“Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde….”
(F. García Lorca)
Cuando Federico García Lorca escribió su famoso poema Romance Sonámbulo, ciertamente no estaba pensando en tecnología e innovación. Sin embargo, hoy día estas palabras parecen cada vez más aplicables también en este contexto.
Hoy es claro el rol de la innovación en el aumento de la productividad de un país y por ende su crecimiento económico de largo plazo. El fomento a la innovación es una de las estrategias clave del BID para el desarrollo regional y hemos producido una extensa cantidad de publicaciones y blogs sobre el tema.
Asimismo, es cada vez más evidente el enorme potencial que tienen la innovación y la tecnología para reducir la contaminación ambiental y mitigar las consecuencias del cambio climático. De esta manera podríamos avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo económico capaz de garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
Solo piensen en los avances relacionados al aprovechamiento de las energías renovables, tales como las generadas por el sol, los mares o el viento. O, aún más, en la cantidad de nuevas tecnologías que están siendo desarrolladas para poder lidiar con situaciones como los derrames de petróleo, para lo cual se han creado desde esponjas hiper-absorbentes a micro-submarinos.
Este tipo particular de innovación, que incluye la creación y comercialización de mejores tecnologías desde el punto de vista ambiental, así como la difusión y adopción de estas tecnologías, es conocida como innovación verde. También se alude a este concepto con términos como eco-innovación, innovación ambiental o innovación sustentable.
En los últimos años, tanto en la región como en el resto del mundo, las tecnologías verdes han crecido más rápido que otras. Sin embargo, las diferencias entre distintos países latinoamericanos, y sobre todo, entre América Latina y los países más avanzados, siguen siendo muy amplias. Por ejemplo, en 2013, mientras en Estados Unidos se presentaron unas 21 solicitudes de patentes verdes por millón de habitantes y en Europa 15, en la región latinoamericana el país con mejor desempeño en este indicador fue Chile, con apenas 1.17 solicitudes por millón de habitantes.

Número de solicitudes de patentes verdes (priority patent applications) relacionadas con el medio ambiente por millón de habitantes. Las líneas punteadas (Europa, Estados Unidos, promedio de los países OECD) utilizan la escala de la derecha. Las líneas contínuas (Chile, Brasil, Uruguay, México y Panamá) utilizan la escala de la izquierda. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de OECD (2017).
Desafíos para la innovación verde
Sin embargo, el impacto positivo de las innovaciones verdes no es automático. Desafortunadamente, en muchas ocasiones, los avances tecnológicos pueden venir acompañados de efectos negativos. Por ejemplo, el uso de plomo como agente anti-detonación en la gasolina ha mejorado substancialmente el desempeño de los motores a combustión interna en el Siglo XX, permitiendo la construcción de vehículos más poderosos y durables. Pero ha sido demostrado que la presencia de plomo en el aire es tremendamente dañina tanto para el medio ambiente como para la salud humana, y a partir de los años 70 la gasolina con plomo ha sido progresivamente retirada del mercado. De manera similar, el desarrollo de los clorofluorocarbonos (CFC) ha permitido remplazar el uso de substancias altamente riesgosas -tóxicas, inflamables o explosivas- en los sistemas de refrigeración y de acondicionamiento de aire, minimizando los riesgos de accidentes debidos a derrames. Solo posteriormente se descubrió el efecto devastador de estas substancias en la reducción de la capa de ozono del planeta.
Hoy, frente a los grandes desafíos ambientales actuales, es más importante que nunca entender cómo es posible abordarlos, estimulando procesos de innovación que sean al mismo tiempo beneficiosos para el sector productivo y para el medioambiente.
Por esta razón, en la última década se han multiplicado globalmente proyectos con el objetivo de monitorear e investigar las dinámicas de la innovación verde, como por ejemplo el Observatorio y el Cuadro de Indicadores de eco-innovación de la Comisión Europea, que mide la eco-innovación en términos de insumos y desempeños en 28 estados europeos, o el Índice de eco-innovación del ASEM (foro de países de Asia y Europa) que monitorea los desempeños eco-innovadores en 30 economías europeas y 21 asiáticas.
Lamentablemente, iniciativas de este tipo son todavía esporádicas o inexistentes en América Latina y el Caribe. Esto limita la capacidad de los responsables de políticas públicas en la región para desarrollar intervenciones efectivas en el área. De hecho, no se pueden diseñar o implementar políticas eficaces sobre aquello que todavía no se comprende. Un nuevo proyecto del BID apunta a llenar parte este vacío de información y conocimiento.
¿Cuáles son las características de la innovación verde en América Latina y el Caribe? ¿Cómo la podemos medir? ¿Cuál es nuestra situación en comparación con otras partes del mundo? ¿Qué factores incentivan la adopción de tecnologías verdes por parte de las empresas? ¿Cuáles son sus efectos sobre el desempeño empresarial? Responder a estas y otras preguntas es necesario para apoyar el diseño de políticas públicas más efectivas en esta área. Generar y difundir innovaciones que respondan a los desafíos ambientales es la única posibilidad para que la región alcance un crecimiento dinámico, equitativo y sostenible. ¡Innovación, te quiero verde!
Convocatoria de investigación: Innovación verde en América Latina y el Caribe
Buscando cerrar la brecha de conocimiento y generar nueva evidencia sobre las experiencias de innovación verde en América Latina y el Caribe, el BID ha lanzado un ambicioso proyecto de investigación cuyo objetivo es comprender cómo se han difundido varias tecnologías verdes en la región, conocer su impacto económico y detallar el papel que las políticas públicas tuvieron en sus despliegues comerciales.
Actualmente está abierta una Convocatoria de Investigación que busca recibir propuestas de trabajos que aborden el objetivo mencionado. La investigación se realizará a través de estudios de casos y otros métodos de investigación cualitativos.
¡Anímate a enviar tu propuesta hasta el 25 de febrero de 2018!
Para más información sobre la convocatoria y los detalles de postulación visita esta página web:
https://www.iadb.org/en/scienceandtechnology/greeninnovationinlac
Muy buen artículo, les comento que desde la Universidad EAN y del grupo de Investigación G3Pymes categoria A1 en Colciencias, hemos desarrollado una Matriz para que haya una RUTA de Innovación y Sostenibilidad para la Empresas. Me gustaría poder mostrar esta matriz a ustedes y apoyarlos en investigaciones con nuestro grupo de investigación.
Muchas gracias, María! Eso suena bien interesante!
Nos puedes enviar más detalles sobre la matriz a greeninnovationinlac@iadb.org.
¡Anímate también a enviar una propuesta (con tu grupo de investigación) hasta el 25 de febrero!
Buenos días, podrían alcanzar los términos de referencia del concurso en español?, muchas gracias
Muchas gracias por el interés en esta convocatoria, Claudio!
Desafortunadamente, dado que la propuesta técnica y el reporte del trabajo de investigación deben ser en inglés, la convocatoria está disponible sólo en este idioma (y no también en español).