En América Latina y el Caribe hubo más de 600.000 casos de malaria en 2021, y el riesgo de muerte es mucho mayor en niños menores de 5 años y mujeres embarazadas. En Guatemala, el papel de la sociedad civil, junto al Ministerio de Salud y otros socios, es fundamental para eliminar esta enfermedad.
Consideramos importante recordar y aplaudir el trabajo de las y los voluntarios, colaboradores, y trabajadores comunitarios de salud que, en Guatemala como en los demás países de Mesoamérica, salvan vidas todos los días.
La importancia de los colaboradores voluntarios en la estrategia contra la malaria
Doña Aladi, de la localidad de Paxcaman, en el Distrito de Flores, Petén, es uno de los muchos héroes en la lucha contra la malaria.
Cada día, sin recibir ninguna retribución monetaria, abre las puertas de su humilde hogar a sus vecinos para aplicar pruebas rápidas para diagnosticar malaria a los que presentan signos de fiebre. Doña Aladi trabaja como Colaboradora Voluntaria desde hace más de 10 años.
Nos comenta con mucho orgullo su lucha contra la enfermedad. Últimamente, se han detectado 3 casos en la localidad, por lo cual su labor es de suma importancia para evitar más contagios. Al identificar un caso positivo, inmediatamente contacta al gestor de foco para que se traslade al hogar de la persona enferma para darle el tratamiento, hacerles la prueba rápida a sus familiares, recordarles el uso de los mosquiteros y buscar atención si presentan cualquier síntoma de malaria.
El diagnóstico, tratamiento, investigación y respuesta (estrategia D-TIR) son fundamentales en la lucha contra la enfermedad. Requieren mucha coordinación entre todos los actores involucrados, pero sobre todo destaca el compromiso y la entrega de los trabajadores locales, especialmente de los gestores de foco y los colaboradores voluntarios, cuya labor es crucial para prevenir, detectar y tratar casos de malaria. Son personas de la comunidad, como Doña Aladi, que han decidido dedicar su tiempo y su esfuerzo al bienestar de sus vecinos.
Impacto de la malaria en las comunidades: la historia de Doña María
Doña María es una trabajadora de cocina en la Base Militar de Petén. A sus 48 años, es una muestra de cómo la malaria puede afectar a cualquier persona. Al presentar síntomas de fiebre, se le realizó una prueba rápida que, en tan solo 15 minutos, arrojó un resultado positivo para malaria. De inmediato, fue trasladada para recibir un tratamiento supervisado. A partir de ahí, se inició un protocolo de búsqueda para identificar posibles contagiados en su familia, comunidad y trabajo, ya que el tiempo es esencial para evitar la propagación de la enfermedad.
La malaria no solo afecta a la salud de las personas, sino que también tiene un impacto negativo en miles de familias, numerosos pueblos y países porque afecta su productividad y reduce el crecimiento económico, especialmente en las comunidades más pobres y vulnerables lo que refleja las brechas en equidad y justicia social. Por ser la malaria una enfermedad que se disemina fácilmente es esencial continuar luchando hasta eliminar la malaria en Guatemala y en la región.
La malaria es una enfermedad causada por el parásito Plasmodium falciparum, transmitido por mosquitos del género Anopheles, especialmente en países tropicales y subtropicales. Los síntomas de la enfermedad incluyen fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. Si no se trata, puede causar complicaciones graves e incluso la muerte.
Para combatir la enfermedad, se deben tomar medidas preventivas y terapéuticas efectivas tanto desde las unidades de salud como la participación comunitaria es piedra angular para incrementar el acceso a la detección, diagnóstico y tratamiento principalmente en comunidades que tienen difícil acceso a servicios de salud.
En Guatemala, hubo 1,241 casos confirmados de malaria en el 2021. Si bien los casos han disminuido en los últimos años, aún se necesitan esfuerzos. Junto a sus donantes y socios, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha estado apoyando a Guatemala con la Iniciativa Regional para la Eliminación de la Malaria (IREM) desde 2020. El objetivo es llegar a eliminar la malaria en toda Mesoamérica.
El pueblo guatemalteco reconoce, valora y aplaude la labor fundamental de todos sus héroes en la lucha contra la malaria. Gracias a ellas y ellos, Guatemala puede apostar a eliminar la enfermedad en los próximos años.
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