Los niños muestran diferencias en su desarrollo cognitivo y socioemocional desde pequeños. Esto es normal, pues por diferencias genéticas y de la estimulación ambiental, no todos adquirimos las mismas capacidades exactamente a las mismas edades. Por ejemplo, es normal que algunos niños comiencen a dar sus primeros pasos a los 10 meses, mientras otros lo hagan sobre los 14. Para la especie humana esta variabilidad en talentos, preferencias y virtudes es una fortaleza, especialmente cuando funcionan de forma complementaria en grupos o comunidades.
Sin embargo, hay diferencias que van más allá de las esperadas y pueden convertirse en situaciones de rezago o, en casos más graves, de trastornos en el desarrollo. Ciertas condiciones médicas— crónicas o temporales— así como el estrés ambiental o la falta de estimulación, pueden resultar en que un niño no alcance algunos hitos importantes que la gran mayoría de los niños de su misma edad ya ha logrado de forma sostenida.
¿Cuáles son las consecuencias de un desarrollo infantil inadecuado en el mediano y corto plazo en los resultados educativos?
La brecha de ingreso a la escuela
Se ha propuesto el concepto de disposición (o preparación) para la escolarización para referirse al conjunto de competencias que los niños deben tener al momento de ingresar a la escuela, para así aprovechar de esa experiencia y tener éxito en su trayectoria. Diversos estudios longitudinales han mostrado que las diferencias en el desarrollo cuando los niños comienzan la escuela impactan sus resultados educativos posteriores, incluyendo en las habilidades de lenguaje y la capacidad de atención, por ejemplo.
Cuando las diferencias en el desarrollo ocurren de manera sistemática en ciertos grupos según su religión, contexto socioeconómico, etnia, entre otros, este fenómeno se denomina brecha de ingreso a la escuela. La brecha de ingreso a la escuela es uno de los factores que reproducen la desigualdad, ya que limita las oportunidades escolares para algunos niños e impacta, a su vez, en las sucesivas oportunidades educativas y laborales.
Por ello, dentro del contexto de las políticas de atención a la primera infancia, abordar la disposición para la escolarización es central para mejorar el desarrollo y garantizar los resultados educativos de los países. Primero, identificando mediante la evaluación los motivos que producen esa brecha de ingreso a la escuela y, luego, tomando acciones con el fin de reducirla lo máximo posible. Afortunadamente, Uruguay ha comenzado a transitar ese camino y, hasta donde llega nuestro conocimiento, es el primer país de América Latina en intentar hacerlo de manera sistemática y censal en la educación preescolar.
El Inventario de Desarrollo Infantil (INDI)
El INDI es un instrumento confiable, válido y referido a la norma para Uruguay. Está diseñado para evaluar, de forma culturalmente sensible, el desarrollo del niño y también su disposición para la escolarización en los Niveles 3, 4 y 5 de Educación Inicial. Fue desarrollado por un equipo de la Universidad de la República (Montevideo), en estrecha colaboración con actores del sistema educativo uruguayo, como son ANEP y el CEIP.
Las maestras, por su formación y trabajo cotidiano expuestas a los comportamientos de los niños, son quienes monitorean su conducta a través de indicadores observables. También completan el inventario en el sistema de gestión en línea (GURI) y obtienen reportes de su grupo de niños una vez finalizada la evaluación. El INDI está compuesto por cuatro dimensiones (desarrollo cognitivo, motor, socioemocional y de actitudes hacia el aprendizaje). Además, ofrece siete puntuaciones de banda estrecha o subescalares (4 por la dimensión cognitiva y 3 por la socioemocional).
La información que arroja el INDI permite diferenciar entre niños que están desempeñándose a niveles esperados en una dimensión y aquellos con riesgos de rezago en el desarrollo, que se pueden beneficiar de intervención oportuna. Los reportes generados ofrecen dos perfiles de riesgo— el elevado, donde la probabilidad de rezago en el desarrollo es mayor, y el moderado— además de los perfiles de desarrollo esperado y fortalezas. Así, el INDI puede identificar riesgos múltiples en el desarrollo en dos o más áreas, un elemento útil para decidir cómo y cuándo priorizar la atención.
¿Por qué se mide el desarrollo de manera censal?
Actualmente el INDI se utiliza para evaluar el nivel de desarrollo de todos los niños en la educación inicial (preescolar) pública en Uruguay. Esto ha implicado un compromiso enorme por parte de las maestras y las autoridades educativas, que están siendo testigos de cómo el monitoreo universal del desarrollo puede ayudar en la orientación de recursos intersectoriales, incluyendo una evaluación más profunda en el contexto pediátrico o psicológico. Asimismo, un abanico importante de decisiones puede sucederse en función de los resultados de una evaluación censal en contextos educativos con un instrumento como este.
Por ejemplo, una maestra puede incorporar propuestas específicas de planificación didáctica según las áreas que presentan debilidades o fortalezas en su grupo. Una directora de un centro de cuidado infantil puede identificar dónde es más necesario destinar auxiliares para apoyar en ciertas áreas del desarrollo. Los responsables políticos, con una mirada local, pueden decidir de forma racional dónde deben canalizarse los programas de apoyo educativo que ya existen y dónde hace falta implementar nuevos.
El desafío a futuro es que este tipo de evaluaciones generen respuestas articuladas de los organismos públicos vinculados a la primera infancia, que prioricen la intervención oportuna. Las acciones basadas en datos sobre el desarrollo de los niños, en los diferentes niveles del sistema de atención a la primera infancia, permitirán reducir la brecha en el desarrollo en la primera infancia.
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ana lidia rivera dice
Sumamente relevante este tipo de trabajos relacionados con Primera Infancia. En países como El Salvador, por ejemplo, nos encontramos aún en pañales en estos temas, pero cada vez se hace mas evidente destinar recursos sobre la base de datos, actuar con información es importante para ser mas efectivos y reducir las inmensas brechas existentes en países como el nuestro.
jose Manuel Ramirez Zaldivar dice
Este es un tema interesante, pero desconosco si en mi país Honduras se utliza un instrumento que permita medir el desarrollo del niño en edad escolar, me gustaria conocer mas sobre este tema, ya que soy un docente de las ciencias naturales. gracias.
Ignacio Suazo dice
En Chile, se aplica el TEPSI y el EEDP a través del programa FIADI, del sistema Chile Crece Contigo, a todos los niños sucesptibles de ingresar. Sin embargo, no es algo universal.
Ana María Borzone dice
En Mendoza, pcia de la Argentina, se está implementando en todos los jardines un programa de desarrollo integral que busca precisamente mejorar la disposición para el aprendizaje y cerrar la brecha
Ricardo Quiroga Ugarte dice
En Bolivia la mayor parte de los centros infantiles utilizan la Escala abreviada de Desarrollo de nelson Ortiz (1) y algunos obtienen el cociente de desarrollo con la escala de Bianchi. Pero es muy necesario realizar buenas evaluaciones para obtener resultados que puedan ser de beneficio para los niños.