Por Ferdinando Regalia.
Garantizar el derecho a la salud en igualdad de condiciones para todos es una meta hacia la que toda sociedad quiere avanzar, más aún en una región tan desigual como América Latina y el Caribe. La cobertura universal en salud es un objetivo importantísimo, sin embargo, el contexto para lograrlo se complica dado que aumenta cada vez más la presión sobre el gasto en salud.
El rápido desarrollo de la tecnología médica, los cambios epidemiológicos y el envejecimiento de la población son algunos de los factores que llevan a los países a incrementar su gasto en salud. Las enfermedades crónicas como la diabetes, el cáncer y los problemas cardiovasculares aumentan, el 68 por ciento de las muertes registradas en la región se deben a estas enfermedades, las cuales tienen tratamientos costosos y de alta especialización.
Al mismo tiempo, los recursos para la salud no han crecido a la par que la demanda, lo que ha generado una brecha creciente. Hoy, en términos de producto interno bruto, la inversión en salud de la región es la mitad de lo que invierten los países de la OECD. En términos de la inversión per cápita, los recursos son 8 veces por debajo de los recursos de los países de altos ingresos. Como los recursos no alcanzan para ofrecer todos los servicios médicos a todos, la provisión necesariamente se restringe; es decir que explícita o implícitamente se termina decidiendo quiénes reciben qué servicios y con qué recursos.
Muchos países, dentro y fuera de la región, siguen valiéndose de mecanismos implícitos: listas de espera, “dilución” de la calidad de las prestaciones, negación de los servicios en el punto de atención o pagos de bolsillo elevados. Estos no siempre privilegian a los grupos más vulnerables, o a los temas de salud más apremiantes.
Este tema nos preocupa, y mucho. Hace unos años iniciamos un estudio regional en el que siete países latinoamericanos analizaron su experiencia con los planes explícitos de beneficios bajo una misma metodología. Hoy puedo con orgullo anunciarles que hemos publicado los resultados en un nuevo libro llamado “Planes de beneficios en salud de América Latina”.
De este estudio se desprenden lecciones y aprendizajes útiles para otros países interesados en adoptar planes explícitos de beneficios, o en profundizarlos y ajustarlos. Los planes explícitos de beneficios no se limitan a listar servicios priorizados y requieren de esfuerzos metodológicos importantes, sistemáticos y continuos, de instituciones sólidas y, por último pero no menos importante, de un compromiso político sostenido para convertir lo priorizado en realidad. Si esto ocurre, los planes de beneficios pueden convertirse en la herramienta fundamental de la cobertura universal.
Los invito a descargar la publicación y compartir sus ideas.
Ferdinando Regalia es el jefe de la División de Protección Social y Salud (@BIDSPH) del Banco Interamericano de Desarrollo.
EVa Rodriguez dice
Es una realidad apremiante. En todos los ámbitos crecen las necesidades y los recursos disminuyen; por lo tanto crecen los grupos postergados: El nudo gordiano: políticas descentralizadas de salud con la visión clara de que la salud es un estado bio-psico-social por ende es multifactorial y las plolíticas públicas no deben ser limitadas a la curación sino a la prevención, y las mismas deben involucrar a todos los actores: aunado a ello, la salud y la educación en valores y en salud deben ser una de las prioridades de las referidas políticas públicas: Los criterios claros de aunar esfuerzos y no de la multiplicidad de esfuerzos dispersos en los que no se toma en cuenta el nivel educativo de la población; las características ambiente psico-social.
EVa Rodriguez dice
Existe un limite muy sui generis entre salud y ambiente; el cual no se ha considerado a la hora de planificar entre otros factores porque se tiene un visión muy sesgada de la realidad y la dificultad de resolver en atención primaria las situaciones y tratar al paciente de modo tal que no se agrave la situación.
Aunado a ello, esa multiplicidad de actores y factores con intereses tan disimiles en algunas oportunidades dificulta la verdadera cohesión; asi mismo, debe hacerse un enfoque holistico de un problema tan complejo.
Edi dice
Completamente de acuerdo con Eva. La situación de salud de la población tiene múltiples causas y es un fenómeno caracterizado por diferentes factores. Aún cuando los gobiernos intentan mejorar los indicadores de salud, casi siempre recurren a resultados de cobertura y no a un acceso real y efectivo de la población al sistema de Salud. La cobertura muchas veces se traduce en ratios de acceso que no indican nada del verdadero acceso de la población al sistema.
Alicia de Prestamosrapidosweb dice
Es lamentable que las grandes compañias y los grandes países miren hacia otro lado, cuándo millones de personas no tienen una mínima atención médica, pudiendo solucionarse con la financiación o aportación económica de una pequeñisima parte de sus presupuestos.
Cuánto dinero se desperdicia. Cuando los ciudadanos empecemos a consumir productos de compañias que realmente se preocupan del cuidado y de paliar la pobreza de miles de personas, las cosas cambiaran y las areas pobres no necesitaran limosnas en forma de prestamos bancarios.