La relación entre nutrición y desarrollo infantil es conocida: si el niño o niña está o no está bien alimentado durante los primeros años de vida, esto tendrá un impacto sobre su salud, así como en su habilidad para aprender, comunicarse y socializar.
En Uruguay, hoy sabemos que si bien los niños y niñas menores de 5 años tienen un consumo calórico suficiente –e incluso elevado–, la calidad es baja desde el punto de vista nutricional. En parte esto se explica por el exceso de calorías que provienen de productos ultraprocesados o con mucha cantidad de azúcar.
¿Qué nos dicen las encuestas sobre la alimentación de los niños y niñas?
Desde 2013, Uruguay cuenta con la Encuesta de Nutrición, Desarrollo Infantil y Salud (ENDIS), una encuesta periódica enfocada en aspectos claves de la primera infancia que provee información para tomadores de decisión de política pública, brinda acceso libre a las bases de datos e impulsa acciones de investigación.
A partir de la última encuesta realizada, por primera vez el país cuenta con un estudio de estimación de la ingesta de alimentos en la población de niños y niñas de entre 6 meses y 4 años. Y es a través de la ENDIS que sabemos que el país se encuentra inmerso en una epidemia de sobrepeso y obesidad que comienza en la infancia, y que el 40% de los niños menores de 5 años padece riesgo de sobrepeso, sobrepeso u obesidad. A su vez, el sobrepeso y obesidad alcanza al 42% entre los 5 y 11 años, y además aparecen nuevos fenómenos: 3% de los niños y niñas tiene presión arterial elevada y 15% tiene obesidad abdominal. A esto se suma el retraso de talla para la edad (o desnutrición crónica), que alcanza el 7% en menores de 5 años y disminuye a 2% en niños y niñas de 5 a 11 años. Ambas situaciones, tanto por déficit como por exceso, conforman la llamada doble carga de malnutrición.
Gráfico 1: Porcentaje de niños/as con problemas nutricionales según ronda ENDIS
La encuesta de estimación de la ingesta de alimentos reveló que, los menores de 5 años tienen un consumo de calorías 30% mayor que sus necesidades de energía según edad y sexo. Esto significa un consumo calórico medio de 1407 Kcal. Un 17% los niños y niñas tienen una ingesta calórica dentro del rango adecuado (90 a 110% de su requerimiento), un 7% consume menos de lo adecuado (<90%) y el 76% de los niños y niñas tiene mayor consumo energético que lo recomendado (>110%).
Sin embargo, a pesar del alto consumo de calorías, se encontró un bajo consumo de nutrientes claves para un adecuado crecimiento y desarrollo:
- calcio – 34% de los niños no alcanza a consumir el calcio que necesitan
- hierro – 22% de los niños no alcanza a consumir el hierro que necesitan
Es conocida la importancia que tienen el calcio y el hierro para el adecuado crecimiento; el primero es fundamental para la formación de dientes y huesos fuertes, y el segundo juega un rol destacado en el desarrollo cerebral y en la defensa contra las infecciones. En Uruguay, la anemia afecta al 27% de los niños menores de 2 años.
Por otro lado, se encontró un alto consumo de:
- sodio – 28% de los niños consume más sodio que el recomendado
- colesterol – 18% de los niños consume más colesterol que lo recomendado
- ultraprocesados – 32% de las calorías consumidas provino de estos productos.
El consumo elevado de sodio aumenta la presión arterial desde edades muy tempranas; el colesterol por su parte se vincula con las enfermedades cardiovasculares. Los productos ultraprocesados proveen una carga muy alta de calorías, grasas saturasas y sodio, existiendo evidencia que asocia el consumo de estos productos con el aumento del sobrepeso y la obesidad.
Gráfico 2. Porcentaje de consumo de productos ultraprocesados con respecto a las calorías totales según edad
Desafíos y estrategias para mejorar la alimentación de niños y niñas
Los datos reflejan que los niños uruguayos tiene un consumo de calorías mayor al adecuado, pero al ser de bajo valor nutricional es frecuente el sobrepeso y a la vez la carencia de nutrientes necesarios para un adecuado crecimiento y desarrollo.
La ENDIS plantea una línea de base acerca del consumo de nutrientes en la primera infancia, lo cual permite orientar las políticas públicas para promover hábitos saludables y proteger así la salud de los niños, niñas y adolescentes.
Algunas de las acciones generadas desde el estado a partir de los resultados aportados por la ENDIS fueron las siguientes:
- Bono Crianza, que busca mejorar el nivel de ingresos y el acceso a un consumo básico a mujeres embarazadas y/o niños y niñas de 0 a 3 años en situación de vulnerabilidad;
- Marco de orientaciones nutricionales para centros educativos que atienden niños de 0 a 6 años;
- Ley de Rotulado frontal de alimentos;
- Desarrollo de documentos e informes para la toma de decisiones de políticas públicas
- Múltiples investigaciones sobre cuidados, género, desarrollo infantil, salud, educación seguridad alimentaria, medio ambiente del hogar, impulsadas a través del concurso a investigadores del “Fondo Sectorial para la Primera Infancia”;
- Guía para prevención tratamiento de anemia en mujeres en edad fértil, embarazadas y primera infancia (en proceso publicación).
Los nutrientes que los niños y niñas incorporen durante la primera infancia sentarán las bases para su futuro. Por eso es clave orientar las políticas hacia una alimentación que les permita desarrollar su potencial y su salud al máximo.
Diana dice
Buenas tardes, excelente artículo. Las familias deben estar informadas de los requerimentos para poder tener nuestros infantre sanos y saludables.