Leticia Gasca es maestra en Workforce Analytics por la Universidad de Nueva York (NYU), es Future of Work Insights Manager en Faethm AI y Co-chair del Comité de Educación y Empleo de la comunidad de Global Shapers( del World Economic Forum, fue elegida como una de las “Voices from 2040” y fue premiada como Gifted Citizen. Leticia es autora de los libros Cambia Todo y Sobrevivir al Fracaso y una de las investigadoras del fracaso empresarial más reconocidas en el mundo. También es una invitada especial en nuestra serie de blogs sobre el desarrollo de #habilidades21 en América Latina y el Caribe.
Si algo ha dejado claro la pandemia provocada por COVID-19 es que no podemos hablar del “futuro del trabajo” como si fuera solo uno. Hay múltiples futuros y presentes laborales. El impacto diferenciado que COVID-19 ha tenido en los Zoomers, los zeros y la generación Z es un claro ejemplo.
Por un lado, están los “Zoomers” quienes pueden trabajar fácilmente desde casa y su día laboral transcurre a través de video llamadas de Zoom u otras herramientas. Como la mayoría de ellos conserva su salario y su empleo, la cuarentena, aunque puede ser un inconveniente (especialmente si tienen hijos), no es un riesgo para sus estándares de vida.
Para muchos otros, la pandemia es una amenaza seria, pues al ser considerados trabajadores clave no pueden dejar de asistir al lugar de trabajo y tienen más riesgo de contraer el virus.
Ese es el caso de los llamados “zeros” (cero en inglés), personas que no pueden desempeñar su trabajo desde casa y han perdido su empleo. Desde antes de la pandemia, este segmento estaba en una posición menos privilegiada que los Zoomers, pues tenían menos seguridad laboral y salarios más bajos.
Otra gran brecha se abre para la generación Z, los nacidos entre 1995 y 2005. Sin importar su nivel educativo o social, se enfrentarán a un mercado laboral hostil. Ni siquiera los universitarios están exentos, y encontrar su primer empleo será un reto. Durante la primera semana de mayo de 2020 se publicaron menos de 2,500 oportunidades de pasantías o internships en el portal de empleo. Durante la misma semana del año pasado se publicaron 18,000.
Y aunque las divisiones entre profesionales, trabajadores con salarios bajos y los jóvenes son más palpables que nunca, las habilidades que serán relevantes en estos diversos futuros laborales son similares, y los retos son también compartidos. De hecho, los Zoomers, los Zeros y la generación Z enfrentan un reto común: hay ciertas habilidades que se vuelven obsoletas muy rápidamente.
Un estudio conjunto de la universidad de Harvard y Deloitte arrojó que muchas de las habilidades que se adquieren durante la universidad tienen una vida útil de sólo ¡cinco años! Por esta razón, la firma de ciencia de datos Faethm decidió realizar una investigación para identificar las competencias que no caducan y que serán fundamentales en el mundo laboral.
La investigación usó aprendizaje automático (machine learning) para crear simulaciones acerca del impacto de la tecnología en el trabajo con el objetivo de identificar las capacidades que serán más relevantes en el futuro. De esa forma, se identificaron 32 habilidades, 13 de las cuales se relacionan con la alfabetización digital y de datos. La simulación permitió identificar las actividades que serán ejecutadas por la tecnología en el futuro, así como las actividades propiamente humanas que un robot nunca desempeñará. Después, la inteligencia artificial de Faethm analizó estas actividades “a prueba de robots” para identificar las habilidades más importantes para desempeñarlas con éxito.
¿Qué habilidades están en esa lista?
Además de los sospechosos habituales como la creatividad, el pensamiento crítico y la inteligencia emocional, la investigación identificó tres capacidades clave:
- Aprendizaje autodirigido. La capacidad de ser conscientes de que cada persona tiene responsabilidad sobre su propio aprendizaje continuo y que, por lo tanto, debe actuar para adquirir nuevos conocimientos y competencias a través del estudio y la experiencia.
- Orientación a la creación de valor. Se debe asumir la responsabilidad de los resultados del trabajo propio y orientar nuestros esfuerzos en crear valor para nuestra organización y nuestra comunidad.
- Agilidad. Se define como la capacidad de generar o utilizar diferentes conjuntos de reglas o fuentes de información; cambiar entre dos o más actividades; sentirse cómodo al dejar de lado las formas tradicionales de hacer las cosas y seguir nuevas direcciones.
El estudio también identificó esas 13 habilidades mencionadas anteriormente que indispensables para la evolución laboral y que se relacionan con las alfabetizaciones digitales y de datos, así como la capacidad de interpretar los resultados de los modelos predictivos.
Otro hallazgo fue encontrar que la industria con más brechas en el desarrollo de habilidades para el futuro es la agricultura y que por el contrario, quienes poseen más competencias para el futuro son las personas que desempeñan servicios profesionales. Sin embargo, el impacto futuro de la tecnología en su trabajo requerirá una mayor capacitación en alfabetización digital y de datos.
Otro descubrimiento relevante de esta investigación es que las mujeres están mejor posicionadas para el futuro. En promedio, las mujeres son más fuertes en capacidades para el futuro que los hombres. El tipo de ocupaciones en las que las mujeres tienden a trabajar, como la atención médica y la educación, las equipa con las capacidades que necesitarán para prosperar en trabajos del futuro.
La humanidad está en un punto de inflexión en el cual la forma de trabajar y estudiar se transformará para siempre. La herramienta más poderosa que ayudará a los Zoomers, los zeros y la generación Z a prepararse para el cambio constante es hacer del aprendizaje continuo en un hábito de vida. Y tu, ¿que quieres aprender hoy?
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