Uno de los muchos aspectos que nos ha revelado la crisis de coronavirus es que estamos todos y todas conectados. No hay muros ni fronteras que paren los virus. Tampoco las relaciones e interrelaciones humanas que se dan en las sociedades actuales se pueden frenar. Hoy en día la sociedad occidental y las sociedades indígenas de América Latina están, más que nunca, fuertemente relacionadas y conectadas. Los pueblos indígenas, y sus mujeres, no son algo del pasado; y sus enseñanzas, hoy son más relevantes que nunca.
Las autoras de este blog nos conocimos hace unos años en el loft (territorio mapuche) de Didaico en Chile. Inmediatamente nos dimos cuenta de que, aunque veníamos de diferentes mundos, teníamos una conexión mayor que nosotras mismas: compartíamos una visión y una misión que se alimentaba y complementaba desde el lugar que cada una ocupa en el planeta. Como cierre del mes de la mujer, decidimos unir nuestras voces para conversar sobre la igualdad, la paridad de género y la sustentabilidad.
Hablar de género desde la perspectiva indígena es mencionar el tema de la identidad, los valores y el lugar que ocupamos las personas en el universo.
Paula: La mujer en el pueblo mapuche es, ante todo, sanadora y cuidadora. Nosotros tenemos que cautelar nuestro entorno, nuestra naturaleza, nuestros animales, nuestras plantas, porque tenemos la obligación de cuidar todo lo que se nos ha dado para un mejor vivir, para un mejor desarrollo de quienes amamos, que son nuestros hijos, nuestros hombres, nuestra familia, nuestras madres, nuestros padres. O sea, nosotras tenemos muchas obligaciones como mujeres, pero parte importante de estas parten de nuestro rol en la preservación del territorio, la cultura y los valores de nuestro pueblo.
Carmiña: Este entendimiento de la realidad como un todo interrelacionado, que no se puede dividir, es parte de la gran riqueza de los pueblos indígenas de la región. En su cosmovisión, la relación causa-efecto no es lineal, sino que las cosas se dan en un entramado de relaciones en las que intervienen todas las fuerzas y seres que habitan en un territorio. Y en esta concepción, tal como lo expresas Paula, la mujer ocupa un lugar clave al ser portadora de vida y trasmisora de cultura y valores.
Paula: Sí, así es. Cada uno de nosotros debe cumplir un propósito en la vida y en la historia, somos un engranaje único y que calza perfecta. Y el respeto es la base de todo. Cuando soy capaz de asumir mis diferencias y valorar la diversidad, como mujer, soy capaz de construir y fortalecer una paridad.
Al estar todos relacionados e interconectados, lo que uno hace, afecta al otro. Para lograr la equidad de género, es importante recordar la necesidad de ejercer nuestros deberes.
Paula: Hemos desarrollado una cultura de derechos a todo y a mucho. Y enarbolamos ideas, banderas y luchas en nombre de estos derechos. Pero ¿en qué punto perdimos el “deber”? Todos tenemos nuestras obligaciones con la principal mujer y madre: nuestra tierra, nuestra naturaleza. Por miles de años nos han enseñado a ser equitativos, inclusivos, sustentables. Sin embargo, hoy vemos con pavor el daño que hemos ocasionado por faltar a nuestro deber principal: nos olvidamos de ser defensoras del sustento futuro de las generaciones que vienen. Mal podemos heredar derechos si no formamos deberes.
Carmiña: De acuerdo Paula. En cualquier lucha por la igualdad, es necesario hablar, no solo de los derechos, sino también las obligaciones. Las mujeres indígenas sois una muestra viva del cumplimiento de los deberes que todos tenemos de conservación de la biodiversidad, del mantenimiento y traspaso de la cultura, de seguir reproduciendo las redes sociales y familiares de manera solidaria. La crisis de cambio climático y degradación del medio ambiente nos recuerdan que a menudo ponemos nuestras obligaciones en segundo plano, y ello tiene graves consecuencias.
Lograr la igualdad de género en comunidades indígenas pasa por reconocer sus principios básicos que rigen y ordenan las normas de convivencia de sus comunidades y sus sociedades: la complementariedad, la reciprocidad, la ayuda mutua, la necesidad de convivir en armonía y en equilibrio.
Carmiña: Los pueblos indígenas nos enseñan la importancia de reconocer nuestras diferencias, que son la base para ejercer la complementariedad, y de valorar la diversidad. En la cosmovisión indígena el mundo está conformado de opuestos (masculino-femenino, sol-luna, frío-caliente, arriba-abajo) que se complementan y deben estar en armonía. El principio de la complementariedad es la base para el respeto y la reciprocidad. Todos dan para poder recibir. Si tú me das, yo te doy algo a cambio para restaurar el equilibrio. Si la tierra me da alimentos, ¿qué le doy yo a la madre tierra? Así, el concepto de igualdad de género para los indígenas es restaurar la armonía…
Paula: Sí Carmiña. El equilibrio es el principio que rige todo. Creemos en la igualdad de deberes, de derechos, de oportunidades, de valores. Creemos en la paridad de género, pero en la paridad como complemento, porque cada uno de nosotros necesita al otro para avanzar, para desarrollarnos, para potenciarlos, para apoyarnos, para respetarnos. Nos anima a potenciar esa energía que las mujeres tenemos endémica, permitiéndonos ser las constructoras de nuestros desafíos, personales, familiares y de la historia de nuestros pueblos.
Carmiña: Desde el BID trabajamos para promover empoderamiento de las mujeres y niñas y acabar con los estereotipos de género y las barreras que promueven la desigualdad a lo largo del ciclo de su vida, desde la infancia hasta la vejez. Sabemos que alcanzar la igualdad de género es fundamental para el desarrollo de los países y el bienestar social.
Paula: El empoderamiento de la mujer es fundamental y empieza también por nosotras mismas.
A medida que aumenta la propagación del COVID-19 en América Latina, poniendo a los pueblos indígenas en alto riesgo y vulnerabilidad, reiteramos la importancia del concepto de unión que expresan los pueblos y los principios de complementariedad, reciprocidad y ayuda mutua. Desde allí hacemos un llamado a los gobiernos, la academia, las organizaciones de la sociedad civil, la comunidad internacional y a las autoridades indígenas a tomar medidas específicas para enfrentar la emergencia, con un enfoque intercultural y garantizando el respeto a los derechos de los pueblos indígenas en todo momento.
Únicamente juntos y con solidaridad podremos superar este reto.
Ana Dice
Un artículo protagonizado por dos mujeres extraordinarias que quieren y ya hacen diferencia en el mundo. La preocupación de ambas, pero sobre todo su implicación debiera Inspirarnos y hacernos pasar a la acción. Muchas gracias a Paula y Carmiña por su generosidad de espíritu y su contribución humanitaria.
Bertha Pinto Alvarez Dice
Excelentes experiencias de vida basadas en dos ejes principaes la complementariedad y la reciprovidad como elementos fundamentales para el Vivir Bien. Durante muchas decadas las acciones realizadas a partir de la perspectiva de genero no ha podido dar respuesta efectiva aun a los problemas generados por la desigualdad que profundiza la discriminación y la violencia hacia las mujeres, es ahora frente a esta crisis humanitaria de salud quese esta poniendo en evidencia muchos aspectos como la violencia intrafamiliar que pone en evidencia a la repoblación mas vulnerable mujeres niños niñas,. Estos hechos nos llaman a reflexionar para reencausar visiones que cuadyuven a superar esta problematica
Manuel Dice
Paula y Carmiña, emocionante escucharles y aprender de ustedes. Sin duda, la aproximación a las comunidades en cualquier proyecto debe tener un enfoque diferencial, buscando ese “equilibrio” que ustedes bien han relatado. He tenido la enorme fortuna de trabajar en un proyecto de infraestructura de transporte en comunidades indígenas en Panamá con Carmiña y la experiencia fue supremamente enrriquecedora. Sin duda, hay mucho trabajo por delante para construir entre tod@s.
Hugo César Flores Palomo Dice
Leer y escuchar la palabra que nace del corazón enraizada a la misma Tierra, unívoca en una sincronía perfecta es sumamente inspirador, haremos eco desde la Academia a su llamado, en la medida de lo posible y con el permiso y acompañamiento de pueblos indígenas de San Luis Potosí, México.
Carlos Solares Dice
hola Carmen, trabajo en un pequeño documento Liderazgo de la Mujer para el Fortalecimiento del Desarrollo en las Comunidades Indígenas. si me pudieras escribir o dar tu dirección de correo para hacerte algunos comentarios desde Guatemala, sobre el impacto que puede tener el liderazgo de la mujer en el desarrollo de las comunidades indígenas, gracias