Copyright © 2018. Banco Interamericano de Desarrollo. Si deseas republicar el artículo, por favor solicita autorización a sph-communication@iadb.org.
Por Cristina Pombo.
Las tecnologías son una oportunidad para hallar formas de crear un futuro incluyente y capaz de impactar positivamente a los individuos. Esto es particularmente cierto en la industria del cuidado de la salud y la medicina. La “digitalización” de la salud tiene el potencial de revolucionar el diagnóstico y el tratamiento hacia la prevención y gestión alrededor del paciente.
Los avances en esta revolución son fascinantes. Por un lado, permiten servicios a través de portales, consultas remotas, registros médicos personales electrónicos, robots quirúrgicos y dispositivos portátiles que administran tratamientos médicos a demanda y no de emergencia a los pacientes. Por otro, la incorporación y coordinación fluida de aplicaciones digitales y dispositivos conectados ya está transformando la industria en un sistema centrado en el paciente e impulsado por los datos. Esto cambiará el foco de la medicina tradicional y responsabilizará a los ciudadanos de la gestión de su propia salud y bienestar.
No todas las tecnologías emergentes alterarán el terreno social, pero algunas tienen un verdadero potencial para modificar el orden establecido, cambiar la manera en la que las personas viven y trabajan y reacomodar los conjuntos de valores. En este reporte, Servicios Sociales para Ciudadanos Digitales, identificamos las tecnologías emergentes y sus implicaciones en la forma en que se prestan los servicios.
Inteligencia artificial
Su irrupción en la industria de la salud permite mejores diagnósticos y tratamientos. En el consultorio médico la inteligencia artificial ya está ayudando a los dermatólogos a distinguir entre manchas inofensivas y crecimientos cancerígenos, a diagnosticar enfermedades genéticas poco comunes a través de algoritmos de reconocimiento facial y a leer radiografías y otras imágenes médicas. En poco tiempo, permitirá detectar signos de enfermedades oculares relacionadas con la diabetes, como la retinopatía diabética.
Por otro lado, así como nuestros teléfonos móviles ya nos dicen cómo dormir mejor, cómo comer más saludable y cómo hacer más ejercicio, también la inteligencia artificial puede interpretar patrones en la forma en la que hablamos y escribimos mensajes para detectar los primeros signos de depresión y el riesgo de suicidio. Chatbots amigables entrenados en conceptos de terapia cognitivo-conductual están ayudando a personas que no tienen tiempo o recursos para recibir ayuda profesional. Este abordaje se apoya en el hecho de que las personas se abren más ante una máquina que ante otras personas porque los algoritmos no juzgan.
Blockchain
El blockchain brinda muchas oportunidades al sistema de atención de la salud tradicional. Por ejemplo, una cadena puede contener el registro médico electrónico del ciclo de vida completo de un paciente. También se puede utilizar en la etapa de fabricación de productos farmacéuticos para garantizar su autenticidad.
Además el blockchain puede ofrecer una plataforma segura y fácil de autenticar para la integración de datos a partir de dispositivos como rastreadores del estado físico o que utilizan aplicaciones móviles. Así, un solo paciente puede generar datos seguros y autenticados a partir de varios dispositivos. El seguimiento y el acceso a datos diarios de salud permite crear planes de salud y ejercicio para los pacientes, que a su vez pueden ser adaptados continuamente a medida que se interpretan los datos. La transparencia y la responsabilidad inherentes al blockchain garantizarán la seguridad de los datos y disminuirán los riesgos asociados.
Internet de las cosas
La conectividad que permite el internet de las cosas abrirá nuevas posibilidades para la prestación de servicios de salud eficientes, de buena calidad, transparentes y de bajo costo, algo muy relevante en el contexto de América Latina y el Caribe. Así como existen las fábricas inteligentes, podríamos tener hospitales inteligentes que podrían brindar niveles de atención impensables hasta ahora y a menores costos, a través del análisis permanente de ubicaciones, signos vitales o medicamentos administrados.
La innovación digital también podría apoyar la derivación fluida de pacientes y sus historiales clínicos electrónicos para fines de diagnóstico y tratamiento a futuro. Gracias a la constante reducción de los precios de los sensores y la mayor viabilidad de las tecnologías, los dispositivos médicos capaces de conectarse al internet de las cosas serán parte integral de la vida diaria de los pacientes.
Salud digital y respuesta humana
La velocidad del cambio y las oportunidades sin precedentes que surgen a partir de tecnologías como Blockchain y la inteligencia artificial son hoy el sello distintivo de la industria de la salud. Pero el futuro de la salud no solo se definirá por las innovaciones, sino que también será moldeado por la manera en que respondamos y preveamos los desafíos, incluyendo el de la privacidad de los datos, y las consecuencias de cada gran avance. Por decirlo de otra forma, cuanto más sepamos, más “conocidos desconocidos” se nos revelarán. Los límites de las áreas que aún quedan por estudiar se amplían permanentemente, mientras proliferan las posibles aplicaciones de las nuevas tecnologías.
Descarga esta publicación y conoce más sobre el futuro de la salud.
¿Cómo crees que será el futuro de la salud en tu país? ¿Qué avances conoces y qué efecto han tenido? Cuéntanos en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Cristina Pombo es asesora de economía digital en la Gerencia del Sector Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Leave a Reply