Por Marcelo Facchina Macedo Bessa, Consultor de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles, Brasil
A veces sólo se requiere un pequeño empujón. Hoy en día, nadie en su sano juicio condenaría o evitaría el reciclaje – pero tampoco podemos decir que esto es una práctica muy extendida, al menos en la región de América Latina y el Caribe. Según una encuesta realizada en Brasil, a pesar de que el 86% de la gente considera el reciclaje como una tarea que deben hacer todos los ciudadanos, sólo el 26% lo hace de forma regular (IBOPE 2012).
En João Pessoa, la situación no es diferente. Según las cifras que acaban de salir de una encuesta de opinión pública realizada por la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES), más de 97% de los habitantes consideran la selección y reciclaje de basura como algo beneficioso para el medio ambiente. Y, aunque el 49,4% de ellos afirman que separan sus residuos para su reciclaje, cuando se les preguntó sobre la actitud de sus vecinos en cuanto la separación, sólo el 18,6% piensan que sus vecinos están haciendo un buen trabajo en esto.
Con esto en mente, el municipio de João Pessoa decidió dar una mano para ayudar a las personas a hacer lo correcto. Desde junio de 2013, la empresa de gestión de residuos lanzó la campaña Limpinho 3R.
El programa ofrece una tarjeta a los ciudadanos que les permite la acumulación de puntos y el intercambio de bienes y servicios, tales como cortes de pelo, lavado de coches, etc. Hasta ahora, el programa ha tenido mucho éxito, por lo que la cantidad de residuos recogidos para el reciclaje ha más que triplicado en sólo seis meses de funcionamiento. En esta fase piloto, el municipio logró recolectar 92 toneladas de residuos reciclables en el barrio de Bessa.
El programa también hace un esfuerzo por involucrar a los catadores locales, los recolectores de residuos tradicionales que acumulan los residuos reciclables en la ciudad. En vez de dejarlos sin trabajo, Limpinho 3R compromete a los recolectores mediante la potenciación de ellos como “agentes ambientales”, movilizadores y transportadores de los residuos a los puntos de recolección designados. Esto ha permitido un aumento sustancial en sus ingresos. En promedio, los recolectores se suman R$ 600,00 (US$ 250,00) a sus ingresos cada mes, llegando a montos de R$ 1.500,00 (US$ 630,00) en algunos periodos.
Diferente a otras iniciativas similares a través del mundo, como el Recyclebank (EEUU) y CitéGreen (Francia), Limpinho 3R fomenta exclusivamente las cadenas de valor locales, las cuales a la vez, generan un círculo virtuoso en el barrio. Por otra parte, el Señor Limpinho da Silva, el personaje creado para publicitar la campaña, es muy popular entre los niños, también inspirando un ciclo positivo dentro de la familia para estimular la separación de residuos desde una edad temprana.
Por último, el municipio de João Pessoa también desarrolló la aplicación “Olha Isso, Limpinho!” (Mira eso, Limpinho!) que permite a los ciudadanos denunciar directamente a la municipalidad los residuos no recogidos en la ciudad. Aunque el tiempo de respuesta es todavía muy lento (en promedio dos días), la iniciativa refuerza el rol de los ciudadanos como socios en la prestación de servicios en la ciudad. Las soluciones creativas y simples, como ésta, ayudan a mejorar e integrar los ciudadanos con su entorno.
¿Es este el empuje que se necesita en tu ciudad para aumentar el reciclaje?
Ángel Valdés dice
Excelente, en la ciudad donde vivo, la empresa que procesa la basura tiene una tibia campaña para que los que recolectan basura de las casas y las llevan al contenedor que la lleva en los barrios y colonias, no quemen la basura en los barrios, pero tiene pocos resultados, todas las noches hay que encerrarse por que el humo toxico penetra en las casa, proveniente de los contenedores. Sería una buena campaña, la ciudad es Tegucigalpa
Z´leste Wanner dice
Hola Angel, gracias por compartir la situación en Tegucigalpa – nuevo integrante en la Iniciativa a partir de este año. ¿Cómo se llama la campaña que mencionas? Saludos!