Con el Día Mundial de los Peces Migratorios justo a la vuelta de la esquina (sí, también se celebra, en caso de que no lo sepas), quiero compartir la experiencia sobre cómo Costa Rica, con la ayuda del BID, ha implementado exitosamente su primera compensación acuática en el proyecto hidroeléctrico más grande en Centroamérica.
El Proyecto Hidroeléctrico Reventazón (PHR), construido por la compañía estatal Instituto costarricense de Electricidad de Costa Rica (ICE) en el río Reventazón, es también, junto con el proyecto hidroeléctrico Chaglla en Perú, uno de los dos primeros proyectos hidroeléctricos en Latinoamérica financiados por el BID que han utilizado el enfoque de compensación acuática.
El PHR de 305 MW de capacidad instalada, se localiza en la vertiente Caribe de Costa Rica y ha incluido la construcción de una presa de 130 m de altura, un embalse de 6.9 km2, las instalaciones de generación eléctrica, entre otros. Por sus dimensiones, la construcción y operación de estas grandes obras lleva asociados importantes impactos ambientales y sociales, especialmente por la pérdida y fragmentación de hábitats terrestres y acuáticos y áreas con alta biodiversidad.
Los principales impactos ambientales del PHR en el sistema acuático han sido:
- la transformación de 8 km de río en un lago artificial, con la consecuente pérdida de hábitat natural para la fauna acuática y la disminución de sus poblaciones,
- la fragmentación e interrupción de los corredores acuáticos que impide la distribución natural de las especies acuáticas migratorias, algunas como el pez bobo (Joturus pichardi) de mucha importancia social y como alimento para los pobladores locales; y
- los efectos acumulativos derivados de otros proyectos hidroeléctricos en la cuenca.
Estos impactos, que no se pudieron evitar, minimizar o restaurar las condiciones previas al proyecto, tal como establece la Jerarquía de la Mitigación, se trataron como impactos residuales y el ICE ha tenido que compensarlos. Para lo cual y con la asistencia técnica provista por el BID, el ICE ha diseñado e implementado una compensación acuática (Offset) que tiene por objetivos:
- conservar y proteger un río de flujo libre de características ecológicas similares al Reventazón,
- mejorar la calidad de sus hábitats acuático y riparios
- y lograr la cero pérdida neta para la conectividad del cauce principal del río.
Todo esto para asegurar que los peces y otras especies acuáticas y migratorias que habitan el río pueden llevar a cabo sus ciclos de vida con normalidad.
Después de un análisis de opciones y discusión con el BID y un equipo técnico asesor, el ICE seleccionó los ríos Parismina y su tributario Dos Novillos como sitio de compensación acuática (de 105.5 km de longitud). Es importante decir, que este sitio Offset está libre de desarrollos hidroeléctricos, se encuentra dentro de la cuenca del río Reventazón y es uno de sus afluentes.
Para lograr los objetivos de compensación, el ICE desarrolló un Plan de gestión del Offset acuático Parismina-Dos Novillos, que incluye una serie de acciones ambientales como por ejemplo: la reforestación de las riberas, disminuir la contaminación del agua por agroquímicos, promover buenas prácticas agropecuarias en el sitio Offset, mejorar la gestión de los recursos hídricos, entre otras. También, incluye un plan de monitoreo que permitirá al ICE evaluar le eficacia de estas acciones, demostrar que se mejora la calidad ambiental en estos ríos y se logran reducir las amenazas existentes.
El ICE ha logrado involucrar a la población local, finqueros y otros actores de la cuenca (gobiernos locales, academia, autoridades ambientales, etc.) en la ejecución de muchas de las acciones ambientales planeadas en el sitio de compensación. Esta colaboración, lograr la participación de los grandes productores agrícolas y generar alianzas para gestionar el Offset serán determinantes para mantener su éxito.
Otros retos importantes para garantizar la sostenibilidad del Offset a largo plazo son, obtener el marco legal de la protección del sitio de compensación por el Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica y asegurar la financiación de su gestión y operación.
A pesar de estos desafíos, el Offset acuático Parismina-Dos Novillos del ICE es una iniciativa innovadora, exitosa y posiciona al proyecto Reventazón dentro de los líderes mundiales en la gestión de los impactos ambientales de proyectos hidroeléctricos, siendo además un referente de la estrategia de infraestructura sostenible que el BID desempeña en la región de Latinoamérica y el Caribe.
Aprende mas sobre el Rio Parismina en este documental:
Vea los Blogs del BID:
Tres maneras de mejorar la energía hidroeléctrica
¿Es la infraestructura una amenaza o una oportunidad para conservar nuestra biodiversidad?
Rosario es consultora, especialista en medio ambiente y biodiversidad. Desde el 2013 trabaja apoyando al BID en la coordinación y supervisión del diseño e implementación de la estrategia de compensación por pérdida de biodiversidad acuática del proyecto hidroeléctrico Reventazón en Costa Rica. Tiene 15 años de experiencia en la gestión y supervisión ambiental de proyectos de, hidroelectricidad, infraestructura, desarrollo rural y turismo. Ha trabajado con el sector público, privado y ONGs en países como España, Suiza y de Centroamérica. Rosario, es Bióloga y tiene un Máster en Administración de proyectos y un Máster en Sistemas Integrados de Gestión del Medio Ambiente, Seguridad y Salud, Calidad y Responsabilidad Social Corporativa.
Un proyecto offset muy ambicioso y sin duda su exito dependera del compromiso asumido por los actores locales. Muchas ideas practicas para replicarlas en contextos similares.
Me ha parecido interesantísimo el reportaje de la bióloga Rosario, muy profesional .