El arte del desarrollo en desafiantes ambientes institucionales

Fortalecer las instituciones nacionales y locales puede ser una ardua tarea incluso bajo las mejores circunstancias. Y si se intenta hacerlo en algunos países en desarrollo, la cuesta puede llegar a ser aún más empinada. Encontrar el equilibrio justo entre medidas de largo plazo para crear valor agregado y al mismo tiempo conseguir resultados concretos puede ser un gran desafío incluso para los expertos más avezados. Esto incluye el cumplimiento con las políticas de salvaguardias del BID.

Si bien toda solución deberá tener en cuenta el contexto específico, aquí incluimos algunas sugerencias que pueden resultar de gran utilidad para desempeñarse adecuadamente en ambientes institucionales emergentes:

I. Identificar a los actores claves y establecer una conexión personal / Siempre hacen falta dos

En un ambiente institucional complejo, es crucial conocer a las personas claves para poder preparar e implementar un proyecto. Si usted busca una respuesta o necesita algún tipo de información de alguna contraparte, no se conforme con el envío de un email a la recepción. Establezca contacto directo con los actores claves sobre una base de confianza mutua y presérvelo. En el trabajo de campo, la línea entre el trabajo y la vida privada no siempre está tan claramente definida. Esa es la razón por la cual una conexión personal puede resultar muy útil. Si bien es esencial mantener el foco en lo profesional, establecer una relación de confianza permite conocer mejor a la persona y mostrarle que hay mucho más en usted que la institución a la que representa. Las cosas de ahí en más pueden avanzar en forma más fluida.

II. Escuche, aprenda y proceda

La experiencia local es valiosísima, por lo tanto es esencial escuchar activamente las opiniones y perspectivas de las contrapartes y actores locales. A menudo, ellos han trabajado con algunos donantes internacionales y conocen los procedimientos y también los posibles problemas que han ido encontrando en proyectos similares en el pasado.

III. Documentación, mantenimiento de registros y desarrollo de capacidades

La falta de fondos y/o de responsabilidades claramente definidas, o la superposición de las mismas, pueden resultar en la falta de documentación y de mantenimiento de registros por parte de los actores involucrados. Una vez hecho el contacto inicial, puede llevar cierto tiempo y esfuerzo establecer un sistema metódico. Idealmente, esto forma parte de un esfuerzo más amplio y sistemático de desarrollo de capacidades con la agencia ejecutora. Si bien puede parecer tedioso y consumir mucho tiempo, sobre todo al comienzo de un proyecto, esto le permitirá avanzar con mayor celeridad en etapas posteriores, por ejemplo cuando surja la necesidad de conseguir algún documento específico. Asimismo, el contar con documentación sólida es un elemento crucial para aportar la evidencia necesaria para poder mostrar los logros que se consiguieron gracias a todo el tiempo y el esfuerzo que usted dedicó para asegurar la sustentabilidad del proyecto.

VI. Persistencia

El reloj siempre corre más lento en el país donde uno está desarrollando las tareas. Maneje sus expectativas respecto de los logros que pueda alcanzar y de cuánto tiempo le llevará conseguirlos, de modo de combatir sus propias frustraciones. Un seguimiento continuo sumado a permanentes ofrecimientos de apoyo, pueden enviar el claro mensaje de que usted está siguiendo determinados estándares que deben ser tenidos en cuenta. La aplicación del Punto I aportará las bases necesarias para esto y favorecerá un diálogo fructífero con la agencia ejecutora. Naturalmente, esta lista podría ampliarse. Su finalidad es simplemente la de aportar una muestra de cómo podría armarse un catálogo de buenas prácticas para trabajar con contrapartes en ambientes institucionales complicados. Asimismo, puede constituir un punto de partida para el lector atento y aportar una guía que ayude a evitar algunos de los principales obstáculos que se presentan al iniciar un proyecto.