Foto: Miss Botswana 2006 vs Miss Colombia 2007
Si yo les dijera la palabra “Botswana”, ustedes se imaginarían un país en el sur de África que flota en un mar de diamantes, o tal vez el destino para un buen safari. Pues resulta que este país es mucho más que eso: Botswana se está consolidando como un modelo en todo el mundo por el manejo cuidadoso de sus recursos naturales. No hablo de una modelo como las de la foto (Miss Botswana 2006 y Miss Colombia 2007), sino de un ejemplo de sostenibilidad del capital natural que debe ser estudiado en nuestra región.
Botswana es un país con un crecimiento económico asombroso: Durante las dos últimas décadas su economía ha crecido de media un 7,8 %, -el índice más alto de África- en comparación al crecimiento de Colombia, mi país natal, con alrededor del 4,5%. Entre 1995 y 2005 Botswana logró aumentar su renta per cápita un 35%. ¿Cómo lo ha hecho, y por qué se destaca como ganador entre todos los países de la región africana?
El reporte La cambiante riqueza de las naciones que fue publicado por el Banco Mundial en 2011, confirmó que el secreto del éxito de esta nación africana es una mezcla del manejo cuidadoso de su base de recursos naturales con una fuerte gobernanza y la promoción de una mayor cultura de rendición de cuentas. Además de ser reconocido constantemente como el país de África mejor posicionado en el Índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional, Botswana realiza importantes esfuerzos para garantizar que los ingresos de su sector minero se reinviertan en el desarrollo del país, especialmente en educación, salud y medio ambiente. Desde la década de 1990, el gobierno ha seguido un Índice de Presupuesto Sostenible que vigila la forma en la que los ingresos de la minería se asignan en el presupuesto del gobierno.
Este índice incorpora un programa de contabilidad ambiental que asegura que la renta minera se reinvierta en pro del desarrollo ambiental de Botswana con el objetivo de lograr un desarrollo económico a largo plazo. La existencia de este programa ha resultado clave para que el país finalmente haya comprendido que el crecimiento económico no es posible sin la protección de la base de recursos naturales, incluyendo sus bosques, biodiversidad y sus recursos de agua.
La pregunta que surge es: ¿se podría aplicar este modelo de contabilidad ambiental en Colombia con las “locomotoras” mineras del desarrollo o en otros países de América Latina y el Caribe para que nos indique si vamos por el rumbo correcto hacia el crecimiento económico sostenido? En buena hora Colombia comenzó hace poco un proyecto piloto para este propósito y han seguido Costa Rica y Guatemala.
Creo que a través de la incorporación del valor del medio ambiente, o en términos más exactos, el valor de los servicios de los ecosistemas o capital natural en las cuentas de los activos de la nación se puede lograr seguir los pasos de Botswana. Los servicios de los ecosistemas son los beneficios que los ciudadanos recibimos de la naturaleza como la biodiversidad, el agua limpia, la captación de CO2, la belleza de los paisajes conservados y la diversidad de frutas y verduras que encontramos en los supermercados, entre muchos otros, que por dificultades técnicas y por falta de concientización sobre la importancia de su valor, se ha vuelto invisible.
Por todo esto, tengo un mensaje para mi querido país natal: No sé en cuanto a misses, pero en lo que a gestión de recursos naturales se refiere, tenemos mucho que aprender de Botswana.
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La referencia a las “misses” queda sobrando, además es algo sexista. El fondo del artículo es interesante por sí mismo, no tenía que recurrir a esa metáfora.
Para que mirar tan lejos, mira a Venezuela nivel de pobreza 23,9% mientras que Botswana 30,3% o mejor la proporción de personas que ganan menos de 1,25 dolares/dia, según las Naciones Unidas, en Botswana es de 23,1% en 2005 y de Venezuela es de 10% y en Ecuador de 9,8%. Porque como puedes decirle a una persona que no tale el bosque cuando sabes que necesita esos recursos para sobrevivir.
Y de acuerdo a la proteccion de los bosques, de acuerdo a un articulo de Andres Viña, aspirante a Doctor en medio ambiente (BioOne) “loss of forest cover on the Colombian side for the study period was almost 43%, while only 22% on the Ecuadorian side”
“por falta de concientización” La palabra concientización no existe y mucho menos el verbo concientizar. El verbo es concienciar y para el caso específico concienciación respecto a forma. De fondo, destaco lo correspondiente al análisis respecto a las inversiones necesarias que debe realizar un país con los recursos de regalías, las cuales permitan generar un mayor valor agregado, no sólo económico sino social y ambiental.
Cristian, el verbo concientizar significa concienciar y es usado en América Latina, según la Real Academia de la Lengua Española:
http://lema.rae.es/drae/?val=concientizar
Muy interesante columna, felicidades al autor por el original enfoque!!
La calidad de vida y el estar bien de un país no se mide con los índices de crecimiento económico, sino con la disponibilidad que tienen de utilizar adecuadamente sus recursos naturales esenciales para la vida.