¿Cómo pueden las empresas, grandes y pequeñas, hacer que sus cadenas de suministro sean más resilientes al clima y al mismo tiempo más rentables? Prácticamente cualquier cadena de suministro, pero particularmente aquellas que dependen de los recursos naturales, experimentará los impactos de un clima cambiante en todas sus partes.
Un estudio reciente de Acclimatise para el programa PROADAPT del BID muestra que evaluar los riesgos del cambio climático y de sus efectos ayuda a las empresas a comprender mejor sus cadenas de suministro y fortalecer su resiliencia y, durante el proceso, les otorga una ventaja competitiva en el mercado.
Convertir los riesgos climáticos en oportunidades
El cambio climático aumenta la ocurrencia de eventos climáticos extremos, lo que significa mayores riesgos para los activos y las operaciones comerciales. Además, puede reducir la disponibilidad de ciertos insumos y aumentar su precio.
Contrario a lo que comúnmente se piensa, la reducción de estos riesgos puede generar nuevas oportunidades. Las empresas que adaptan sus estrategias para volverse más resilientes aumentan su competitividad a través de una producción más eficiente y una reducción de costos. Por otro lado, los nuevos productos y soluciones que mejoran la resiliencia climática, como los materiales de construcción resistentes al calor, las semillas resistentes a la sequía, los servicios de captación de agua, el riego por goteo o los nuevos esquemas de seguro generan nuevas oportunidades para las empresas locales.
Abordar los impactos del cambio climático en la cadena de suministro
Conocer los riesgos del cambio climático y sus impactos en la cadena de suministro de una empresa es el primer paso hacia la construcción de la resiliencia climática. El próximo paso es mapear la cadena de suministro en detalle, incluyendo sus ubicaciones geográficas, para identificar las partes más vulnerables y enfocarse en las medidas de adaptación más apropiadas. Finalmente, se pueden identificar y priorizar medidas de adaptación y resiliencia, tales como:
- Soluciones apropiadas para el contexto local que ofrezcan un incentivo de negocios tanto para la empresa ancla como para los agricultores para desarrollar la resiliencia climática. Las actividades pueden incluir agricultura agroforestal y regenerativa enfocada en la salud del suelo, captura y almacenamiento de agua para anticiparse a una reducción de las precipitaciones, modificación de los piensos para incluir cultivos resistentes al clima y bienestar animal para tener animales más vigorosos y productivos.
- Combinar financiamiento con asistencia técnica para agricultores para aumentar la sensibilización, crear capacidad y apoyar la sostenibilidad social, económica y medioambiental.
- Hacer uso de herramientas como Cool Farm Tool, que son gratuitas y de código abierto, y permiten calcular los gases de efecto invernadero, el agua y la biodiversidad en las granjas, y luego analizar cómo ciertos cambios pueden generar variaciones en estos indicadores.
- Integrar el riesgo climático en la evaluación de crédito.
La implementación de medidas de adaptación climática también puede tener impactos sociales y económicos positivos en las economías locales a través de negocios más sostenibles, transferencia de tecnología y la aparición de nuevos nichos de mercado, que permiten el desarrollo de nuevas tecnologías, productos y servicios locales a un precio menor. A menudo, las medidas de mejora de la resiliencia también significan la reducción de las emisiones de carbono, como en el caso de los biodigestores y la energía limpia, presentando así un doble beneficio.
BID y Danone se asocian para enfrentar el cambio climático
Para Danone y el Danone Ecosystem Fund, la agricultura sostenible es una forma estratégica de estar preparado, aumentar la sensibilización y luchar contra el cambio climático. Estas actividades son importantes para Danone, ya que la compañía busca reducir el 50% de sus emisiones (en todos los alcances) para el 2030 y ser neutro en emisiones de carbono para el 2050.
Sobre la base de una relación histórica exitosa, el BID y Danone actualmente tienen una alianza estratégica de varios años para avanzar sus respectivos objetivos en la adaptación al cambio climático, la innovación social y la sostenibilidad ambiental. Para lograr esta visión, el BID y Danone aprovecharán las lecciones aprendidas de los proyectos existentes y, al mismo tiempo, crearán nuevas herramientas y modelos que permitan un mayor impacto para una mejor resiliencia y sostenibilidad.
Uno de esos proyectos es Gota Verde de Danone Brasil, una iniciativa para garantizar que todos los proveedores de leche en su cadena de valor cumplan con el Código Forestal de Brasil, eliminando la deforestación, minimizando la huella de carbono y mejorando la sostenibilidad de la producción de leche de Danone.
Danone ha reconocido claramente que existen numerosos beneficios, incluyendo beneficios económicos, como resultado de incluir consideraciones climáticas en sus procesos. A medida que continúan trabajando para lograr una mayor resiliencia a lo largo de sus cadenas de valor, el BID se complace en apoyarlos en su camino hacia prácticas de producción más sostenibles y rentables.
*Este blog fue escrito en colaboración con Shoshana Grossman-Crist, de Danone Ecosystem Fund, y Ligia Camargo, de Danone Brasil.
Foto: Copyright © Davi Ozolin – Flickr – (CC BY-NC-SA 2.0)
José Luis Camps dice
Gracias , es una publicación ordenada y sencilla de seguir, en temas que tienen importancia y poca visibilidad, porque significa un enfoque de análisis técnico, con herramientas que permiten diagnósticar. Ej. Impacto del cambio climático.