Muchos organismos internacionales cuentan con mecanismos participativos, los cuales pueden ser usados por personas naturales o jurídicas que se consideren afectadas de manera adversa en aspectos ambientales o sociales, como consecuencia del diseño, construcción u operación de proyectos de inversión. Estos mecanismos proporcionan canales efectivos para procesar los reclamos de la población, y un medio de transparencia en la información y rendición de cuentas.
Tradicionalmente, este campo estaba representado por los convenios internacionales y organismos creados para el cumplimiento de los mismos. Tal es el caso de instrumentos como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual buscar proteger los derechos de los pueblos indígenas y es de aplicación obligatoria para los países firmantes; y el rol que cumplen instancias como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Diversos bancos de desarrollo también han venido implementando –con variantes en su alcance y funciones- mecanismos independientes de quejas y rendición de cuentas, respondiendo de esta manera tanto a decisiones propias como a pedidos de la sociedad civil. Ejemplos incluyen el Mecanismo Independiente de Consulta e Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo, el cual complementa el trabajo regular que realiza su equipo de Salvaguardas Ambientales y Sociales; y el Servicio de Atención a Reclamos y Panel de Inspección del Banco Mundial.
Otros mecanismos disponibles, que no son tan conocidos, pero que en algunos casos cuentan con una alta cobertura, son los proporcionados por los tratados de libre comercio. Son un importante complemento a los mecanismos de quejas de los bancos de desarrollo.
Los textos de diversos acuerdos de promoción comercial entre Estados Unidos y países de Norte, Centro y Sudamérica, por lo general incluyen provisiones para asegurar la aplicación de la legislación ambiental de los países y partes firmantes de estos convenios. Al ser tratados internacionales, estos se convierten en parte del marco jurídico aplicable a dichos países, proporcionando la base legal para implementar medidas necesarias para abordar los potenciales desafíos socioambientales.
En el caso del Acuerdo de Promoción Comercial Perú – Estados Unidos, por ejemplo, recientemente se creó la Secretaría para las Solicitudes sobre Asuntos de Cumplimiento Ambiental. Esta Secretaría brinda una herramienta adicional a las normativas existentes para que los ciudadanos puedan participar activamente en el cuidado del medio ambiente, además de brindar una oportunidad a ambos gobiernos de comunicar a la ciudadanía las acciones que vienen tomando respecto a la aplicación de la legislación ambiental en sus respectivos países.
Estos mecanismos de quejas se constituyen como una herramienta que empodera a la sociedad civil, facilitando el establecimiento de un nexo entre la población potencialmente afectadas y las entidades gubernamentales involucradas en la implementación de proyectos de inversión. Estos mecanismos, y los medios de comunicación virtual actualmente existentes, permiten a las poblaciones potencialmente afectadas contar con un canal de atención por parte de instancias creadas específicamente para este propósito, a los cuales pueden acceder aun cuando estas se encuentren a miles de kilómetros de los lugares donde se implementan los proyectos.
Amadeu Casals dice
La buena relación con todos los trabajadores implicados i/o afectados por convenios transnacionales, debería ser uno de los principales objetivos de las mismas
Martha Lucia Gutierrez Cedeño dice
Excelentes temas
Juan Polo dice
DEBERIAMOS CUIDAR LAS CUENCAS HIDRICAS POR EL BIEN DE LA HUMANIDAD Y DE NUESTRA SOBREVIVENCIA
Israel Rodríguez González dice
Los ecosistemas de los paramos se deben proteger, en Sumapaz es el más grande y se está contaminando por el Retamo Espinoso, que puede acabar con los frailejones. Hay que hacer lo necesario para erradicar manualmente está planta invasora
Parwa dice
Gracias por compartir