La mayoría de los países de América Latina tienen más que suficientes necesidades de infraestructura y servicios sociales para justificar un aumento de impuestos. Sin embargo, en promedio, los ingresos tributarios en América Latina están por debajo de su potencial. Los problemas fiscales no son exclusivos de la región. Estados Unidos también comparte la necesidad de inversión en infraestructura y servicios sociales pero la discusión se ha centrado en recortar en vez de aumentar los impuestos. Una vez más el Congreso de Estados Unidos se ve paralizado ante el presupuesto y las implicaciones fiscales, amenazando con otro cierre del gobierno. ¿Por qué sucede esto de nuevo? Definitivamente, tener una elección presidencial a un año de distancia no ayuda.
¿Qué rol juegan las elecciones en reformas fiscales? ¿Acaso las crisis hacen que los políticos hagan sus diferencias personales a un lado y hagan pactos para de solucionar la crisis? ¿Qué sucede cuando crisis y elecciones coinciden?
En el nuevo estudio, “Explaining Changes in Tax Burdens in Latin America: Does Politics Trump Economics,” encontramos que durante una crisis bancaria, un país tiene más probabilidades de aumentar impuestos con la esperanza de compensar la pérdida de ingresos relacionada con la crisis y el rescate de las instituciones en quiebra en el sector bancario. Sin embargo, aun cuando la economía esté en una situación desesperada, una elección en puerta pospone la posibilidad de un aumento tributario. La investigación sugiere que entre más próximas sean las elecciones, más lejana la posibilidad de que eso ocurra, incluso cuando las finanzas del país se estén hundiendo.
Tomando nota de la ironía de encontrar algo bueno en una emergencia financiera, el artículo indica que una crisis bancaria a menudo impulsa la voluntad política para una reforma fiscal – una actitud que es escasa en tiempos de estabilidad económica – pero sólo si la crisis se produce durante períodos no-electorales. “Las crisis durante los períodos electorales … se desaprovechan.”
Mientras que el calendario político puede afectar las posibilidades de un aumento de impuestos, la ideología política no explica en quién recae la carga fiscal adicional. El estudio también muestra que incluso cuando se suben los impuestos, los gobiernos latinoamericanos son perpetuamente tímidos a ajustar el impuesto sobre la renta, a pesar de que los analistas han argumentado durante mucho tiempo a favor de los impuestos progresivos para disminuir la desigualdad en el ingreso.
Entre 1990 y 2004, de acuerdo con los hallazgos, Argentina, Brasil, Colombia, Guatemala, México, Perú y Venezuela aumentaron los impuestos sobre la renta más a menudo. De ese grupo, Argentina, Guatemala, México y Venezuela también pasaron algunos recortes de impuestos durante el período de 15 años.
Chile, República Dominicana, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Uruguay no aumentaron el impuesto sobre la renta, pero los bajó varias veces entre 1990 y 2004. El Salvador, Paraguay y Uruguay no cambió sus leyes de impuestos de ingresos de un modo u otro durante los años.
El aumento al impuesto al valor agregado (IVA) – sobre bienes y servicios, pagado en su mayoría por el consumidor – es mucho más popular entre los gobiernos de América Latina ya que el IVA es más fácil de recoger, tiene un efecto más inmediato en la economía y pone un tampón entre el contribuyente y el legislador fiscal.
Con la excepción de Nicaragua y Panamá, cada uno de los 18 países incluidos en el estudio aumentó el IVA en varias ocasiones entre 1990 y 2004.
En toda América Latina, la recaudación de impuestos -medidas como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) -son más de dos puntos porcentuales por debajo de lo que deberían ser de acuerdo a su nivel de desarrollo. Brasil es una excepción, recaudando un porcentaje mucho mayor de su PIB que la mayoría, mientras que México, famoso por impuestos decrecientes, tiene una de las tarifas más bajas de impuestos de la región. Sólo los ingresos del IVA de América Latina están en línea con los de los países desarrollados.
Los países con importantes ingresos de la explotación de recursos naturales a menudo recaudan menos impuestos porque sus gobiernos ni siquiera tratan de aumentar la base tributaria.
Los patrones descubiertos en este estudio no sólo proporcionan lecciones para los políticos reformistas, sino también para las agencias donantes y las instituciones financieras internacionales. Las crisis bancarias por lo general conducen a las reformas fiscales, pero los años de elecciones no son un buen momento para invertir capital político y físico en el aumento de los impuestos. Al final, “la política triunfa sobe la economía.”
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Más información en: Explaining Changes in Tax Burdens in Latin America: Does Politics Trump Economics
Alonso Reformas dice
Las elecciones siempre han formado y formarán el tramo más esencial a la hora de realizar reformas fiscales, cuando se acercan elecciones es cuando los partidos políticos más se mueven y más reformas promueven para arañar todos los votos que puedan.
Alonso Reformas dice
Las elecciones siempre han formado y formarán el tramo más esencial a la hora de realizar reformas fiscales, cuando se acercan elecciones es cuando los partidos políticos más se mueven y más reformas promueven para arañar todos los votos que puedan.
Alexander dice
Buenas noches, felicito al Autor del presente articulo, quedo sumamante complacido por la oportunidad de lectura.
Alexander dice
Buenas noches, felicito al Autor del presente articulo, quedo sumamante complacido por la oportunidad de lectura.