Por Ángela Funez
Siempre me han fascinado las innovaciones capaces de mejorar la calidad de vida de las personas. Cuando escucho sobre el uso de smartphones para que una persona realice su propio electrocardiograma y luego lo envíe automáticamente al médico, o los avances del Proyecto del Genoma Humano, me entusiasmo y pienso, estas innovaciones sólo puede venir de mentes brillantes, científicos o premios Nobel.
Recientemente, durante una misión con la Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 (SM2015), me llamó la atención que las autoridades de salud de Guatemala y Chiapas hablaran con tanto entusiasmo de que están trabajando en los protocolos para promover el pinzamiento tardío del cordón umbilical en los centros de salud de las comunidades beneficiarias del proyecto. No recordaba haber escuchado antes ese concepto y me llené de curiosidad.
Como me explicaron en las reuniones, la Organización Mundial de la Salud recomienda que, en lugar de cortar el cordón ni bien nace el bebé (en los primeros 60 segundos), es mejor esperar 3 minutos o hasta que cesen las pulsaciones. No sabía que el cordón seguía “vivo”, y menos aún que esa breve demora puede generar grandes beneficios al recién nacido.
El corte tardío –según leí más tarde en un artículo de The Lancet que me compartió Frederico Guanais, especialista de salud del BID– permite que continúe fluyendo sangre entre la placenta y el bebé, dando lugar a un aumento significativo de la hemoglobina y por ende del nivel de hierro en el recién nacido. Esto reduce el riesgo de anemia en los primeros 3 a 6 meses de vida. Por otro lado, se le asocia con la reducción del 39 por ciento en la necesidad de transfusión de sangre para bebes prematuros y un menor riesgo de complicaciones postparto.
Otro artículo, en el New York Times destaca que la transferencia de sangre en esos 3 minutos equivale a un 30-40 por ciento del total de sangre que tiene el bebé al nacer. ¡Qué impresionante! Además, el corte tardío no aumenta el riesgo de hemorragias en las madres, una razón por la cual los médicos piensan que hay que cortarlo inmediatamente. Sin embargo, si el corte se prolonga demasiado, existe el riesgo de que el infante requiera tratamiento contra la ictericia (aumento de la bilirrubina).
¿Cuantos de ustedes sabían que las reservas de hierro que un bebé tendrá en los primeros seis meses de vida, las obtiene durante la gestación? Ana Pérez, otra especialista del BID me explicó que si la madre esta anémica durante el embarazo –como suele suceder en zonas pobres– el bebé no tendrá suficientes reservas lo que afectará a su desarrollo cognitivo y su desempeño escolar más adelante. Por esta razón, esta práctica es principalmente beneficiosa para lactantes que viven en comunidades de escasos recursos y con menor acceso a alimentos ricos en hierro.
¿Cómo un procedimiento tan sencillo y barato no es ni ampliamente conocido ni practicado? El hecho de que la Iniciativa SM2015 lo está introduciendo en varios países de Mesoamérica es considerado una innovación. En parte se debe a que, por un lado, la evidencia científica sobre sus ventajas es reciente; y por otro, hace falta un esfuerzo masivo de capacitación y difusión entre el personal de salud para que se incorpore en los protocolos respectivos.
Esta misión cambió mi perspectiva sobre las innovaciones. En lugar de dejarme deslumbrar por avances científicos de alto vuelo, ahora me entusiasmo por las pequeñas grandes innovaciones como el pinzamiento tardío, tan simples pero que pueden cambiar tantas vidas.
Ahora te toca a ti: si conoces a algún médico, autoridad de salud o futura mamá, no dejes de compartir este blog; colócalo en tu Facebook y pasa la voz. ¡Esta sí es una buena noticia!
Ángela Funez es especialista sénior en comunicación en el departamento de Relaciones Externas del BID. Seguir en Twitter @angelafunez
Este artículo se publicó anteriormente en el Blog Gente Saludable del BID.
Foto Todd Anderson
marlen dice
Es muy importante esta práctica en toda la población pues cuando se promueve la lactancia materna exclusiva (solo leche materna hasta los 6 meses de vida), se garantizan adecuados depósitos de hierro en el bebé mientras inicia la alimentacion complementaria!!
Laura Ripani dice
Me encanta que este blog me hace aprender siempre algo nuevo, muy útil.
Isabel Micher dice
Siempre es lindo leer sobre “innovaciones”… mi hijo mayor nació hace ya casi 14 años, y su cordón se pinzó y cortó hasta que dejó de latir. No fue casualidad, sino una indicación clara del obstetra, entrenado por el mismísimo Dr. Odent en sus juventudes.
A veces, éstas “nuevas” formas de vivir el cuerpo, el contacto con la naturaleza y el regreso a lo “primitivo” son una de tatas cosas que ya estaban ahí, y simplemente habíamos olvidado.
¡A difundir! Muchos más bebés merecen recibir todas sus células madre, en vez de tirarlas o almacenarlas en un banco (¡carísimos, por cierto!).
Rafaela Arista dice
Hola mi mamá publicó esto en su muro y quisiera saber si me puedes mandar los artículos de los que hablas para una mayor referencia.
BID - Blog dice
Estimada Rafaela,
Muchas gracias por tu comentario. En la misma publicación están los links (de color naranja) de los artículos mencionados. Esperamos sean de utilidad.
Saludos cordiales.
Patricia Alberico dice
Les comento que en Argentina, el Dr. Luis Papagno realizó diversas investigaciones y propuso la ligadura tardía del cordón hace más de 20 años. Incluso lo llevó a cabo en sus partos. Además, publicó varios trabajos sobre el tema, uno de ellos fue publicado en una revista de Biología bajo el título “umbilical cord clamping”
Algunos de sus trabajos aparecen en la página http://www.partosinviolencia.com.ar
o facebook en parto sin violencia.
Inés Urriticoechea dice
El Dr. Papagno fue el obstreta en los partos de mis 3 hijos y practico la ligadura tardía del cordón mientras los bebés estaban sobre mi pecho, tal lo publicado ahora en la Revista The Lancet por el grupo del Dr. Nestor Vain. Ninguno de ellos tuvo anemia. El mayor tiene hoy 35 años.
Saludos cordiales.