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Una vivienda asequible o adecuada es aquella en la que los ciudadanos o las familias pueden vivir con seguridad, paz y dignidad. Aunque se trata de un derecho recogido en el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, casi la mitad de la población de América Latina y el Caribe (ALC) sigue sin tener acceso a ella. ¿Cómo poner solución a este problema?
En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estamos comprometidos con que todos los latinoamericanos y caribeños tengan acceso a una vivienda digna. Por eso trabajamos junto a los gobiernos nacionales y locales de toda la región con el fin de ofrecer soluciones de vivienda que permitan cerrar el déficit habitacional de forma inclusiva y resiliente al cambio climático. Sin ir más lejos, el pasado mes de septiembre reunimos a las máximas autoridades de los Ministerios de Vivienda y Desarrollo Urbano en la sede del BID con motivo del Foro de Vivienda 2022. Este evento nos brindó la oportunidad de reforzar nuestro papel de principal aliado de la región para superar el rezago habitacional en ALC.
En este blog, con motivo de la participación del BID en la Conferencia sobre Ciudades Inteligentes de Barcelona (Smart City Expo World Conference, en inglés), compartimos unas prácticas innovadoras que permitirán acelerar la reducción de los déficits cuantitativos y, sobre todo, cualitativos, de vivienda asequible en la región.
El panel Ningún Ciudadano sin Acceso a Vivienda Asequible tuvo lugar el martes 15 de noviembre a las 8:15 am EST. Muy pronto incluiremos la grabación de la sesión en esta página. De momento, te invitamos a seguir leyendo para conocer más detalles sobre esta conversación.
El déficit de vivienda no es un problema nuevo
El crecimiento urbano acelerado del siglo XX, llevado a cabo sin una planificación organizada y sostenible, ha tenido como consecuencia la segregación social y espacial. En ALC existe un déficit habitacional cuantitativo (ausencia de viviendas) estimado en más de 23 millones de hogares. Además, hay un déficit cualitativo (casas en condiciones deficientes) de más de 43 millones de viviendas. Por tanto, reducir el déficit habitacional no es solo cuestión de construir viviendas, sino de asegurar que sean de alta calidad, tengan acceso a los servicios básicos y estén ubicadas de acuerdo con las políticas de planificación urbana.
En general, los programas de Vivienda Asequible en ALC han tenido como objetivo hasta el momento el de ofrecer soluciones centradas en:
- La propiedad legal de la vivienda
- La oferta de nueva construcción o vivienda nueva
- La atención a los segmentos de población con empleo formal y con acceso a servicios bancarios
Estos esfuerzos, a pesar de ser bien intencionados, no han conseguido su objetivo principal: que todos los ciudadanos de la región tengan una vivienda asequible. Es más, han servido para limitar aún más el stock de viviendas adecuadas disponibles, han dejado a los grupos más pobres y vulnerables total o parcialmente desatendidos y, a menudo, han entrado en conflicto con las políticas urbanas cuando se trata de una buena localización.
Para poner fin a esta situación, resulta necesario repensar nuestro modelo y buscar soluciones adaptadas a las necesidades actuales. Es aquí cuando debemos plantearnos la siguiente pegunta: ¿qué nuevas estrategias podemos utilizar para, de una vez por todas, conseguir que todos los ciudadanos tengan acceso a una vivienda digna y asequible? La respuesta es sencilla: ¡innovemos!
¿Cómo puede la innovación ayudar a cerrar la brecha de vivienda?
Para resolver los problemas del presente, debemos de buscar la respuesta más allá de las estrategias del pasado. Por ello, compartimos siete alternativas innovadoras destinadas a acelerar la reducción del déficit de vivienda en ALC. Esperamos que sirvan de inspiración a gobiernos nacionales y locales:
1. TITULACIONES A TRAVÉS DE TECNOLOGÍA DE BLOQUES:
Para acelerar la titulación de viviendas, se pueden llevar a cabo ejercicios masivos de regularización y titulación a través de procesos de reconocimiento participativo de la comunidad. Una opción innovadora es realizarlo a través de tecnologías como la cadena de bloques. El BID lo puso en práctica recientemente en el Barrio 31 de Buenos Aires, Argentina.
2. INNOVACIÓN FINANCIERA:
Las nuevas formas de financiación pueden favorecer el acceso a la vivienda. Puede llevarse a cabo a través de sistemas de garantía para la microfinanciación y/o el crédito, pero también a través de subsidios para la mejora de la vivienda, la vivienda incremental o la autoconstrucción asistida. Un ejemplo reciente lo encontramos en Ecuador
3. INNOVACIÓN CONSTRUCTIVA:
Muchas viviendas deben de ser construidas. Para conseguirlo, la innovación tecnológica disruptiva puede ser una opción eficaz y resiliente. Por ejemplo, a través del uso de materiales renovables y reciclables, y técnicas de construcción eficientes que podrían ir desde la prefabricación hasta la industrialización de la construcción (por ejemplo, Chile).
4. MODELOS ALTERNATIVOS DE PROPIEDAD:
Los cambios demográficos que está experimentando la región exigen respuestas acordes en el sector vivienda para segmentos como las poblaciones jóvenes o migrantes móviles, o las necesidades de las personas mayores.
Como respuesta a este mercado en expansión, resulta necesario desarrollar alternativas a la adquisición, como es el alquiler de viviendas. En la región, países como Chile o Colombia han tenido una experiencia exitosa en la provisión de subsidios para el alquiler, por ejemplo para adultos jóvenes con demandas de movilidad, ancianos o población migrante. Estos aprendizajes están generando interés e impulso en otros países, como Brasil o Perú.
Asimismo, otra buena opción para dar flexibilidad al mercado inmobiliario, se pueden poner en práctica modelos alternativos de propiedad. Montevideo, en Uruguay, ha tenido casos exitoso de cooperativismo, mientras que Barcelona, en España, ha sido un buen ejemplo en el desarrollo de coviviend. Esta última es una modalidad de acceso a la vivienda que permite a una comunidad de personas vivir en un edificio sin ser los propietarios o arrendadores, por un plazo de tiempo amplio —de 50 a 100 años— y a un precio inferior al del mercado.
5. PROGRAMAS DE ACCESO UNIVERSAL A LA VIVIENDA:
Promover la vivienda asequible no es suficiente. Es esencial que, a través de políticas urbanas y sociales adecuadas, contrarrestemos la segregación socioespacial y garanticemos que nuestros programas sean inclusivos. El Gobierno de Ecuador, con el apoyo del BID, nos ofrece un buen ejemplo de este tipo de programas, los cuales incorporan sistemáticamente el acceso universal.
6. CERTIFICACIÓN VERDE DE CONSTRUCCIÓN:
El sector de la construcción es fundamental para la descarbonización de nuestras economías, ya que sólo en ALC representa alrededor del 30% del uso de energía y de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Por ello, las viviendas asequibles deberían cumplir con los estándares de certificación verde que garanticen la eficiencia energética, el uso de energías renovables, la minimización de los residuos y la promoción de una economía circular (por ejemplo, mediante el uso de materiales reciclados). También es recomendable el uso de materiales que no sean tóxicos y que permitan la adaptación a un entorno cambiante.
Los sistemas de certificación verde en toda la región (basados tanto en normas internacionales como en LEED/EDGE, o en las condiciones climáticas locales) han avanzado en la última década. En la actualidad se centran principalmente en conseguir los objetivos de eficiencia (reducción de la electricidad, el agua y los residuos) y de reducción de las emisiones (uso de energías renovables y materiales no tóxicos, de origen ético y sostenible).
Políticas de vivienda adecuadas
Con hasta el 75% de todo el uso del suelo asignado a la vida residencial en nuestras ciudades, las políticas de vivienda adecuadas son fundamentales para el desarrollo de comunidades resilientes, inclusivas y sostenibles. Los instrumentos para acelerar y ampliar la provisión de viviendas asequibles en la región deben diversificarse para responder no sólo a los cambios demográficos, sino también a las condiciones bioclimáticas y a la exposición a los desastres naturales.
¿Conoces otras alternativas para lograr reducir el déficit de vivienda de forma sostenible e inclusiva? No dudes en compartirlas en la sección de comentarios. Estaremos encantados de leerte.
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B:
Huascar Eguino dice
Excelente reflexión sobre vías alternativas para reducir el déficit de vivienda.
Pregunta: Cuál consideras que es una buena práctica en ALC de certificación verde de construcciones?.
Alfredo Méndez dice
Por experiencia académica y profesional, numerosos expertos consideramos que la autogestión cooperativa de los residentes en villas y asentamientos es el sendero más promisorio para la regularización dominial y la ejecución de proyectos de remodelación urbanística y arquitectónica
Roy dice
talvez se 10% dos blogs criassem um conteúdo
tipo o que foi criado aqui , acabaríamos tendo uma internet, fantástica para todo mundo.