En Uruguay, cada semana unas 24.500 familias dedican 3 horas a jugar y aprender, como parte del programa Experiencias Oportunas, que busca promover el desarrollo pleno de cada niño. Conoce las 7 características de este programa que fomenta las prácticas respetuosas de crianza y aprende cómo lo han adaptado en el actual contexto de COVID-19.
¿Qué es el programa Experiencias Oportunas?
En Uruguay, el Programa de Experiencias Oportunas es una intervención comunitaria destinada a niños entre el nacimiento y los 24 meses de edad y a sus padres, o quienes cumplen el rol parental. Experiencias Oportunas busca ofrecer a las familias “una mano en el desarrollo y la crianza de tu hijo”, mediante una práctica bio-psico-socio-educativa que apunta a promover el desarrollo pleno del niño, integrar a las familias a un centro de referencia (denominados Centros de Atención a la Infancia y la Familia: CAIF) y a partir de allí, fortalecer las redes sociales y promover prácticas respetuosas de crianza.
Cada centro es gestionado por organizaciones de la sociedad civil, en convenio con el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), la entidad estatal responsable de la mayoría de las políticas de atención y cuidado en el país.
¿Cómo nace “Experiencias Oportunas”?
En 1998 un estudio en Uruguay del Centro Latinoamericano de Economía Humana dejó en evidencia que el 47 % de los niños[1] residían en hogares pobres y uno de cada cinco presentaba necesidades básicas insatisfechas, lo que implicó un punto de partida de una historia de vida en desventaja”.
Como resultado, las licenciadas Ana Cerutti y Mercedes Pérez diseñaron un programa que tuvo en cuenta experiencias nacionales (Programa “Nuestros Niños” de la Intendencia de Montevideo) e internacionales (Programa “Head Start” de Estados Unidos, “Educa a tu hijo” de Cuba, entre otros). Mientras que en 1998 se contaba con 40 Centros, hoy en día son 430 centros distribuidos en todo el país en modalidad urbana y rural. participan del programa aproximadamente del 24.500 referentes con sus hijos.[2]
¿Con qué metodología se trabaja?
Cada encuentro multifamiliar dura 3 horas y se divide en tres tiempos: juego, conversación y alimentación.
En el tiempo de juego del niño junto a sus referentes adultos, se ofrece un espacio y variedad de materiales (colchonetas, pelotas, telas, escaleras, túneles, bloques, etc,). Las coordinadoras usan fundamentalmente la técnica de juego espontáneo, observando qué quiere hacer el niño, a dónde quiere ir, qué objeto quiere usar, cómo le gusta usarlo. Por eso, los materiales tienen un diseño simple, para que puedan adaptarse al legítimo interés de cada niño.
En el tiempo de conversación, los referentes debaten acerca de un tema vinculado a la crianza que les permita descubrir o redescubrir sus potencialidades para criar y educar a sus hijos.
En el tiempo de alimentación, se comparte una merienda con valor nutricional y de bajo costo que puedan ser fácilmente incorporadas a la dieta familiar. Los centros han creado tantas recetas que ya hay varios materiales editados.
Cuando las familias no pueden acceder al centro o cuando viven en el medio rural, el equipo planifica y lleva a cabo una serie de encuentros domiciliarios ajustados a cada niño.
Las 7 características del programa
- Multifamiliar: por cada grupo se invita a participar hasta 16 familias.
- Grupal: participan niños y adultos juntos.
- De convergencia de saberes: el que proviene de las disciplinas y el que proviene de la historia y trayectoria de vida de cada participante del Programa.
- Flexible: los contenidos, horarios, materiales, se adaptan al contexto local y las necesidades familiares.
- Integral y de articulación interinstitucional: el programa coordina acciones con otros servicios y prestaciones del Estado y de la sociedad civil (salud, alimentación, etc.)
- Oportuno: la intervención es ajustada a cada niño y su familia, ofreciendo experiencias ricas para el desarrollo y fortaleciendo la capacidad de escucha y observación de los referentes.
- Discutido y evaluable: El programa evalúa variables de estructura (recursos y organización), de proceso (su implementación) y de resultado (prácticas de crianza, disponibilidad emocional del adulto referente y el desarrollo psicomotor). Asimismo cuenta con varias evaluaciones externas (hasta el año 2011).
“Experiencias Oportunas” bajo el contexto de la pandemia de COVID-19
El contexto actual de emergencia sanitaria implicó que, desde el mes de marzo, las familias y los niños no puedan asistir semanalmente a los talleres en los centros, a pesar de que actualmente en Uruguay, la cuarentena no es obligatoria. A pesar de los desafíos que plantea esta situación, como la falta de acceso a internet y los índices de vulnerabilidad en los hogares, cada equipo procura adaptarse a la actual situación de distanciamiento social teniendo como prioridad el mantenimiento y fortalecimiento del vínculo del centro con las familias del programa. Además, se busca favorecer la comunicación y el apoyo material. Los dispositivos electrónicos y las aplicaciones web son el medio privilegiado para garantizar la continuidad de la intervención socioeducativa, mientras que el apoyo alimentario -y la atención a otras demandas-, se articula en estrategias específicas con las propias familias, coordinadas con otros servicios del Estado.
La página oficial de INAU ha provisto un repositorio bibliográfico sobre primera infancia y un banco de materiales audiovisuales -creados por los propios centros- donde los equipos socializan y comparten canciones, juegos, cuentos y demás recursos. Al igual que sucede con el seguimiento de niños y familias, el desafío en el uso de recursos didácticos disponibles en la web, consiste en adaptarlos a la singularidad de las familias en cada barrio/localidad.
En síntesis:
- La riqueza de Experiencias Oportunas, se centra en los recursos de los niños/as,las familias, los cuidadores/educadores así como en resignificar los procesos singulares y colectivos, desde una perspectiva sistémica y no desde el modelado directivo de la conducta.
- Las evaluaciones externas periódicas, han contribuido a visualizar y a diseñar estrategias de mejora continua. Pero hasta la fecha, las mismas sólo han contemplado más los indicadores de estructura y resultado, que los de proceso, por lo cual, es necesario incorporar nuevos indicadores que evidencien los cambios y efectos producidos en las familias que participan del programa.
- Es necesario fortalecer las articulaciones interinstitucionales con otro programas e instituciones como Uruguay Crece Contigo (UCC) y retomar el trabajo con el convenio interinstitucional con salud (refrendado en 2012) para el acompañamiento desde la gestación, a mujeres embarazadas y sus parejas.
- El actual contexto, requiere de repensar estrategias e intervenciones a distancia efectivas y singulares a cada familia participante del programa, en lo que refiere a necesidades e intereses, fortaleciendo las potencialidades de cada familia respecto al desarrollo y crianza de los pequeños, acompañando el proceso desde la escucha ,la empatía y el fortalecimiento de redes de sostén y sociales.
Para conocer más visita http://www.plancaif.org.uy
¿En tu país existen programas de desarrollo infantil con las características de “Experiencias Oportunas”? Déjanos un comentario ó menciónanos en @BIDgente
[1] De ese 47% , el 32% de los niños presentan en riesgo en su desarrollo y el 21 % de retraso.
[2] La cobertura calculada, debe entenderse como aproximada, dado que se está comparando el total de centros, con la matrícula de acuerdo al número de niños atendidos según estructura organizativa.
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