Consideren este escenario hipotético: el gobierno de Betija está invirtiendo en un proyecto de infraestructura en una ruta provincial que consiste en el mejoramiento de 140 km de carreteras entre las ciudades de Tosa y de Ican. El gobierno ha identificado varias categorías de actores que podrían verse afectados por el proyecto. A estos grupos se les dio la oportunidad de reunirse con funcionarios para transmitir sus inquietudes y hacer sugerencias sobre el diseño del proyecto. Sin embargo, no se tuvo en cuenta a las mujeres para esas reuniones. Además, se descartaron preocupaciones sobre la hidrología del área, ya que se consideró que los actores no eran expertos y por tanto carecían de las competencias para discutir sobre complejas cuestiones hidrológicas. Los actores sintieron que no se les proveyó de suficiente información para sustentar la afirmación de que el proyecto no aumentaría los riesgos de inundaciones. Esta situación generó tensión. Los actores acudieron a los medios para atraer atención sobre el tema, y una ONG internacional los ayudó a redactar una queja mediante el mecanismo de reclamos de la institución financiera para el desarrollo con sede en Washington DC. El gobierno de Betija les comunicó a los grupos de actores que no habría nuevas reuniones.
¿Creen ustedes que el gobierno hizo lo suficiente para atender las preocupaciones de los actores en una forma inclusiva y significativa? Probablemente no.
Este escenario pone de manifiesto los desafíos que se presentan a la hora de realizar consultas públicas significativas sobre proyectos de desarrollo. Consultas transparentes y significativas con los actores claves son la base fundamental para una toma de decisiones informada y para la buena gobernanza. También agregan valor real a los proyectos. Sin embargo, la experiencia nos muestra que es necesario reforzar la práctica en esta área.
Debido a ello, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha publicado una Nota sobre Consulta Relevante con Partes Interesadas (Ingles). Esta publicación forma parte de una serie de notas de buenas prácticas para la evaluación y manejo de los riesgos y oportunidades ambientales y sociales. La serie busca servir de guía para especialistas y actores políticos sobre requerimientos de políticas y buenas prácticas internacionales y promover una aplicación más consistente y mejor coordinada de los principios de sustentabilidad ambiental y social.
¿En qué consiste una consulta significativa?
La “consulta significativa”, un requerimiento de las políticas del BID, involucra un proceso de ida y vuelta de diálogo y participación en lugar de una simple diseminación unidireccional de la información. Se trata de un proceso antes que de uno o varios eventos aislados; e incluye a la gente que vive en las comunidades afectadas y a otros actores relevantes.
Un proceso de consulta significativa con actores del proyecto añade valor a los proyectos de diferentes modos:
- Capta las perspectivas y percepciones de las personas que puedan resultar afectadas o puedan tener interés en un proyecto de desarrollo, y se constituye en un medio para considerar sus opiniones y sugerencias para mejorar el diseño e implementación de los proyectos, y de ese modo elimina o reduce los impactos adversos y aumenta los beneficios;
- Ofrece una importante fuente de validación y verificación de la información obtenida por otras vías y mejora la calidad de las evaluaciones de impactos ambientales y sociales;
- Facilita la comprensión de los individuos de sus derechos y responsabilidades ante un proyecto;
- Un mayor grado de transparencia y de participación de los actores aumenta la confianza, la aceptación del proyecto y el sentido de propiedad local, que son elementos claves para la sustentabilidad de los proyectos y los resultados del desarrollo;
- Es un requisito del BID y de otras instituciones financieras para cumplir con las políticas ambientales y sociales en proyectos con el potencial de causar perjuicios a las personas o el medio ambiente; y
- Es esencial para la credibilidad y legitimidad de las instituciones de implementación y de las Instituciones Financieras Internacionales como el BID.
Diez elementos de una consulta significativa con partes interesadas
Las buenas prácticas internacionales establecen hoy en día diez elementos que sirven de guía en el desarrollo y ejecución de consultas significativas. Pero es importante recordar que estos elementos raramente son secuenciales o discretos. Más bien, puede que se superpongan parcial o totalmente; pueden ocurrir en etapas; y pueden ser reiterativos. Son necesarios el juicio y la experiencia profesionales para determinar cuál es el mejor curso de acción en cada proyecto distinto.
Dicho eso, el enfoque recomendado es asegurarse de que cada uno de los siguientes diez aspectos y elementos de las consultas a partes interesadas formen parte de la preparación y ejecución del proyecto:
- Identificar asuntos prioritarios: ¿Cuáles son los riesgos y oportunidades que probablemente surjan a partir del proyecto?
- Análisis de actores y plan de consulta: ¿Quiénes se verán afectados por el proyecto y quiénes poseen intereses que puedan afectar los resultados?
- Información previa: ¿Cómo se brindará a los actores información previa a la consulta y eventos de consulta, de manera significativa?
- Foros y métodos para el proceso de consulta adecuados: ¿Cómo deberían organizarse los eventos de consulta?
- Mecanismos de reparación por reclamos: ¿Cómo pueden solicitar compensaciones aquellos actores que consideren que el proyecto está dañándolos a ellos o al medio ambiente?
- Diseño e implementación contemplando las perspectivas de los actores: ¿Cómo serán incorporadas las preocupaciones y sugerencias de los actores en el proceso de toma de decisiones y sistema de administración general del proyecto?
- Devolución a actores y transparencia en la toma de decisiones: ¿De qué manera se informará a los actores sobre las decisiones tomadas con respecto al proyecto y de qué manera se integrarán sus perspectivas y propuestas?
- Datos de referencia, planes de acción y sistemas de gestión: ¿Cuáles son los planes de acción que el proyecto implementará para reducir riesgos y aumentar los beneficios para quienes participan en el proyecto?
- Documentación y divulgación pública: ¿Cuáles son los mecanismos establecidos para documentar y divulgar información relevante del proyecto?
- Consultas permanentes con actores durante la implementación: ¿Cuáles son los mecanismos establecidos para garantizar que la comunidad sea permanentemente informada y se involucre a lo largo de la implementación del proyecto?
Atender estos diez elementos de una manera explícita y sistemática es clave para diseñar y llevar a cabo un proceso de consulta significativa con partes interesadas.
Descargue la Nota sobre Consulta Relevante con Partes Interesadas
En el BID estamos trabajando para mejorar nuestra interacción con los actores y con las comunidades en los proyectos de desarrollo. Todos los proyectos que financiamos y que conllevan un riesgo ambiental y social requieren consultas con las partes afectadas y la consideración de sus puntos de vista. En los proyectos financiados por el BID, la consulta a los actores es básicamente responsabilidad del prestatario, mediante la institución a cargo de la implementación del proyecto. Sin embargo, el BID retiene un rol complementario durante todo el ciclo del proyecto, aportando explicaciones, asesoramiento y apoyo.
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