“El término “sostenibilidad” se ha convertido en la palabra de moda para todo, desde la producción de alimentos a los modelos de negocio, así como una manera de describir cómo se produce el crecimiento económico sin altos costos sociales y ambientales. Sin embargo, la urgencia por hacer las cosas bien en América Latina y el Caribe ha ido en aumento a medida que la región enfrentaba el desafío de mayores necesidades de productividad en medio de una rápida urbanización, el cambio climático, la degradación del medio ambiente, y las desigualdades sociales.
El auge económico de la última década dio lugar a un crecimiento sorprendente. La región vio crecer a su clase media a más de un tercio de la población y el número de los más pobres disminuyó a menos del 5%. América Latina se convirtió en una de las regiones más urbanizadas del mundo. El consumo medio de electricidad se cuadruplicó a casi 1.700 kWh per cápita entre 1970 y 2006.
Sin embargo, la aletargada economía mundial de hoy amenaza con revertir los avances socioeconómicos que tanto ha costado lograr. El foco está puesto ahora en proteger los beneficios conseguidos con tanto esfuerzo, salvaguardando al mismo tiempo nuestro medio ambiente y las comunidades.
En el centro de esto está el problema del envejecimiento de nuestra infraestructura. Cada año, la región enfrenta una brecha de US$250.000 millones para cubrir sus necesidades de infraestructura. Llenar esta brecha es vital para mejorar la movilidad social de las comunidades históricamente marginadas, transportar bienes y servicios de manera equitativa en todos los países, y actuar como una barrera inicial para los desastres.
No obstante, igualmente importante es cómo se gastan estas inversiones. Téngase en cuenta lo siguiente:
- América Latina y el Caribe es vulnerable a los desastres naturales, que cuestan a los Gobiernos unos US$2.000 millones al año. Nueve de los 20 países
principales del mundo más expuestos a desastres como huracanes y terremotos están en la región. - La región alberga aproximadamente el 70% de las especies del mundo, sin embargo, estas especies están cada vez más amenazadas por las actividades humanas.
- Las tasas de deforestación de la región duplican la media mundial, contribuyendo al aumento de las emisiones de CO2 de la región.
- América Latina y el Caribe ya está experimentando las consecuencias adversas del cambio climático: los patrones climáticos extremos y los eventos climáticos están aumentando en frecuencia e intensidad, los niveles del mar están subiendo, afectando a los grupos más vulnerables de la región.
- La deforestación está afectando los patrones de lluvia, causando interrupciones en la producción de electricidad y la producción agrícola. El Amazonas experimentó dos sequías nunca antes vistas en 2005 y 2010 debido a la deforestación.
- Las preocupaciones sociales y ambientales están en la raíz de un número cada vez mayor de conflictos en América Latina y el Caribe (LAC, por sus siglas en inglés) Más de 300 conflictos se han producido en la región asociados con desarrollos de gran escala.
América Latina y el Caribe está en una encrucijada. Debe decidir sobre una mejor manera de hacer frente a sus necesidades de infraestructura actuales y futuras. Sin un enfoque estratégico, las condiciones actuales solo sirven para exacerbar las condiciones ambientales y las desigualdades sociales, minando el desarrollo a largo plazo y conduciendo a más conflictos.
La buena noticia es que, cada vez más es posible encontrar iniciativas para promover la sostenibilidad de nuestros puertos, carreteras, aeropuertos y demás infraestructura. En coherencia con nuestra estrategia central para apoyar el crecimiento económico sostenible, el año pasado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID, por sus siglas en inglés) aprobó una Estrategia de Infraestructura Sostenible. Esta estrategia proporciona una visión sobre lo que creemos que es una infraestructura sostenible, y cómo podemos servir mejor a la región cerrando la brecha de infraestructura sin comprometer los objetivos regionales relacionados con la biodiversidad y el cambio climático. Iniciativas como el Plan de Acción Regional para el Transporte Ambientalmente Sostenible, la Iniciativa Ciudades Emergentes y Sostenibles, el Programa de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, y el Plan de Acción en Cambio Climático, así como las salvaguardias ambientales y sociales del Banco, tienen por objeto garantizar que las consideraciones ambientales y sociales se incluyan en el diseño, la construcción y la operación de las infraestructuras. Hemos seguido e informado sobre nuestros avances en estos esfuerzos en nuestro Informe Anual de Sostenibilidad, que ya está en su noveno año.
Este enfoque considera la infraestructura como parte integral del desarrollo sostenible de la región. Nos permite alinear mejor un conjunto más amplio de valores e iniciativas que se han visto tradicionalmente compitiendo con el objetivo del desarrollo económico. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, evitar la pérdida de hábitats naturales, consultar a las comunidades y minimizar el desplazamiento de las personas vulnerables, forman parte del examen cuidadoso que involucra la toma de decisiones sobre qué tipo de infraestructura se debe desarrollar para actuar como un catalizador para el desarrollo sostenible.
Afortunadamente, hay muchos ejemplos en la región de este tipo de infraestructura sostenible. En Costa Rica, el Banco y sus asociados están buscando formas innovadoras de preservar la integridad biológica del crítico hábitat del jaguar e implementar un desplazamiento del río durante la construcción de Reventazón, la central hidroeléctrica más grande de Centroamérica. Hay muchos otros ejemplos y cada uno ofrece lecciones para ayudarnos a todos en el camino hacia la sostenibilidad. En mis viajes por la región visitando proyectos financiados por el BID, veo empresas del sector privado y organismos gubernamentales con visión al futuro que aplican y desarrollan prácticas innovadoras en respuesta a las inquietudes que han planteado las comunidades locales y las organizaciones de la sociedad civil.
Dear Janine
congratulations for this important initiative. Sustainability challenges of Latin America and the Caribbean region definitely need comunications tools such as this that promote sharing of information and of experiences between local stakeholders.
Miguel Coutinho
IAIA – International Association for Impact Assessment
IDAD – Instituto do Ambiente e Desenvolvimento