Les presentamos a Elizabeth: ella es viuda, tiene 80 años y múltiples condiciones crónicas desde hace años. Anteriormente se recostaba únicamente en su hija Angela para obtener asistencia sin cargo con tareas de cuidado personal y del hogar. Angela vive cerca y cuidaba de Elizabeth antes y después de ir a su trabajo en un supermercado local y en sus días libres. Lamentablemente, las necesidades de cuidado de Elizabeth se convirtieron en una carga demasiado pesada para Angela cuando se sumaban sus obligaciones de trabajo y de sustento de su propia familia. Elizabeth califica para atención en un hogar de ancianos con financiación pública, pero siempre ha sido fuertemente independiente y quiere seguir viviendo en su propia casa. Afortunadamente, el programa público también ofrece servicios en el hogar y basados en la comunidad alternativos a la atención en hogares de ancianos. Elizabeth descubrió el Programa de Presupuesto con Consejos, que brinda una asignación mensual para servicios y apoyos de su elección: decidió registrarse y recuperar su independencia.
El Programa de Presupuesto con Consejos brinda a personas con necesidades de cuidado de largo plazo, como personas mayores o con discapacidades, la opción de manejar su propia atención y elegir los servicios que reciben.
El programa se ha implementado en varios estados de EE.UU. y ha demostrado mejorar la satisfacción de los participantes con su cuidado, como así también reducir el uso de cuidados institucionales y hospitalizaciones.
Los participantes reciben una asignación en efectivo, con montos que varían según el estado y las necesidades de la persona, y trabajan con un consejero para desarrollar un plan de cuidado y determinar cómo usarán el presupuesto. Una característica del programa es que puede contratarse a un amigo o familiar como cuidador, incluyendo, en algunos estados, esposos o padres de niños con discapacidades de desarrollo.
Con la ayuda de su asesor, Elizabeth desarrolló un plan de cuidados que incluía la contratación de un cuidador para asistirla con sus actividades diarias, como bañarse, vestirse y preparar comidas. También usó su asignación de dinero para comprar una rampa para la silla de ruedas para instalar en su hogar y para pagar un trasporte accesible a sus citas médicas. Elizabeth estaba emocionada con su nivel de control y con la flexibilidad del programa. Además, el programa le permite emplear a Angela como su cuidadora, y su pago por hora, aunque es bajo, equivale a lo que antes ganaba como cajera de supermercado.
Como Elizabeth no tiene dificultades cognitivas, puede firmar las planillas de horarios de Angela sin tener que designar un representante. Igualmente, eligió designar como representante a su hijo Michael. Para asegurarse de tener toda la ayuda que necesita si Ángela no puede trabajar por enfermedad o si necesita tiempo libre por alguna otra razón, Elizabeth contrató a su vecina de al lado, que está jubilada, como su cuidadora remunerada de reemplazo. Un servicio de contaduría financiado por el programa público hace las veces de agente de nómina y compras de otros productos y servicios que Elizabeth incluyó en su plan de cuidados. Así, el servicio de contaduría puede documentar que Elizabeth gastó de forma apropiada su asignación de financiación pública.
Gracias al Programa de Presupuesto con Consejos, Elizabeth pudo seguir viviendo con seguridad e independencia en su hogar y recibir cuidados de su hija: su hija conoce sus necesidades y preferencias y ella disfruta de la compañía de su hija. Elizabeth no quería depender de cuidadores empleados por agencias, con quienes podría o no llevarse tan bien, y que podrían ser reasignados de un momento a otro porque le conviene a la agencia. Además, a los cuidadores de agencia no se les permitiría ayudarla a tomar sus medicamentos. Angela sigue pudiendo generar el ingreso que necesita su familia y le gusta ser la cuidadora paga de su madre más de lo que jamás disfrutó de su trabajo como cajera de supermercado.
La historia de Elizabeth y Angela es tan sólo un ejemplo del impacto positivo que puede generar el Programa de Presupuesto con Consejos en las vidas de personas y familias que requieren de cuidados de largo plazo.
Esta podría ser una referencia valiosa para desarrollar programas similares en América Latina y el Caribe. Este programa, originado en Estados Unidos, también se desplegó en otros países de ingresos altos. Por ejemplo, en el Reino Unido, el programa de Pagos Directos permite que las personas reciban pagos en efectivo de una autoridad local para adquirir sus propios servicios de cuidado en vez de que sea la autoridad local la que los provea directamente. En Australia, el Esquema Nacional de Seguro de Discapacidad (NDIS por sus siglas en inglés) brinda financiamiento a personas con discapacidades para que adquieran los servicios y el apoyo que necesiten. En Canadá, algunas provincias ofrecen el Cuidado Auto-gestionado, un programa que permite que las personas manejen sus propios servicios de cuidado y elijan a sus cuidadores.
Entonces: ¿cuáles son los principales beneficios de los programas de presupuesto con consejos?
- Más control y empoderamiento para los usuarios. Los programas de presupuesto con consejos brindan más opciones de servicio para las personas y sus familias, especialmente cuando pueden no sólo contratar cuidadores individuales sino también gestionar un presupuesto. También permite contratar a un amigo o un familiar como cuidador, brindando la posibilidad de elegir personas que conocen y en quienes confían.
- Mayor calidad y cuidado de la atención. Los participantes en el Programa de Presupuesto con Consejos a menudo reportan mayores niveles de satisfacción con su cuidado en comparación con aquellos en programas de cuidados de largo plazo tradicionales. Pueden recibir una atención más personalizada a sus necesidades y preferencias individuales y evitar la rotación, especialmente si se contrata a un familiar como cuidador. (La rotación anual entre trabajadores de agencias en EE.UU. es, en promedio, de 60%).
- Formalización de cuidados familiares. Se puede contratar formalmente a cuidadores de la familia, lo que permite su registro en la seguridad social y la acumulación de experiencia profesional en el sector de cuidados personales.
- Costo-efectividad. Cuando los beneficiarios pueden reclutar y supervisar a cuidadores individuales los costos administrativos son más bajos. Los costos fijos de la atención domiciliaria vía agencia típicamente llegan a 40% a 60% de las tarifas por hora, mientras que los servicios de contaduría y de consejos cuestan entre 10% y 12%. El ahorro puede ser usado por el gobierno para atender a más personas y permite asignar mayores beneficios.
- Contar inmediatamente con suficientes proveedores para satisfacer la demanda. Para que surja una red robusta y formal de proveedores de servicio pueden ser necesarios muchos años, pudiendo generarse largas listas de espera para conseguir servicios de agencias de cuidados domiciliarios. Mientras tanto, ya existen cuidadores experimentados sin remuneración que probablemente podrían usar el ingreso proveniente de un empleo remunerado.
En definitiva, el Programa de Presupuesto con Consejos tiene varias ventajas que pueden llevar a mejores resultados para los beneficiarios, incluyendo una mayor autonomía, mejor calidad de la atención y ahorros de costos.
América Latina, donde la mayor parte de las mujeres siguen afrontando la mayor parte de la carga de los cuidados dentro de la dimensión privada de la vida, podría beneficiarse de la implementación de programas de presupuesto con consejos. Un estudio basado en encuestas de uso del tiempo en Chile, Colombia, Costa Rica y México muestra que entre 63% y 84% de los cuidadores familiares de largo plazo son mujeres, y que su trabajo representa entre 72% y 88% del total de las horas de cuidado brindadas por familiares. Datos de ONU-CEPAL muestran que el valor económico del trabajo no remunerado dentro del hogar en ocho países de la región va desde 15,2% del PIB en Ecuador a 22,9% del PIB en Uruguay, donde algunas mujeres representan más de 70% de esta producción que no está contabilizada dentro de los sistemas de cuentas nacionales.
Por lo tanto, este tipo de programa puede ayudar a reconocer y remunerar el trabajo de cuidado familiar en América Latina y el Caribe, reconociendo al mismo tiempo que es un trabajo calificado esencial para nuestras sociedades.
Puedes ver el webinar que realizamos sobre “Presupuesto con consejos: Planes de cuidados a largo plazo gestionado por las familias” aquí:
Y si quieres ver la entrevista de “La voz de la experiencia” con preguntas y respuesta sobre el Programa de Presupuesto con Consejos, lo encuentras aquí:
Xiomara dice
Excelente e innovador porque la persona es quien decide con acompañamiento su cuidado, , lo que le permite potenciar su independencia y autonomía además de ayudarle a recibir sus cuidados de acuerdo a sus horarios, necesidades y localización. Felicidades
Kilber García del Aguila dice
Ayudara a nuestras autoridades de salud, a tener en cuenta cuán importante es la salud preventiva, porque según la lectura y objetivos de ambos blogs, apunta ese camino. Aprendí mucho en Corea del Sur, la praxis de salud preventiva como politica de estado. La prevención en salud, permite ahorrar mucho dinero al Estado. En este sentido, creo que también se hace necesario en nuestros países como AL, formar especialistas. Felicitaciones por esta gran iniciativa, estaremos para colaborar con ustedes.