajo el previsto cambio climático arrojan resultados muy favorables: la producción crecería más rápido que la población, y el porcentaje de población mundial que no alcanza a cubrir sus necesidades alimentarias mínimas (definición y método de la FAO) se reduciría a menos de la mitad respecto al año base de esa proyección (1990) e incluso respecto a la situación actual (2010-11) que es mejor que la de 1990. En otros escenarios con proyecciones de población menos disparatadas (aunque todavía exageradas) ese porcentaje se torna estadísticamente no significativo (en torno a 1%). Estas proyecciones son sumamente conservadoras en cuanto a sus supuestos sobre progreso agrícola y del ingreso, y no presuponen ninguna mejora en la distribución del ingreso (en el libro citado se supone más bien un empeoramiento de la distribución del ingreso, con similares resultados). Si la capacidad productiva alcanza para la población del escenario A2, por supuesto que alcanza y sobra para una proyección más realista (o al menos no tan exagerada) de la población.
Fernando Miralles-Wilhelm dice
Hola Hector, muchas gracias por tu comentario. He leído muchos de tus trabajos, y te tengo un respeto profesional enorme. Acabo de ir a Amazon, y tu libro está por salir, así que estaré pendiente.
Hector M. dice
Muchas gracias por tus conceptos, Fernando. He estado recientemente en un workshop del BID en Washington, con la división agricola (Paul Trapido) precisamente analizando el efecto del cambio climático sobre la agricultura y la alimentación, que es una de las vías en que el CC climático afecta a la población (y también una de las fuentes de emisiones de gases de invernadero). Veo que el BID está dedicando un enorme esfuerzo y dedicación a este tema, y creo que eso es muy positivo. Asimismo veo con satisfacción que no se contentan con usar materiales de popularización provenientes de ONGs ambientalistas (que suelen no ser demasiado confiables) sino que intentan basarse en los avances de la investigación científica sobre el tema. Esa es una de las principales formas de aumentar las probabilidades de éxito en cualquier actividad.
Dimas Castillo Tristán dice
Todos los gobiernos, sin excepción, debieran tener en su agenda esta temática en un lugar destacado de su programa ya que esta tiene estrecha relación con el desarrollo, de cada país y también en el concierto de todos los países. Esto nos afecta a todos.
El papel de la “educación para todos” es un excelente puntal para la comprensión del la relación población y cambio climático y puede provocar cambios efectivos y permanentes, al paso del tiempo.
Este artículo me alienta a preparar una ponencia que se presentaría en un congreso en noviembre 2011 en Panamá. Sé que es un tema intrincado, pero la forma de tratar de comprenderlo es adentrándose en él.
Felicito al autor por la iniciativa.
Fernando Miralles-Wilhelm dice
Gracias por las palabras de aliento. Definitivamente, coincido en que este tema es importante, a un nivel reconocido por muy pocas personas en todo el mundo, y nuestra región no es la excepción. Espero que la ponencia en noviembre quede excelente, y que nos envíe una copia aquí al BID. A sus órdenes!
Hector M. dice
Fernando dice que ” el cambio climático puede ya estar afectando a la población humana de una manera muy significativa.”
Es posible, pero difícilmente en lo que se refiere a la población y la alimentación. No creo que exista influencia del cambio climático sobre la magnitud de la población o sobre las tasas de natalidad y mortalidad. Podría influir sobre las migraciones, y sin duda ese efecto puede estar ya presente (algunas poblaciones del Sahel en décadas pasadas han enfrentado un proceso de desertificación que ha acelerado su tradicional proceso de emigración hacia otras zonas de Africa o hacia Europa). Afortunadamente, en los últimos años el Sahel está sufriendo un “reverdecimiento” (se puede googlear “greening of the Sahel” para ver algunos estudios del tema), lo cual ha permitido una reducción de la emigración desde esa zona.
Sin embargo, la enorme mayoría (posiblemente más del 90%) de la emigración desde países en desarrollo no se debe al cambio climático sino a la dinámica del desarrollo capitalista, que expulsa gente de unas zonas y las atrae hacia otras: a la mobilidad del capital y de los bienes y servicios, que caracteriza la actual fase del proceso de globalización, se le añade gradualmente la mobilidad de la fuerza laboral (como ya ocurrió en la anterior fase de globalización, 1870-1914, interrumpida por “la era de las catástrofes” como llama Eric Hobsbawm al período 1914-45). Las migraciones seguramente aumentarán, pues la globalización de la economía implica necesariamente reasignación de recursos entre sectores y entre regiones.
En cuanto a efectos del cambio climático sobre la agricultura, estos no son en general perceptibles por ahora. Los eventos extremos observables (inundaciones, sequías, huracanes, etc) no parecen haber salido de su margen histórico de variabilidad natural, y su atribución al cambio climático no es posible por ahora. El informe de 2007 del IPCC (grupo II) insiste especialmente en que los eventuales efectos negativos del cambio climático sobre la agricultura de algunas zonas serán perceptibles solo en la última parte del siglo 21, cuando el aumento de la temperatura global exceda los 2-3°C. Los modelos de evaluación integrada y los modelos econométricos que tratan de evaluar ese efecto confirman esta presunción: un aumento de 1° a 2° en general es beneficioso para la agricultura. Un aumento de 3° o 4° sigue siendo beneficioso en zonas templadas pero puede ser perjudicial en algunas áreas tropicales. Esos aumentos, de acuerdo a los escenarios del IPCC, solo se alcanzarán a finales del siglo 21.
El período de aumento global de temperatura de 1970-2000 (que luego se transformó en un período de estancamiento o leve caída de la temperatura global hasta nuestros días) causó por cierto algún efecto en algunas áreas. Por ejemplo, la mayor evaporación del Atlántico Sur causó aumentos de lluvia, y en la Argentina las isohietas se corrieron hacia el Oeste un promedio de 200 km, añadiendo varios millones de hectáreas aptas para la actividad agropecuaria, y permitiendo la expansión del área cultivada en unos 10 millones de Has, no solo en la Pampa Húmeda sino en la llamada Pampa Seca y en el norte del país. También ayudó a habilitar para el cultivo amplias áreas de la puna boliviana, que anteriormente estaban más limitadas por el frío y el riesgo de heladas de verano. Como efectos negativos, probablemente, debe contarse el período de desertificación del Sahel ocurrido en esos años, y que por suerte no parece estar progresando en los últimos años. Pero estas son oscilaciones decadales y multidecales de la temperatura y otras condiciones meteorológicas, en inglés “WEATHER” (hubo un período de estancamiento y enfriamiento en 1940-70). Esas oscilaciones no deben confundirse con el proceso acumulativo (mucho más leve) de aumento tendencial de la temperatura promedio de largo plazo (o “CLIMATE”) y que en parte es un resultado de las emisiones de CO2.
Larcery Díaz Barrantes dice
Me parece muy buena tu reflexión y felicito tus palabras y la interpretación que le das al texto en general. Sin duda alguna el cambio se esta dando no de ahora sino desde hace mucho tiempo, es hora de reflexionar y ver que alternativas de solución podemos aportar
JAVIER EDUARDO RODRIGUEZ SALAZAR dice
disculpen, hice algunos arreglos de redacción al comentario anterior
Saludos,
Que buena reflexión, creo que es necesario apoyar investigaciones entre las relaciones de la población y el cambio climático, pues el papel del hombre en relación a su ambiente no ha sido el mejor, y esto si deja consecuencias de comportamiento, directas e indirectas, existe gran afectación en el ser humano por las acciones dramáticas que dejan las inundaciones, sequías, y demás hechos asociados a las consecuencias del cambio climático; se requiere entender el enfoque psicosocial, para tranformar lo que la mano del hombre ha generado y dichas consecuencias, sobre todo por nuestra cultura latinoamericana, aunque no se escapa ningún continente.
La existencia de políticas publicas ambientales, ayuda pero no es suficiente, se requiere la aplicación de medios que permitan generar una consciencia mas tranformadora en el ser humano, que permita que hombres y mujeres vean el medio ambiente como factor de desarrollo, que proporciona sostenibilidad alimentaria, no como la tierra que produce y nos brinda alimento, sino como un plan de vida que involucra la tierra para que se conviertan en la base o elemento de modelos de desarrollo social endógeno, en acuerdo a su contexto y con un eje transversal: ser humano y ambiente, aprovechar los ciclos biológicos y sociales como lenguajes enriquecedores de buenas practicas urbanas y rurales, con desarrollo a favor del hombre integral.
Solo así se pueden hacer y construir a futuro políticas publicas desde los grupos de base en favor, por ejemplo, de producciones limpias agropecuarias que permitan al ser humano beneficios no solo economicos sino en multiples relaciones, la unidad familiar, el respeto por la naturaleza, el ahorro familiar, los proyectos comunitarios, consolidación de valores, etc.
Se trata de aportar entre todos, los elementos que deben conformar este modelo de desarrollo y las practicas reales que deben multiplicarse en adultos, niños, niñas y jovenes, que permitan esa verdadera transformación del ser humano a favor de su entorno.
Este tema debe ser profundizado, y que bueno poder hacerlo entre todos, para que asi Agustin se convenza con hechos transformadores, que sean el limite para que la mayoría de agustines que existen en la tierra, se vayan disminuyendo; asi las conductas del ser humano sean mas equilibradas a la realidad y al cambio climatico, mas abiertos a entender lo que nos quiere decir la misma naturaleza.
suerte y felicitaciones
JAVIER EDUARDO
Jose Antonio Teran P dice
El ser humano es el que maneja el cambio climatico, hace que se reduzca o incremente el grado de incidencia.
JULIANA REYMER dice
Poblaciòn y Cambio Climàtico: La relación entre los seres humanos y el clima, pienso que el crecimiento demográfico en el planeta es directamente conectado al consumo de energía, alimento, necesidad de vivienda, servicios de salud, educación y transporte, etc. Además el consumismo que va inherente a la vida cotidiana del ser humano,
Entre las consecuencias del Cambio Climático se tiene previsto que desaparezcas las estaciones de transito como son la primavera y otoño.
El impacto en la agricultura, tiene relación directa en las estaciones de siembra y cosechas y la adaptación de las semillas ante este cambio, involucra los ciclos vitales y los variantes en los ecosistemas, la biodiversidad y los germoplasmas, en consecuencia la seguridad alimentaria del ser humano.
El impacto en salud, tiene relación con todos los sistemas que conforman el cuerpo humano, incluido el impacto en la piel, y en la adaptación de este universo que el cada ser humano, incluido la salud mental.
En cuanto al crecimiento democrático, es ser humano, quien depreda su habitad y agrede a todas la fauna, flora, terrestre y marina, siendo el animal más inteligente.¿El planeta puede continuar con este rápido crecimiento demográfico?
Vidal Aparicio dice
En mi opinión definitivamente existe relación entre población y cambio climático. En nuestro país existen poblaciones enteras como es el caso del Chaco Boliviano, que se encuentran sufriendo las causas del cambio climático – aunque no todas las causas se pueden atribuir al cambio climático. En los últimos años, desde el mes de mayo hasta diciembre no llueve, los ríos no tienen agua suficiente para la alimentación de la población, del ganado y para aprovechamiento en la agricultura. Por este motivo se esta generando un éxodo de población de estos lugares hacia las ciudades capitales mas cercanas en búsqueda de mejores oportunidades.
En la institución en la cual trabajo estamos desarrollando una investigación que tiene como propósito recoger la percepción – opinión del ciudadano común (clase media, clase alta y clase pobre), de profesionales, de autoridades locales sobre el cambio climático. Te estaré comentando los resultados de la investigación.