Por Aimee Verdisco.
¿Son útiles las comparaciones entre países para influir en las políticas públicas de cada nación? Consideremos los siguientes resultados de exámenes estandarizados aplicados en tercer y sexto grado en matemáticas, lenguaje y ciencia en 16 países de la región (SERCE, 2008).
- Uno de cada tres niños de tercer grado no entiende la frase “había una vez”.
- Casi la mitad de los niños de tercer grado no sabe resolver un problema de matemáticas que implica mitades o cuartos.
- Un 44% de los niños de sexto grado no puede identificar los estados físicos de las sustancias.
La demanda de conocimientos en la economía actual exige el dominio de habilidades básicas en lectura, matemáticas y ciencias, pero los sistemas educativos de la región claramente no están equipando a los niños con estas habilidades que les permitirán tener éxito en la escuela y en la vida. El informe de SERCE resumió la evidencia empírica y comparativa que demuestra esta realidad. Ls exámenes aplicados a los niños sirvieron para generar esta evidencia.
Pero los exámenes presentaron sólo una de las muchas contribuciones de SERCE. A través de SERCE, se ha comenzado un diálogo intenso sur-sur que implica el intercambio de conocimientos por toda la región. De él, han surgido acciones significativas que buscan mejorar la calidad de la educación. La calidad se ha convertido en un tema de suma importancia en las agendas de educación en toda la región y hay cada vez más presión de parte de la sociedad para asegurar que el énfasis en la calidad se mantenga.
El área del Desarrollo Infantil Temprano (DIT) está bien posicionada y tiene el potencial de convertirse en el próximo tema que atraiga tanta atención como el de la calidad de la educación. ¿Qué sucedería si los países supieran que existe un riesgo de que sus niños no desarrollen las habilidades y talentos básicos necesarios para tener éxito en la escuela y durante sus vidas? ¿Pondría mayor atención al desarrollo infantil temprano? El Programa Regional de Indicadores de Desarrollo Infantil (PRIDI) apuesta a que la respuesta será que sí.
El PRIDI busca proveer datos de calidad que sean relevantes para las políticas y que puedan ser comparados regionalmente, sobre la situación de los niños pequeños y sus familias. Esta es la primera iniciativa de este tipo en todo el mundo. Entre los países participantes se encuentran Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Perú y Paraguay.
El PRIDI se basa en dos pilares fundamentales: (i) el desarrollo de los niños es un proceso integral y los datos que se recopilan para realizar el seguimiento de su desarrollo también deberían serlo; y (ii) los niños deberían lograr ciertos hitos de desarrollo y habilidades básicos antes de ingresar a la primaria, independientemente de su raza, género, situación socioeconómica, origen, idioma o cualquier otro factor externo.
Fiel a estas intenciones, el PRIDI recopila datos sobre cinco dimensiones del desarrollo infantil: cognición, lenguaje, habilidades motoras, desarrollo socio emocional y habilidades académicas emergentes. Entre las herramientas, están incluidas escalas de desarrollo para evaluar a niños de 24 a 59 meses y encuestas dirigidas a las madres o proveedores de atención infantil. Estas últimas buscan identificar los factores asociados con el desarrollo infantil. Todas las herramientas han sido traducidas y adaptadas al quechua (variante de Cusco) en el Perú, guaraní en Paraguay y miskitos en Nicaragua. Todos los instrumentos son aplicados en los hogares de los niños. De esta manera, el PRIDI capta datos sobre todos los niños y no solo sobre los niños que asisten a centros de atención infantil o a escuelas.
Los instrumentos del PRIDI actualmente están siendo validados en el campo. Se analizarán en conjunto todos los datos, a fin de asegurar la validez de cada ítem y además asegurar que cada elemento capte la misma habilidad en cada país y en cada población dentro de un país. Después de obtener los resultados del proceso de validación, se revisarán los instrumentos y se aplicarán en muestras representativas a nivel nacional en cada país participante (n = 2.000). Los resultados finales deberán estar disponibles aproximadamente dentro de un año.
Confiamos que el debate continuará, al igual que el diálogo y las acciones concretas para mejorar la calidad de vida y las oportunidades durante la trayectoria de la vida, para todos los niños en la región.
Aimee Verdisco es especialista líder de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo. Es autora de una serie de informes técnicos y documentos sobre la educación y la reforma del sector, la primera infancia y desarrollo de la fuerza laboral en América Latina y el Caribe.
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