Maíz, tomate, caña de azúcar, café, soja, aguacates (o paltas), entre otros, son parte identitaria de América Latina y el Caribe, y juegan un rol fundamental tanto en su gastronomía como en la economía. Con más de una cuarta parte de las tierras agrícolas de mediano y alto potencial del mundo, la región Latinoamericana es la mayor exportadora neta de alimentos a nivel mundial.
Sin embargo, casi el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la región provienen de la agricultura, ganadería, silvicultura y el cambio de uso del suelo. Sumado a esto, la agricultura es especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático, en particular los pequeños agricultores comunitarios que dependen de actividades sensibles al clima para su sustento y seguridad alimentaria. Es por ello que, los agronegocios son fundamentales para emprender la transición al tener el potencial de aumentar la inversión en medidas ambientalmente sostenibles e informadas que impulsen un desarrollo inclusivo, resiliente y bajo en carbono.
Así que para que la región pueda realmente alcanzar su potencial de producción agrícola para el consumo regional y la exportación mundial, es necesario adoptar prácticas climáticamente inteligentes en las operaciones y dentro de la cadena de suministro para fomentar la productividad, la mitigación y la resiliencia climática, así como el fomento de empleos verdes.
Sostenibilidad como modelo de negocios
El manejo sostenible de los recursos ha pasado de ser un extra o un tema reputacional para pasar a ser un eje fundamental del modelo de negocios y sus cadenas de valor. Un claro ejemplo es el de cómo la eficiencia hídrica y gestión sostenible del agua en este sector, está íntimamente ligada, y es crucial para la rentabilidad y crecimiento económico ya que el 90% de los resultados depende de la buena gestión del agua. O cómo el trabajo con agricultores locales, quienes suman más de 14 millones de empleos y representan el 80% de las fincas, trabajan el 35% de las tierras y aportan entre el 40% y el 50% de los alimentos, resulta en un valor compartido con inversión social en la comunidad y fortalecimiento del ecosistema, mucho más allá de las plantaciones.
La importancia de un agro sostenible está ampliamente demostrada sin embargo no se ha difundido a escala. La sostenibilidad del sector agro es multidimensional, porque el agro es multifuncional y requiere un enfoque específico de la historia social del sector en la región. Su importancia política es importante y la creciente evidencia científica y el continuo respaldo de la comunidad internacional, denota la necesidad de tener en cuenta objetivos económicos, socio-territoriales y ambientales.
No te pierdas este nuevo episodio
En este episodio del Podcast Liderando la Marea, nuestras invitadas Camila Rodríguez Taylor y Leslie Sarná Roedenbeck nos compartieron su perspectiva en como la forma en la que el diseño y adopción de acciones de adaptación y mitigación con un enfoque integral, así como de la evaluación de impacto de los programas implementados generan un cambio en todos los eslabones de la cadena de valor y son transformadores para la industria agroalimentaria.
Escucha aquí el episodio completo de Liderando la Marea y sigue nuestros episodios con diferentes expertas de la región.
Si quieres escuchar los episodios anteriores de la serie, los puedes encontrar en este enlace.
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