Si consideramos a la Evaluación del Impacto Ambiental y Social (EIAS) como el esqueleto de un proyecto, El Análisis de Alternativas (AdA) puede sin duda alguna considerarse como su columna vertebral. El AdA examina las alternativas factibles de un proyecto propuesto desde diversos puntos de vista: técnico, financiero, regulatorio, jurisdiccional, ambiental y social. Mediante este análisis, el AdA promueve una mejor toma de decisiones mediante la identificación de las alternativas más adecuadas y financieramente viables. Este enfoque minimiza los impactos adversos y los riesgos tanto para las comunidades como para el ambiente, lo que en última instancia se traduce en un proyecto mejor, más sólido y más sostenible.
El AdA incluye la evaluación de diversos escenarios para un proyecto, como por ejemplo:
- Rutas alternativas;
- Ubicaciones alternativas;
- Diseño de proyecto; y/o
- Métodos del proyecto propuesto, incluyendo la opción “No Proyecto” (o Alternativa Cero).
Este enfoque normalmente sigue un ‘enfoque de reducción’ que incluye varios pasos lógicos, comenzando por alternativas de alto nivel y estrechándose progresivamente hasta llegar a alternativas más detalladas. Su objetivo es identificar las mejores opciones mediante la comparación de los impactos potenciales de todas las alternativas, la asignación de prioridades a las diferentes posibilidades, y la justificación de las razones de su selección en forma transparente y con la participación de los principales interesados.
¿Cuándo debería realizarse el Análisis de Alternativas?
Idealmente, el AdA se realiza en paralelo con los estudios de factibilidad del proyecto, como parte de los estadios preliminares del proceso de EIAS (Selección y Especificación). Esto permitirá identificar los impactos en forma más consistente. Un paso crucial en esta etapa es identificar a los actores y/o áreas afectados por el proyecto, tales como comunidades, áreas protegidas, hábitats naturales críticos y sitios de patrimonio cultural.
En el escenario más favorable, el proceso de EIAS se inicia cuando la opción óptima del proyecto aún no ha sido adoptada. Si el proceso de EIAS comienza cuando la opción preferida ya ha sido seleccionada, quedan menos oportunidades disponibles para hacer frente a impactos adversos que de otro modo podrían ser evitados, como también para tomar costosas medidas de mitigación y compensación.
¿Cuáles son los beneficios del Análisis de Alternativas?
El AdA tiene el potencial de generar grandes beneficios en términos de ahorro tanto financiero como de tiempos, mejorar la preparación para hacer frente a inevitables impactos adversos de envergadura, y también conquistar apoyo social para el proyecto. Existen innumerables ejemplos sobre los beneficios de los AdA. El desarrollo de proyectos lineales, cambio de ruta de líneas de transmisión, tuberías, y carreteras puede evitar o al menos minimizar los reasentamientos involuntarios y el paso por áreas protegidas. Asimismo, en proyectos puntuales, el momento en que se desarrolle la construcción puede evitar las épocas de migración o anidación de aves.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está preparando operaciones para las cuales el AdA es crucial para seleccionar el emplazamiento adecuado de grandes obras de infraestructura. En un caso específico, el BID recibió para revisión una propuesta de evaluación técnica de un proyecto de infraestructura de gran envergadura cuyo previsto emplazamiento tendría impacto sobre hábitats naturales críticos (manglares), aumentando la exposición a inundaciones, y también sobre comunidades pesqueras aledañas. En ese caso, no se había realizado un AdA sobre el emplazamiento apropiado para la obra, por lo que fue rápidamente encargado por el BID. El AdA del emplazamiento del proyecto ayudó a los diseñadores a evitar los potenciales impactos adversos y los riesgos para los hábitats naturales críticos y a reducir su exposición a los riesgos ante desastres naturales. Sin un AdA las medidas de mitigación y compensación pueden tener altos costos, tanto en el aspecto monetario como en el socio-ambiental. Es importante tener en cuenta que los manglares desempeñan un papel crucial en la protección de las costas contra la erosión y que por tanto han sido designados tanto a nivel nacional como internacional como hábitats prioritarios para la conservación y la preservación. Asi, tenemos que el AdA se enfoca en escenarios relacionados con la potencial y significativa conversión de hábitats naturales críticos y los impactos sobre las comunidades aledañas, identificando sitios en los que el impacto sería nulo o insignificante y por tanto se evitaría la necesidad de adoptar costosas medidas adicionales de mitigación.
Se puede evitar el surgimiento de potenciales significativos impactos mediante una proactiva identificación y priorización de cruciales aspectos ambientales y sociales típicos de un sector y tomar medidas tempranas de protección, lo que también ahorraría tiempo y esfuerzo.
Si desea información técnica más detallada que incluya estudios de casos, o si tiene algún otro ejemplo de AdA que quiera compartir, háganoslo saber en los comentarios.
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