Los programas que brindan servicios de cuidado a los niños en centros de atención son buenos para la actividad económica de las mujeres. Más del 95 por ciento de los estudios realizados en países de ingresos bajos y medianos lo demuestran, y lo mismo ocurre en países de ingresos altos.
Por ejemplo, la oferta de preescolares en Argentina impulsó el empleo de tiempo completo de las madres. O la oferta de centros de atención infantil en Brasil impulsó el trabajo de las madres en la ciudad de São Paulo y el de las abuelas en Río de Janeiro. También aumentó los ingresos de las madres en Ecuador.
Pero, ¿qué sucede con el bienestar de los niños? ¿Los gobiernos que amplían el acceso al cuidado infantil ponen en riesgo su desarrollo mientras promueven las oportunidades económicas de las mujeres? Nuestro análisis sugiere que no: los servicios de cuidado infantil son buenos tanto para las madres y las familias como para los niños.
Un estudio para identificar los impactos del cuidado en los niños
En el marco del estudio “Los impactos de las intervenciones de cuidado infantil en los resultados de los niños en los países de ingresos bajos y medios”, buscamos todos los trabajos publicados que reunieran dos condiciones: en primer lugar, que evaluaran el impacto de servicios de cuidado en centros para niños de 0 a 5 años en países de ingresos bajos o medios; y, en segundo lugar, que midieran su impacto en el desarrollo de los niños, incluyendo los jardines y centros de atención infantil para los niños más pequeños y el preescolar, para los mayores.
Encontramos más de 70 estudios, incluidos muchos de países en América Latina (Argentina, Brasil, Chile –que todavía era un país de ingresos medios en el momento de los estudios–, Colombia, Ecuador, México, Perú), pero también del resto del mundo (por ejemplo, China, Indonesia y Turquía). Estos estudios analizan todo tipo de resultados en los niños, incluidos sus resultados en aprendizaje, salud física y bienestar socioemocional.
Hay varias conclusiones a las que llegamos sobre los efectos positivos de los servicios de cuidado en los niños que vale la pena mencionar. En primer lugar, cuatro de cada cinco resultados muestran impactos positivos en los niños en general (ver la figura a continuación)—por ejemplo, resultado de la expansión de guarderías en Brasil, Colombia y Nicaragua. Incluso cuando observamos resultados negativos, estos tienden a derivarse de intervenciones que también tienen efectos mayoritariamente positivos (como en otro programa de Colombia o en Chile). En otras palabras, nueve de cada diez estudios encuentran impactos positivos en promedio.
En segundo lugar, esta tendencia se observa tanto en los niños mayores (en preescolar) como en los más pequeños (en jardines o centros de atención infantil). Y se observa en todo tipo de resultados: los niños que reciben cuidado infantil en estos países, con los niveles actuales de calidad del cuidado infantil, tienden a tener mejores resultados de aprendizaje, mejor salud física y mejor bienestar socioemocional que otros niños que no reciben estos servicios.
Además, en dos de cada tres estudios, encontramos que los impactos son mayores para las niñas que para los niños. No vemos ningún patrón consistente de cuidado infantil que beneficie de manera diferencial a los niños más pobres. En algunos estudios, los niños más pobres son los más beneficiados (como fue el caso de los preescolares de Argentina), pero en otros tantos, o bien los niños menos pobres son los que más se benefician (en los preescolares de Camboya) o no hay diferencia (en los centros de atención infantil de Nicaragua). El cuidado infantil puede reducir la desigualdad entre los niños, pero solo en algunos casos.
Figura: La proporción de resultados que muestran que las intervenciones de cuidado infantil beneficiaron a…
La importancia de la calidad de los programas de cuidado infantil
A pesar de que vemos beneficios con los niveles actuales de calidad de los servicios, eso no significa que la calidad del cuidado infantil no importe. La calidad del cuidado infantil tiene muchos elementos, desde mantener a los niños seguros hasta fomentar su desarrollo a través de interacciones regulares y alentadoras con un cuidador. ¡La calidad importa! En Perú, los bebés y niños pequeños en centros de cuidado infantil con interacciones de mayor calidad con los cuidadores tuvieron mejores resultados en desarrollo. Incluso hay evidencia de que el cuidado infantil de baja calidad puede tener efectos adversos, pero la mayor parte de esa evidencia proviene de países de ingresos altos, a menudo cuando el cuidado infantil está al servicio de hogares de ingresos más altos cuya alternativa al cuidado infantil público sería de alta calidad.
Estos hallazgos son un paso adelante. Examinamos 71 estudios, mientras que la última revisión sistemática que encontramos de este tipo tenía solo seis. Pero aún queda mucho por aprender. Primero, quedan muchos países en los que no tenemos estudios y otros en los que tenemos pocos. Segundo, la mayoría de los estudios de nuestra muestra se centran en niños mayores (de 3 a 5 años), por lo que todavía tenemos más que aprender sobre el impacto de cuidado infantil para los niños más pequeños. Tercero, nos centramos en los impactos positivos y negativos en lugar del tamaño de esos impactos porque la gama de resultados y las medidas de esos resultados son muy variados entre los estudios, por lo que comparar el tamaño de los efectos puede resultar confuso e inadecuado. El trabajo futuro puede profundizar en el tamaño de estos impactos y, lo que es aún más importante, qué características de los centros de cuidado infantil y de la población beneficiaria conducen a los mayores beneficios.
Pero, incluso a medida que continuamos aprendiendo, la evidencia que tenemos sugiere que el cuidado de los niños es una buena apuesta tanto para las mujeres como para sus hijas e hijos.
Héctor Lamas Rojas dice
A partir de la crítica de los paradigmas de la modernidad, se ha planteado que la construcción de la sociedad no sólo proviene del Estado y de lo público, sino también de la sociedad, de las identidades y subjetividades de lo micro. Las personas, son capaces de gestar, no sólo iniciativas progresivas sino capacidades de crítica frente a los encasillamientos y rigideces de la modernidad y su normatividad.
Se registran dos movimientos conceptuales. De un lado, desde la teoría del desarrollo, se reinvindica el rol de lo subjetivo en la construcción de lo social: el desarrollo depende del despliegue de las capacidades de la persona humana. De otro, la crítica a los límites de la modernidad y a la estrechez de la normatividad ciudadana: la construcción de la ciudadanía implica el establecimiento de derechos sociales y la interiorización de valores (familia, escuela, comunidad, derecho). En tal sentido, el individuo debe ser concebido no sólo como elector y con igualdad de derechos( a la salud, a la educación, etc) sino como una persona que es poseedora de ideas, sentimientos, aspiraciones y capacidades, las cuales desarrolla en diversos ámbitos, y que actúa y toma iniciativas en el plano de la sociedad civil.
Todo ello, en un contexto difícil, como es el nuestro, caracterizado por: centralismo, brechas étnicas, distancias sociales, analfabetismo, discriminación cultural, y otras situaciones de exclusión social( informalidad, subempleo, pobreza)
La socialización en niveles de pobreza de vastos sectores y el deterioro creciente de valores erosionan los procesos de afirmación ( de niños y jóvenes) como personas que deben crecer en un ambiente de violencia y desconfianza . Así, se ubican en los linderos y márgenes de un sistema social y de una promesa de desarrollo que no se concreta. Pero, y simultáneamente, se observa también, la emergencia de nuevos sectores sociales, y de una nueva cultura de la igualdad, que levanta valores como la autenticidad y fines como el sentido de logro. A Contracorriente , de una cultura dominante caracterizada por el individualismo, el pragmatismo y la desesperanza. Así, en convivencia difícil, sobre la base de los antiguos lazos de parentesco y compadrazgo, el trabajo de grupo, la cooperación, el soporte social, se yuxtaponen, al sentido de logro individual y familiar, la competencia y el riesgo. Al lado, de la solidaridad, la importancia de lo comunal, los afectos y tradiciones; simultáneamente, el individualismo, la “moral del vivo”, la intolerancia.
Intervención psicopedagógica:
1. La modificación de relaciones sociales y comportamientos, desde las experiencias y vivencias, conectando sentimientos y conocimientos, afectividad y saberes, a todo aquello que ha dado lugar a situaciones de exclusión social: discriminación, competencia desleal, individualismo, etc.
2. Construcción de una cultura ciudadana, en la que se destaquen las ideas de la igualdad, participación y autonomía; con acciones que supongan participación en proyectos de trascendencia social
3. Rescatar la dimensión de calidad de vida como meta central del desarrollo
4. La necesidad de una educación renovada, que incorpore la dimensión humanística y valórica que garantice nuevas condiciones de convivencia y la de proporcionar a los educandos las capacidades básicas requeridas para la vida moderna.
5. Una educación planteada alrededor de determinados ejes fundamentales:
-Valores: Garantizar valores que permitan formar una conciencia moral autónoma. Se propone, el tratamiento de temas morales en clase, utilizando como método, por ej., la discusión transactiva, que se define como un conjunto de comportamientos en los cuales el orador representa (parafrasea) o bien opera activamente en (analiza, amplia, etc) el razonamiento de un compañero de coloquio; y la discusión de dilemas morales.
– Competencias: Personales y sociales, para que el estudiante comprenda su entorno y asuma su realidad( conocimiento y valoración de las tradiciones y raíces culturales, espíritu de iniciativa y de empresa, hábitos de estudio y trabajo, capacidad de gestión, etc); estableciéndose relaciones entre las competencias psicosociales, procesos de maduración y procesos de aprendizaje. Estimulándose la comprensión crítica que se caracteriza por potenciar la discusión, la crítica y la autocrítica.
-Temas relevantes. Tales como interculturalidad, igualdad de género, afectividad, autoestima y sexualidad, protección y defensa del medio ambiente, etc
– La intervención vocacional., que tiene por finalidad conseguir la optimización de las capacidades del alumno y lograr una inserción adecuada del mismo en el campo socioprofesional. Se observa que la intervención vocacional ha experimentado una profunda evolución desde la concepción clásica y estática de Frank Parsons hasta las alternativas evolutivas y dinámicas de Super y de Holland y la teoría de la anticipación y del ajuste de Tiedeman y O’Hara. Entre los elementos primordiales de un estado de competencia vocacional, definida como un conjunto de capacidades y de comportamientos necesarios para responder a las nuevas demandas del mercado laboral, se mencionan los siguientes:
-Sentido de propósito: Disponer de un impulso intrínseco que origina y mantiene la conducta hacia el logro de una meta deseada.
-Resolución de problemas: Capacidad para enfrentarse hábilmente a las situaciones conflictivas , lo cual requiere analizar la información desde una amplia variedad de fuentes, considerar todos los aspectos del tema, pensar divergentemente, hacer juicios y elaborar planes de acción realizables y efectivos.
-Capacidad de comunicación. La persona idónea socialmente es capaz de dar y recibir, de fomentar relaciones firmes y profundas, de expresarse de manera clara y brillante y de asumir los diferentes niveles de comunicación interpersonal (familia, grupo, autoridad)
– Conocimientos previos. Poseer información significativa sobre: – un campo del saber científico y tecnológico consolidado y actualizado – los procedimientos eficientes para obtener y organizar la información que constantemente se está produciendo y para acercar la teoría a la práctica. – los rasgos personales que ayuden al individuo a formarse un autoconcepto positivo, real y a regular su mente y su conducta.
– Adaptación flexible: Se refiere a la capacidad que debe poseer toda persona para defenderse de las estructuras sociales, reaccionar ante los cambios y responder sin miedo y sin angustia a la incertidumbre.
– Autodescripciones: Consisten en un conjunto de variables relacionadas con la dinámica de la propia personalidad: conocimiento, aceptación, eficacia, control, etc. Que cuando se desarrollan equilibradamente sustentan un yo , o una identidad personal sólida y singular