Internet de las cosas, autos autónomos, inteligencia artificial, entre otros, son algunas de las tecnologías de cambio profundo que, de acuerdo con Klaus Schawb, causarán cambios relevantes en varios sectores industriales. Viajar en un automóvil sin conductor, ser diagnosticado desde tu celular o recibir un tratamiento por medio de un robot autónomo, son solo algunos casos que pueden llegar a ser posibles con estas tecnologías. Indagar en los alcances y conocer casos en donde ya se están aplicando hace emocionante el hecho de querer usarlas. ¿Pero estamos listos para su aplicación?
Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías de cambio profundo que día tras día está siendo utilizada en más sectores industriales… y la salud es uno de ellos. En Jalisco, México, a través de la iniciativa fAIr LAC Jalisco, realizamos un proyecto de investigación aplicada enfocado en la detección temprana y tratamiento oportuno de la Retinopatía Diabética, a través del uso de telemedicina y modelos de IA. Este proyecto permite la detección de la Retinopatía Diabética en niveles de salud donde anteriormente no se valoraba. Esto posibilita referir al paciente de manera oportuna a un médico especialista para prevenir la pérdida visual y la ceguera provocada por esta afección.
Más allá de la tecnología
A través de este proyecto hemos atendido a más de 1000 pacientes diabéticos en tres centros de salud de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Más de 150 pacientes sospechosos de una retinopatía diabética que amenazaba su visión conocieron el estado de su afección y fueron derivados a médicos especialistas para un tratamiento. Si bien hemos visto que el uso de esta tecnología presenta ventajas, su uso debe de trabajarse de manera responsable y considerar cuatro actores que permiten la efectividad de un nuevo programa en salud, de acuerdo a la Ingeniería Clínica. Autores como Stephen L. Grimes, enumeran estos actores como:
- Tecnológico
- Normativo
- Económico
- Demográfico y cultural
Esto indica que, por más que tengamos una tecnología de vanguardia como la IA, podría no haber una adaptación exitosa si la población no la acepta (factor demográfico y cultural), si no existen las normas adecuadas que pueden proteger al usuario y sus operadores (factor normativo), o si no hay una viabilidad económica que permita la sustentabilidad del modelo (factor económico).
Cuando estos actores alcancen una madurez mínima es cuando podremos considerar que la tecnología tendrá un impacto exitoso en la sociedad. Por lo que una tecnología novedosa como la IA en la salud requiere de otros actores igual de importantes que funcionan como catalizadores para su implementación.
Las adaptaciones necesarias para que la IA funcione en salud
Lo anterior indica la necesidad de la adaptación de una misma tecnología en diferentes tiempos y formas, de acuerdo a la sociedad y/o cultura en la que uno está inserto. Las sociedades desarrolladas tienden a realizar un esfuerzo más coordinado y generalmente de menor magnitud en comparación a una sociedad en desarrollo.
Pongamos un ejemplo de otro sector: la adaptación del auto autónomo es más inminente en países desarrollados en donde el reglamento, la aceptación social y la infraestructura vial permiten que estos vehículos en efecto puedan transportar pasajeros de manera autónoma. Por su parte, países menos desarrollados tienen primero que construir los caminos, señalización y reglamentos con los que estos vehículos actuarán, potencializando así la adaptación de esta tecnología. Este mismo patrón, se puede observar con la IA en la salud, ya que países menos desarrollados cuentan con otras necesidades prioritarias que deben de ser atendidas, como el hecho de que clínicas y hospitales cuenten con sistemas de cómputo, internet y protocolos de seguridad de datos. Por ello, para la adaptación de un servicio o programa de salud efectiva que incluya la IA se debe de trabajar a la par en estos requerimientos y los cuatro actores, que no solo son tecnológicos.
Considerando lo anterior y viendo el beneficio de este tipo de programas con la tecnología, queda plantearnos las siguientes preguntas: ¿estamos listos en Latinoamérica para la aplicación efectiva de esta tecnología en la salud pública?, ¿qué sociedades se podrían adaptar estas tecnologías de manera efectiva primero? Aunque algunas de las aplicaciones de IA ya se encuentren validadas, su impacto social requiere un trabajo arduo, un trabajo progresivo que tome conciencia de estos cuatro actores, los cuales constituyen los caminos para el impacto efectivo en la sociedad que nos encontramos.
¿Qué tan avanzada está la IA en tu país? ¿Qué adaptaciones deberían realizar para una implementación exitosa? Compártenos en los comentarios.
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