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La desigualdad es una característica estructural y persistente en la historia de América Latina y el Caribe (ALC). Las ciudades de nuestra región son, debido a su gran diversidad y tamaño, un reflejo vivo de esta problemática. Por su parte, las minorías (bien sea por su etnia, género, religión, orientación sexual, etc), son especialmente vulnerables y suelen estar, en muchas ocasiones, en el blanco de la discriminación, pobreza y exclusión de nuestra sociedad.
En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) creemos firmemente que, sin equidad, diversidad e inclusión, la región no puede alcanzar un verdadero desarrollo sostenible. Las ciudades, como motores de progreso que son, están llamadas a ejercer de motor del cambio para lograr este fin. A través de nuestra estrategia “Visión 2025, Reinvertir en las Américas”, el BID posiciona a las poblaciones vulnerables como uno de los pilares clave de atención para cerrar brechas de desarrollo en ALC en los próximos años.
Por este motivo, con motivo del Día de la Cero Discriminación (1 de marzo)y, ante la cercanía del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial (21 de marzo), dedicamos este blog a poner de manifiesto la importancia de las políticas públicas, a nivel nacional y local, para terminar con la discriminación de una de las poblaciones más vulnerables de nuestra región: los afrodescendientes.
Las ciudades: epicentro de la vulnerabilidad en la población afrodescendiente
Las ciudades son epicentro de desigualdades. Por desgracia, sus barrios más pobres, funcionan como una especie de trampa para el desarrollo de sus habitantes: los hogares con menos oportunidades económicas y peores estándares de salud, se concentran en las áreas urbanas con menor acceso a servicios básicos e infraestructura urbana. A su vez, como parte del círculo vicioso de la pobreza, estos hogares suelen también ser discriminados, lo cual disminuye sus oportunidades para superar su situación de vulnerabilidad.
Datos recientes evidencian que los hogares afrodescendientes sufren mayores niveles de pobreza y hacinamiento que el resto. Por ejemplo, en Ecuador, Bolivia y Honduras, más del 25% de la población afrodescendiente urbana habita en una vivienda hacinada. En el caso particular de Ecuador, el nivel de hacinamiento de las personas afrodescendientes es 14 puntos porcentuales más alto que el de las no afrodescendientes.
Gráfico 1: Hacinamiento población afrodescentiente vs no afrodescendiente
Afrodescendientes: ¿dónde están y cómo viven?
Se estima que casi el 33% de la población de América Latina –150 millones de personas- son de descendencia africana. Su presencia se concentra principalmente en Brasil, Venezuela, Colombia, Cuba, México y Ecuador. En el Caribe, dicha población se encuentra en mayor proporción en países como República Dominicana y Haití.
Actualmente, más del 82% de los afrodescendientes de ALC residen en áreas urbanas. Su probabilidad de vivir en barrios pobres o informales duplica a la de hogares no-afrodescendientes. Los datos avalan estas afirmaciones: mientras que el 8% de los hogares urbanos de Colombia viven en barrios informales, el 22% del total de los hogares afrodescendientes lo hacen en este tipo de asentamientos Estas diferencias también están presentes en otros países de la región, siendo 19% contra 34% en Brasil, y 5% contra 10% en México.
Además, la población afrodescendiente de ALC tiene 2,5 más probabilidades de vivir en pobreza crónica que las personas no afrodescendientes. A su vez, -y teniendo presente la necesidad de un enfoque interseccional– cabe destacar que, entre el 65 y el 80% de las mujeres afrodescendientes en Brasil, Costa Rica y Ecuador se emplean en trabajos informales, ejerciendo en su mayoría trabajos en servicios domésticos sin seguridad social (ver gráfico 2), lo cual aumenta la vulnerabilidad de sus ingresos; al tiempo que son el grupo poblacional más afectado por el desempleo en ALC.
Gráfico 2: América Latina (8 países): trabajadoras asalariadas domésticas de 15 años o más, según condición étnico-racial, último año disponible (En porcentajes)
¿Cómo mejorar los derechos y la visibilidad de los afrodescendientes en nuestras ciudades?
Existen diversos compromisos internacionales y regionales creados para dar un mayor reconocimiento de los desafíos, derechos, e identidad cultural de los afrodescendientes.
La Asamblea General de la ONU declaro a 2015-2024 como el Decenio Internacional para los Afrodescendientes, con el tema “Afrodescendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo” en el cual creó el Foro Permanente de Afrodescendientes de las Naciones Unidas. De igual forma, existen la “Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial” y -a nivel regional- la “Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia”, la cual ya ha sido ratificada por varios países de ALC.
Sin embargo, a pesar de los avances, aún queda mucho por hacer. A continuación, exponemos 3 de las deudas más importantes que las ciudades tienen con los afrodescendientes:
- Remediar la exclusión social estructural: La distribución espacial de los afrodescendientes, a menudo, sigue un patrón de segregación geográfica. Por ello, es preciso priorizar políticas públicas y actividades para:
- mejorar los barrios subtendidos e informales
- ampliar el acceso a una vivienda adecuada
- aumentar la provisión de espacios públicos seguros para todos
Un ejemplo lo encontramos en Uruguay. La Intendencia de Montevideo, en convenio con Organizaciones Mundo Afro, facilita el acceso de afrodescendientes a vivienda a través del Programa Unidades Familiares Mundo Afro (Ufama). De igual forma, la Intendencia también dio inicio al Mapeo Afrodescendencia Resiliente, el cual busca, entre otras cosas, poner énfasis en los recursos, potencialidades, fortalezas, aportes positivos, oportunidades de desarrollo, generación de redes, estimulación de capacidades y empoderamiento a la comunidad afrodescendiente. Esteproducto fue integrado por la Secretaría de Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes en los 8 Municipios y los 18 Concejos Vecinales de Montevideo. El objetivo era elaborar la estrategia de territorialización de la dimensión étnico-racial afro para el período 2020-2025, llamada “Estrategia Afrodescendencia Resiliente 2025”.
- Aumentar la visibilidad estadística: Para aumentar la eficacia de las intervenciones es necesario contar con indicadores de capital humano georreferenciados que permitan identificar las condiciones de las poblaciones afrodescendientes. Deben incluir variables sobre acceso y calidad de educación, salud, vivienda, espacios públicos, y vulnerabilidad ambiental.
- Apoyar el desarrollo económico: Es fundamental facilitar y promover el acceso al mercado laboral formal. Para este fin, las ciudades necesitan proporcionar el acceso a servicios de cuidado infantil para que las madres cabezas de familia puedan ejercer una actividad económica rentada.
Colombia nos ofrece un ejemplo de este tipo de políticas. La Alcaldía de Medellín, mediante su Plan Municipal Afrodescendiente 2020 – 2029, promueve cinco líneas de acción para el reconocimiento de las personas afrodescendientes: 1) fortalecimiento organizativo y participación, 2) economía y buen vivir, 3) ciudad, cultura y etnoeducación, 4) género y mujer y 5) derechos humanos. En cuanto al desarrollo económico, algunas de las estrategias son “la formación para el empleo y el emprendimiento de la población negra, afrodescendiente, raizal y palenquera, así como la creación, fortalecimiento y/o consolidación empresarial de los proyectos de la población negra, afrodescendiente, raizal y palenquera”.
Cerrando brechas con identidad e inclusión social
Promover el desarrollo y el acceso a oportunidades de los afrodescendientes de las ciudades de ALC requiere implementar acciones para la inclusión social que respeten y den voz a todos los residentes. Estas acciones incluyen promover la participación ciudadana, el empoderamiento económico, el acceso a servicios urbanos de calidad, vivienda digna y espacios públicos seguros. Asimismo, es imprescindible considerar la interseccionalidad de las condiciones de vulnerabilidad e integrar una perspectiva de género en todas las acciones.
Trabajemos juntos para aumentar el acceso y mejorar la calidad en la entrega de servicios públicos a los afrodescendientes mediante el desarrollo de soluciones culturalmente apropiadas que respondan a sus características sociales y culturales.
¿Conoces de alguna estrategia que se esté llevando a cabo en tu ciudad para fomentar la inclusión de las personas afrodescendientes? Compártenos tu opinión en la sección de comentarios. ¡Estaremos encantados de leerte!
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Ruben Bernal dice
Sólo por ayudar…,
mi humilde colaboración en apoyo,
———-
Buen día,
en la educación de adultos, de poblaciones marginadas,
incluso para reclusos,
por si lo quiere recomendar en sus redes o plataformas.
Políticas y estrategias de aprendizaje a lo largo de toda la vida,
Aprendizaje y educación de adultos y / o
Alfabetización y habilidades básicas
Que den click,
por favor y muchas gracias;
https://www.youtube.com/watch?v=7Qkhemih5WQ&t=864s
Ruben Bernal
Docente Rural
Mexico